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«Váyanse para la casa, ya no nos sirven sus protestas». Por Richard Sandoval

Por Richard Sandoval. Fuente: La Voz de los que Sobran.

Váyanse para la casa, ya no nos sirven sus protestas, sus gritos y consignas en la Plaza de la Dignidad. Estorban. Hay que limpiar la calle, tenemos plebiscito y sus gritos son intolerables. Así se leen destacados tuiteros y columnistas apruebistas que, bajo la excusa formidable del rechazo a la violencia, no soportan ver cómo la realidad de sujetos protestantes más allá de la dirección de partidos y el cronograma del salvataje institucional, ensucian su fiesta democrática que, supuestamente, traerá el bienestar futuro que el país necesita.

Lo primero que llama la atención al escuchar y leer estos llamados al orden es el lugar desde el que se hacen. Jefes de centros de estudios, dueños de medios de comunicación, prominentes rostros que festinaron con el Chile que despertó, pero que ahora, desde el podio de la elite, económica, intelectual, deciden que el curso de la historia ha de adaptarse a su agenda de reconfiguración de país; una reconfiguración que, todos sabemos, hubiese sido imposible sin las protestas y sus consecuencias, sin su entorno de furia y desacato.

Sorprende también el nivel de patronazgo democrático con que los conspicuos apruebistas mandan a los protestantes para la casa. Se ven como especies de patrón de fundo que, primero, meten a toda una masa movilizada en un mismo saco. Plaza de la Dignidad hoy es igual a violencia. Punto. Y segundo, toman a quienes bordean el caballo de Baquedano como marionetas manejables que deben salir de ahí, porque el ejercicio de su derecho a protestar en esta ocasión les perjudicaría su “sí po apruebo”.

La pregunta es ¿Se han preguntado si esas personas que se movilizan respaldan el plebiscito? ¿Todo chileno que se ha manifestado este año votará por el apruebo y le desea éxito? ¿Les basta a todos los chilenos con aprobar para acallar toda la sed de justicia y derechos que llevan acumulada? ¿Si alguien no está por el apruebo es digno de repudio? Se parecen tanto a aquella élite noventera que a todo mosquito divergente lo espantaban con el desinfectante del llamado al orden, a los acuerdos, a la estabilidad sustentada en la exclusión.

Pero cuando faltan tres semanas para mi sagrada votación, toda la protesta se encierra en el bolso del violentismo dañino, y se llama detenerla, aislarla, clausurarla. La protesta es funcional a un interés político. Si aquel interés se satisface, las demandas, rabias, descontentos que quedaron fuera del acuerdo, no se deben expresar, se deben condenar, se deben detener. La democracia y la expresión como traje a la medida. Los que no entran a mi fiesta no existen, que desaparezcan de mi horizonte transformador.

Hoy en las poblaciones que protestan, en la Plaza de la Dignidad, y en todo Chile, existen las más diversas demandas e inquietudes que no se detienen a partir de un cronograma de cambio constitucional presentado con pompa en televisión por Heraldo Muñoz y Álvaro Elizalde. Las carencias están vivas, y las desconfianzas totalmente legítimas.

Por Richard Sandoval. Fuente La Voz de los que Sobran.

 


 

Ver también:

El regreso del «no es la forma». Las elites y la ex Concertación intentan contraatacar a la Revuelta Popular

Equipo editorial Revista De Frente

Comentarios (2)

  • Gabkult

    Mira esta bien que no escribas bien, el léxico colonial es una herencia nefasta, pero lo importante cuando escribas, escribas como escribas, es esperable que se entienda, como mínimo !!!!

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  • Vile

    Osea que no te gusta nada ni isquierda ni derecha Ni democracia ni Dictadura y tu crees que con tu Anarquismos vamos Mejor ?
    Bueno presenta tu proyecto concretiza ?
    Pero si empieza × analizar primero a donde nos llevo la Dictaduea en estos 47 años del modelo Neoliberal y desde alli da tu opinion Pero ojo Contructiva estamos?

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