
Unión Berlín: El club de los obreros del acero que asciende a la Bundesliga por primera vez
«¡Mierda, subimos!», rezaba irónicamente un cartel en el estadio que vio definir un cupo a la Bundesliga frente al Stuttgart. Y es que la incredulidad, la emoción y las dudas ante la posibilidad de perder sus valores, se mezclaban entre los hinchas de un equipo extraño para el fútbol moderno.
Por Miguel Fauré Polloni
Fundados por obreros acereros en 1906, sesenta años después renacieron a la luz de la Oberliga, el torneo de fútbol de la ex República Democrática Alemana. Tuvieron un enconado rival: el Dynamo, club amparado por la Stasi, el servicio secreto de la RDA, al que favorecían descaradamente. Desde entonces se conocieron como un símbolo de la disidencia al régimen. «No todos los hinchas del Unión son enemigos del Estado, pero todos los enemigos del Estado son hinchas del Unión», se decía por entonces.
Una vez caído el muro, bajaron a la Cuarta División, pasando por una fuerte crisis económica, de la cual salieron gracias a sus propios hinchas. Y es que el Unión es conocido como la «mayor familia del fútbol». Vínculo que va desde reunir fondos para salir de los aprietos hasta reunirse en Navidad en su estadio para cantar villancicos.
Para remodelar su estadio, la fanaticada aportó con trabajo voluntario. Fue en 2008 y laburaron en total 300 días, sin cobrar un peso. El hermoso recinto está emplazado en medio de un bosque y representa el alma libre de la EisernUnion (unión del acero). Años después, tras otra crisis, no quedó más que vender la cancha. ¿A quién? A sus propios hinchas, quienes compraron 10.000 bonos de 500 euros. «Estamos vendiendo nuestra alma…, pero no a cualquiera», decían carteles por todo Berlín, convocando a la fiel barra a hacerse parte de la solución.
Hasta hace muy poco no invertían en refuerzos, todos quienes llegaban al club lo hacían a costo cero. Tranzaron con un delantero que arribó por 1,6 millones de euros, cifra ridícula comparada con lo que gastan los clubes de la liga teutona. Es la cara de un club que conserva el romanticismo del fútbol de antaño, resistiendo a la modernización. Y que hoy, con orgullo y en buena lid, accede a la división de honor del fútbol alemán. Salud Unión.