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#TribunaSemanal5: ¿Se le perdió la brújula a la derecha? Entrevista a Luis Mesina/ Ernesto Águila

#Tribuna Semanal es una producción conjunta de Diario El Siglo, Le Monde Diplomatique y Revista De Frente.

¿Se le perdió la brújula a la derecha? Reveses, pugnas y orden estratégico

Entrevista a Luis Mesina Vocero No Más AFP «Implicancias del proyecto de ley del 10%»

TribunaRegional: Reporte con Mauricio Vidal, Periodista Radio Polar de Punta Arenas

Entrevista a Ernesto águila «Reveses, pugnas y orden estratégico en la derecha»

El siguiente es el texto de la conversación de Ernesto Águila con el editor general de Le Monde Diplomatique Chile, Libio Pérez, y el director de El Siglo, Hugo Guzmán.

Hugo Guzmán. En las últimas semanas observamos una auténtica crisis en la derecha, sobre todo con la decisión de 13 parlamentarios del oficialismo se votar a favor del retiro del 10% de las pensiones desde las AFP y otros 30 que se abstuvieron. Vinieron reuniones en La Moneda, estuvo el enojo de varios sectores. ¿Es una diferencia profunda, es un choque de liberales y conservadores, es una disputa de fondo o qué es lo que hay?

Es importante tratar de entender la naturaleza de las diferencias que existen hoy dentro de la derecha. Me atrevería a decir que no son diferencias distintas a las que uno tradicionalmente veía en la derecha, por ejemplo, a la que hacías mención Hugo entre liberales y conservadores. Creo que esta es una diferencia del orden estratégico. Que se expresó el 18 de octubre y se vuelve a revivir con la pandemia y todas las consecuencias sociales y económicos y que situaría en distintos diagnósticos en la derecha sobre la posibilidad de seguir sosteniendo, con legitimidad, el modelo neoliberal. En ese sentido, la derecha viene dividiéndose, está tensionada en sectores más bien doctrinarios, bastante articulados con la derecha económica, con el gran empresariado. Y ellos se conciben dentro de lo que está ocurriendo en el país, como una suerte de guardia pretoriana de las purezas y esencias fundamentales del modelo. Frente a esa derecha, se fue abriendo paso otra derecha que, sin tener un mejor nombre hasta ahora, definiría como pragmática, en el sentido de que percibe -sea porque tiene más conexión con la calle o ha llegado por algunos lados a una conclusión distinta de que el modelo tal cual está es muy difícil de seguir sosteniéndolo- que hay que realizar un conjunto de reformas que en el fondo reconstituyan una legitimidad quizá no del mismo modelo, pero de cuestiones básicas que la derecha defiende.

Puede ser una diferenciación un poco táctica, pero que comienza a tener cierta proyección estratégica en la medida que toca el punto de cómo se administra el modelo en esta fase. Ya vimos que el estallido social llevó a abrirse al tema del proceso constituyente y eventualmente a una nueva Constitución. Estamos hablando de dar vuelta la página de la Constitución, ni más ni menos. Ahora, una parte de la derecha muestra sus dudas respecto a lo que es el corazón económico del modelo, que es el sistema de AFP y el impacto de ellas en el modelo económico, como fuente de financiamiento de los grandes grupos empresariales.

Pero no hay que pensar que es una diferencia sobre el modelo. Algunos lo ven más acotado y otros creen que hay que defenderlo hasta el final. Hay diferencias entre los doctrinarios y los pragmáticos sobre cómo se proyecta el modelo neoliberal, con la misma radicalidad y fundamentalismo como se hace hasta ahora, o bien, hay que abrirse a procesos de transformaciones que signifiquen a un modelo un poco distinto, entiendo que este neoliberalismo tan extremos que hay en Chile es muy difícil de sostener.

Libio Pérez. Tú decías que hay punto de inicio de esta fisura, de esta crisis de la derecha, partiendo por el proceso constituyente, ese fue el primer remezón fuerte, en que empezaron a dividirse entre los que aprueban y los que rechazan una nueva Constitución. Y luego vinieron votaciones en el Parlamento como el posnatal de emergencia, el límite de reelección de autoridades, que dejó fuera a alcaldes de la derecha y fundamentalmente de la UDI, estuvo la votación del 10% de retiro. Me gustaría ver qué tan profunda es, si estamos hablando solo de un quiebre táctico que eventualmente pueda reponerse, pueda mejorar con la serie de reuniones con el Presidente Sebastián Piñera con cada uno de los partidos, tratando de ordenar este asunto. Por delante no hay mucho donde afirmarse, viene un plebiscito que probablemente lo pierda la derecha, viene una seria de elecciones que la derecha tiene la obligación de enfrentarlas unida. Víctor Maldonado (dirigente de la Democracia Cristiana) decía que pese a que pueda recomponerse la derecha, está herida en un ala, difícil que esa herida le permita una recomposición en el corto plazo.

Creo que las divisiones que existen hoy en la derecha son profundas, y ha existido una legítima alegría -no digo en el mundo político opositor- en la ciudadanía con las recientes votaciones, sobre todo la del 10% de retiro. Pero la derecha tiene todavía un cemento importante que está dado por los intereses económicos que defiende. El dato nuevo es que existe una ciudadanía que ya se había expresado desde octubre, y con la pedagogía cruel de la pandemia, como dice Boaventura de Sousa, de que pone al desnudo las diferencias socioeconómicas, la segregación en las ciudades, se volvió a hacer patente y es que la ciudadanía rechaza el modelo y no es por cuestiones ideológicas o por cuestiones abstractas. Las pensiones que entrega el sistema de AFP y el modo como construye esos montos bajos, que son las jubilaciones, es una experiencia diaria, cotidiana, y demostración a la gente de que este modelo como está, no sirve.

La derecha es consciente de presentarse unida a las elecciones municipales, a la elección de la Convención Constitucional, pero unida en las mismas listas, pero esta tensión que es bien estratégica, de si el modelo puede seguir siendo defendido o este modelo debe cambiar, sí está instalada en la derecha. Solo se potencia, y es importante decirlo, si hay una sociedad movilizada haciendo ver su inconformidad con el modelo. Es una diferencia en la derecha, que si el movimiento social se retrae o no hay una oposición política mínimamente fiscalizadora y crítica, se tiende a restituir la legitimidad del modelo bajo la hegemonía más doctrinaria y neoliberal. Pero en la medida que exista una presión social, la diferencia en la derecha se puede ir ahondando. Porque tiene que ver nada más y nada menos que con la subsistencia del modelo; bajo otras formas, esa es una tensión estratégica.

Hay otros temas que son subjetivos en la política pero que son tremendamente importantes. El golpe que significó la no reelección indefinida, sobre todo a nivel de alcaldes, es algo que dejó tremendamente herida a la derecha, sobre todo a la UDI. El predominio de Evópoli en el gabinete, ocupando los cargos de ministro del Interior y ministro de Hacienda, también genera mucha crispación, especialmente en la UDI. La baja popularidad del Presidente, que hace que faltando un año para las elecciones, nadie quiera sacarse una foto con el Presidente. Son dinámicas de la política, que creo están actuando en esta desunión que ha mostrado la derecha en las últimas semanas.

Hugo Guzmán. Precisamente te quería preguntar qué efecto tiene esta crisis en el gobierno, específicamente en Sebastián Piñera.

Hay una crisis de liderazgo súper fuerte en el país y es grave. Un liderazgo como el de Piñera, con tan poca credibilidad, y que además no hace nada por mejorarla, sino más bien baja peldaños. Muchas de las votaciones que hubo, donde le fue mal a la derecha, han sido señales hacia La Moneda. He leído comentarios, como que el gobierno se acabó, yo no sería tan tajante, pero el gobierno tiene poca capacidad de alinear a sus huestes, a sus fuerzas, no descartaría un cambio de gabinete, pero creo que en el corto plazo eso no ocurrirá, pero evidentemente tiene un problema el comité político (de La Moneda), que no logra alinear a las fuerzas parlamentarias y eso que el gobierno tiene una agenda legislativa importante y tiene por delante ni más ni menos que enfrentar esta pandemia. Y con la debilidad política del propio Presidente Piñera y que también se proyecta al comité político, es bien difícil poder generar un liderazgo que le permita sortear efectiva y realmente este año y medio que le queda en el gobierno. La situación del Presidente es muy delicada y del comité político también. Lo ocurrido con la votación del retiro del 100% de las AFP, es algo de alta trascendencia, porque podría significar el inicio del fin del sistema de las AFP y cambiar el sistema de seguridad social, es decir, abrió esa posibilidad. Pero también son votaciones que están llenas de señales hacia La Moneda y apuntan a que el comité político no da el ancho para ordenar hoy a la derecha política y a la derecha económica. No nos olvidemos nunca de esas distinciones, en la derecha siempre conviven los fuertes intereses económicos empresariales que son un poder políticos fáctico, extra institucional, con la articulación de la derecha política.

Libio Pérez. En estas semanas, aparte de quedar en evidencia en la derecha su falta de conducción política, su pérdida de iniciativa, fracturas en los partidos, también se mostró, en la vereda de enfrente, una incipiente imagen de unidad que de alguna forma conecta con lo que plantea la sociedad, el pueblo movilizado, en relación a las AFP, a la paridad de género, a la Convención Constitucional. Pareciera haber una cierta recomposición de la oposición, de una conexión un poquito mejor entre la oposición política con la oposición social. ¿Cómo ves el campo opositor?

Creo que así como en la derecha está instalado en el corazón de su crisis el 18 de octubre y la pandemia, que expresa esa rabia y esa desigualdad en la sociedad, en la oposición también está instalado el tema de la apertura de lo que allí aconteció. La oposición presentaba mucha fragmentación, y muchas fracturas. Pero por lo menos en dos o tres temas, como el postnatal de emergencia, el 10%, incluso en poner límite a la reelección -aunque votó dividida-, hubo coincidencia. Creo que hay una presión muy fuerte sobre la oposición de internalizar en su comportamiento político las lógicas y lo que está sucediendo en las calles a partir del 18 de octubre. Creo que a partir de ahora, esa presión jugó en favor de alinearse mucho más. No es ningún misterio que el tema del 10% no era fácilmente podía alinear a la oposición, donde una parte de ella tiene no pocos vínculos con el mundo de las AFP. Hay también un tema de sobrevivencia. Entre las legitimidades del modelo la oposición también empieza a sentir la voz de la sociedad, de la calle, y la obliga a tener que actuar de manera más unida, sobre temas sustantivos. La oposición, que son varias oposiciones en realidad, encuentra una oportunidad casi insospechada, inesperada, en estos últimos reveses de la derecha, del gobierno. Encuentra una oportunidad importante para  reconstituirse en torno de un programa que ponga en el centro los derechos sociales y vaya reduciendo los espacios del mercado. Pero sigue muy tensionada la oposición. Si uno tratara de hacer un resumen, tanto en la oposición como en la derecha está instalado el malestar del 18 de octubre y las expresiones que ese malestar asume bajo la pandemia. En oposición y gobierno se tensionan aquellos que creen que hay que salvar mucho de este modelo y aquellos que piensan que hay que pasar a otro ciclo. Estos son momentos en que estamos transitando históricamente de un momento de otro y eso no ocurre rápidamente. Entre la caída de la república oligárquica de 1920, hasta que se instala una cierta lógica en 1938, pasaron 18 años y entre medio se promulgó una nueva Constitución política. Esta crisis social y económica nos retrotrae a crisis que el país ha vivido pocas veces, en 1929, 1982, 1983. Si se recupera el camino del proceso constituyente como país podemos mirar el futuro con cierto optimismo, porque sé que la gente está agobiada, angustiada, pero si hacemos la cosas de una manera y somos solidarios, creo que podemos mirar con optimismo lo que se viene, porque hay posibilidad de cambios y de abrir paso a una mejor sociedad.

Hugo Guzmán. Sobre la votación de parlamentarios de derecha a favor del retiro del 10% desde las AFP y otras posturas, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, dijo que hubo una “debilidad de convicciones” y que finalmente se van a ordenar esos legisladores. El Presidente Piñera lleva varias reuniones con dirigentes de los partidos. Se habla de reuniones privadas, de presiones, sobre todo porque vienen otras votaciones que serán determinantes y quieren ordenar al oficialismo. ¿Tú crees que habrá una imposición de los sectores más conservadores y doctrinarios sobre los pragmáticos o desordenados?

Desde la noche misma de la votación del 10%, y en estos momentos, hay una operación muy intensa por tratar de reconstituir la unidad del oficialismo en torno de una posición básicamente doctrinaria, de aplastar a estos más díscolos o pragmáticos. Creo que es posible que ordenen la votación en el Senado, también van a lanzar otro paquetón para la clase media, tratando por esa vía desembarcar a los senadores de derecha. El éxito o fracaso de eso depende fundamentalmente de que la oposición política haga su trabajo, se mantenga unida. De manera sorpresiva todos los senadores opositores anunciaron su voto a favor del retiro del 10%, fue una señal política de la que hay que tomar nota, es importante. Se dan cuenta que está en juego una cuestión política fundamental, el tema es ése. Lo fundamental en todo esto es que la ciudadanía se mantenga muy activa, presionando de distintas maneras. Las medidas económicas y sociales del gobierno, la verdad es que no han llegado, y a los que llegaron, cubrieron muy poco de su necesidad. A una gran mayoría no lo ha llegado absolutamente nada. Y los paquetes para la clase media son formas de más endeudamiento. Y uno se da cuenta que en toda esta crisis, los aportes vinieron del seguro de cesantía de los trabajadores, o del Estado con más endeudamiento, reasignaciones, pero no hay ningún peso desde los sectores más pudientes o súper ricos. Por eso la gente mira con expectativas esto de las AFP. El 1% más rico del país realmente no se ha puesto y eso la gente lo reciente.

 

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