
«Tormenta de Fuego» por Margarita Peña
Hoy día hay miles de damnificados por las indundaciones. Hace pocos meses, había incendios y sequía. Margarita Peña vuelve e publicar un articulo que escribió sobre los incendios y llama a la conciencia ecológica y anticapitalista.
Por: Margarita Peña
Los incendios forestales que afectan en forma recurrente la V región (en diciembre mega incendio en parque natural de Viña del Mar) y la zona centro-sur de nuestro país cuestan vidas, bienes y provocan un daño incalculable a todo tipo de seres y sus ciclos vitales. Es necesario conocer las condiciones que posibilitan estas catástrofes.
En tiempos de cambio climático -o calentamiento global- hay factores meteorológicos que favorecen los incendios forestales. La suma de altas temperaturas, sequia prolongada, fuertes vientos más la presencia de abundante material combustible (“alfombra seca” y/o material más grueso) con bajo contenido de humedad, son factores que se combinan para la aparición y rápida propagación del fuego.
PLANTACIÓN FORESTAL Y BOSQUE NATURAL NO SON LO MISMO
Plantaciones Forestales.
Desde el año 1975 se verifica en Chile un aumento explosivo de la superficie cubierta por plantaciones forestales de monocultivo; se trata de especies exógenas que acarrean plagas, requieren uso de herbicidas que aumentan la contaminación del agua, suelo y aire . Se trata de grandes y continuas superficies plantadas, especies de crecimiento rápido -principalmente pino radiata y eucaliptus- que generan gran carga de combustible y de follaje cultivadas en instalaciones cercanas a centros urbanos (interfaz urbano rural) . Este tipo de plantaciones favorece la aparición de incendios y su rápida propagación. No es casual que el mayor número de incendios se produzca en la VII, VIII y IX regiones en las que se concentra la mayor parte de las plantaciones forestales del país.
La expansión de la industria forestal es el resultado de una política económica destinada a hacer de Chile un país productor y exportador de madera y derivados . En dictadura, año 1974, se dictó el DL 701 destinado a bonificar las plantaciones realizadas por privados. Los gobiernos de Frei, Bachelet y Piñera prorrogaron la vigencia de este “estimulo” que reembolsa los gastos a grandes empresas tales como la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones del grupo Matte, Celulosa Arauco de los Angellini y Bosques Cautin de los Von Appen. Durante el gobierno de Bachelet y por el impacto de la colusión del papel higiénico, caso que involucró a la CMPC, el estimulo se orientó a plantaciones realizadas por empresas de menor tamaño.
En pocas palabras, con el dinero de todos los habitantes del país, se subsidia el gran negocio de las forestales.
La expansión de la industria forestal provocó una transición brusca desde la actividad agrícola y ganadera a la actividad forestal lo que provocó desplazamientos del campesinado tradicional, se concentró la propiedad de la tierra en pocas y grandes empresas que negaron el acceso al bosque, a áreas de recreación, caza y pesca y a actividades de recolección que disfrutaban las comunidades locales.
La industria forestal generó conflictos por el acceso al agua, disminuyó el caudal de vertientes y esteros porque las especies arbóreas introducidas absorben agua en grandes cantidades para crecer rápido y generar prontas ganancias; también generó condiciones laborales precarizadas con bajos salarios, relación laboral tercerizada e inestable para sus trabajadores. Comunidades mapuches sostienen que al amparo del DL 701 se privatizó sus tierras en beneficio de las forestales reavivando el conflicto mapuche.
Las acciones de prevención y combate de incendios forestales en estas plantaciones están a cargo de las empresas privadas. Invierten en ello y han especializado a sus brigadas de combate pero son medidas insuficientes pese a que el gasto en prevención y combate del fuego que realizan es 7 veces superior al realizado por la CONAF, corporación encargada de prevención y combate del fuego que afecte al bosque natural y que recibe financiamiento fiscal.
Bosque natural o nativo
El bosque natural o nativo es un ecosistema formado por vegetación heterogénea de árboles y arbustos, demora años en desarrollarse, alberga diversos seres vivos, mantiene suelos húmedos y acumula menor cantidad de material combustible. Pero en tiempos de cambio climático no hay que confiarse porque el riesgo de incendios se extiende a todo tipo de vegetación.
Sin cambio climático el bosque nativo presentaba cierta resistencia a los incendios forestales, pero con una mayor temperatura promedio y menor humedad relativa, el combustible fino presente en el bosque nativo rápidamente pierde la humedad y arde con facilidad. A mas sequía y más días con altas temperaturas mas riesgo.
El fuego iniciado en plantaciones forestales se controla en forma mas rápida y eficiente que el fuego que alcanza al bosque nativo, porque el diseño de la plantación contempla o debe contemplar accesos para combatir el fuego. Entre 2003 y 2017 se quemó una superficie total de 1.427.000 hectáreas, de las cuales 61% corresponde a bosque nativo.
Es más difícil (y se cuenta con menos presupuesto) controlar el incendio en un bosque, el profesor Eduardo Peña Fernández, especialista en ecología del fuego, señala:
Los incendios se controlan y apagan por las brigadas terrestres. Método que favorece más el combate del fuego que afecta a plantaciones pero no al bosque nativo que generalmente se encuentra en zonas de geografía accidentada, con acceso limitado para las brigadas de combate.
Detección tardía de incendios en bosque nativo.
Por la localización del bosque nativo en zonas con quebradas el humo de estos incendios tiende a detectarse más tarde que en las zonas planas.
Menor prioridad que los centros poblados.
Por la magnitud de los eventos de fuego, muchos incendios forestales o rurales amenazan centros poblados y la prioridad de combate se centra en estas zonas (por las vidas humanas en infraestructura amenazada), desatendiendo los eventos en zonas alejadas, aumentado así la superficie afectada en las zonas rurales montañosas.
Limitación para la operación de helicópteros y aviones.
El trabajo de los elementos aéreos es fundamental para que las brigadas terrestres controlen el incendio en tierra, pero helicópteros y aviones ven limitada su operatividad en zonas montañosas, reduciendo la posibilidad de un control efectivo del fuego.
Combustible disponible más seco que en el pasado. Dadas las altas temperaturas y la baja humedad relativa el combustible fino está disponible más temprano en la temporada y la mayor parte del día, facilitando el inicio de los incendios y su propagación. Por ello, ante cualquier descuido, accidente, negligencia o intencionalidad en el uso del fuego se genera rápidamente un incendio rural. Actualmente, la ignición y propagación del fuego es mucho más rápida que antes, es probable que a la mayoría de los incendios de bosque nativo estamos llegando más tarde que lo requerido y ello en parte explicaría las mayores superficies afectadas.
Tener presente que el combustible forestal está constituido por materiales leñosos y ligeros, vivos o muertos, son toda la materia vegetal presente en un ecosistema que posee la capacidad de encenderse y arder al ser expuesto a una fuente de calor, estos combustibles son el resultado del proceso natural de caída de hojas, acículas, ramas, etc.
Causas directas de los incendios
Según Conaf el 98% de los incendios son provocados por la acción humana y el 87% de estos corresponde a negligencias o incendios intencionales, pero a su vez solo el 1% de estos obtiene resultados de pericias policiales por lo cual existe duda sobre sus reales responsables. El 80% de los incendios ocurren en la interfaz urbano-rural, los cuales concentran los recursos de extinción, crean alarma pública y generan los mayores daños.
Se sospecha que gran porcentaje de los incendios obedece a la necesidad de expansión inmobiliaria. Y esta sospecha se funda en estudios realizados en la V región que indican que al incendio sigue un cambio en el uso de suelo y la construcción de significativos proyectos inmobiliarios.
En diciembre del año 2020 se presentó un proyecto de ley que tiene un doble objetivo: “1) por una parte la protección de la naturaleza, y 2) por otra la prevención del crecimiento inorgánico de la ciudad mediante hechos que revisten carácter de siniestro, en este caso el incendio, con lo cual debe volver a priorizarse la planificación como actividad deliberativa y participativa con componente técnico y sentido social, frente a hechos materiales de origen desconocido que generando efectos negativos a nivel ambiental, sanitario y social, levantan y crean nuevos núcleos urbanos fuera del instrumento de planificación” (boletín 13.967 – 12 Cámara de Diputados)
El mismo proyecto de ley señala: “La actividad racional y democrática de la planificación territorial debe prevalecer sobre el avance inorgánico del fuego, restituyendo con este proyecto el carácter obligatorio y necesario del ordenamiento territorial meditado y sin presiones respecto al uso del suelo”.
Los promotores del Proyecto de ley tuvieron presente los resultados que arroja una tesis realizada el año 2018 titulada “Construyendo sobre cenizas. ¿Son utilizados los incendios forestales como una herramienta informal para la expansión urbana de Chile central?”. Tesis de egresado de la Universidad Católica de la Facultad de Arquitectura, Diseño y estudios Urbanos que destaca la conexión existente entre incendios ocurridos en la V Región y la expansión inmobiliaria.
Esta combinación de calentamiento global, neoliberalismo, predominio de los grupos empresariales sobre las decisiones de nuestro entorno natural y urbano, la complicidad de las autoridades políticas y gubernamentales con un modelo económico, social y ambiental al servicio de las ganancias de unos pocos, nos ofrece un presente dantesco y un futuro incierto. Este texto pretende remover conciencias para tejer luchas por un futuro social y ambiental radicalmente diferente.
Tomás Pizarro Meniconi
interesante opinión, falta referir el desaparecimiento de los humedales a lo largo del país, estos ecosistemas reservorios de agua, desertifican y ello facilita la propagación del calor e incendios.