
SERIES/ «Perros de Berlín»: El nazismo juega al fútbol
La segunda serie alemana producida para Netflix después de la exitosa «Dark», se mete en los suburbios de Berlín para retratar la tensión entre los inmigrantes turcos y el creciente movimiento neonazi. Todo estalla cuando entra en juego una pasión común: el fútbol.
Por Miguel Fauré Polloni
Dark abrió las puertas de Netflix para que otras producciones germanas accedieran a la plataforma. Y Perros de Berlín no decepciona. En un estilo sobrio y crudo expone un conflicto social latente en Alemania: aunque les cueste asumirlo, lamentablemente Hitler está vivo.
La serie se hilvana a partir del asesinato de la máxima figura de la selección de fútbol alemana, un día antes del crucial enfrentamiento con su par turco. El match es clave para la clasificación de ambos cuadros al Mundial y el talentoso 10 es la esperanza teutona… con un sólo problema: siendo de origen turco, opta por defender a los germanos. Traición imperdonable para algunos.
Estrenada en diciembre de 2018, la serie cuenta con una dirección de arte impecable y un guión verosímil. Destaca la interpretación del protagonista, Kurt Grimmer (FéliX Krammer), un policía adicto a las apuestas y de pasado neonazi.
Precisamente Grimmer es utilizado por la trama para evidenciar las contradicciones de la actual Alemania, que duramente condenó su pasado fascista pero no puede impedir que el huevo de la serpiente vuelva a abrirse frente al fenómeno de la migración turca.
¿Por qué Berlín? Pues allí residen casi 600.000 mil turcos, de los más de 2.500.000 que han hecho de Alemania su hogar. Tensión entre esta nueva cultura (mayoritariamente musulmana), con fuerte incidencia en la economía e influencia entre los más jóvenes.
Diez capítulos (que podrían tener una segunda temporada) altamente recomendables.