
San Bernardo: la muerte golpea a los más pobres
En la madrugada de este martes 13 de febrero, Elena Pricinger Uzuariaga, de 78 años de edad, murió calcinada en su pequeña vivienda de madera y latón. La “Weli”, como le apodaban de cariño los pobladores de la toma San Francisco, era parte de las 17 familias que aún permanecen en los terrenos ubicados en la comuna de San Bernardo, al sur de la capital.
Las llamas habrían sido originadas intencionalmente, según comentó María Teresa Bustos, militante del Movimiento Autonomista de la comuna, quien ha estado presente desde hace un tiempo en labores de apoyo a los pobladores. En el lugar del campamento, brotan focos de incendio en distintos puntos, manteniendo en vilo a sus ocupantes.
En el caso de Elena, sus problemas físicos (presunta diabetes descompensada, herida infectada en una pierna, cataratas, fractura de muñecas y una hernia abdominal), le impidieron reaccionar a tiempo ante la voracidad de las llamas. Los vecinos intentaron acudir en su ayuda, pero fue imposible rescatarla.
En el campamento aún permanecen las familias que, tras un violento desalojo, no fueron favorecidas por soluciones habitacionales ya que –según SERVIU- no habrían estado registradas en los padrones. En opinión de los pobladores, la causa de su marginación se debió más que nada a favoritismos y coimas. Eso dejó al 20% del campamento sin opción más que la de continuar resistiendo en el lugar.
Un catastro realizado por el Frente de Niñez y Adolescencia de MA, arrojó que en los terrenos ocupados permanecen aún 29 menores de edad y 39 adultos, expuestos a nuevos accidentes como los de esta madrugada. #DeFrente
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