
«Reina Isabel II, una menos, por suerte» por Miguel Silva
Por: Miguel Silva
Arriba…una de las casuchas de la reina difunta, y parte de su patio.
El abuelo de la reina difunta, Jorge V, y su abuela, la reina María, visitaron la India sólo cinco meses después de su coronación, donde fueron proclamados emperador y emperatriz de la India.
A mediodía del 12 de diciembre de 1911, el rey Jorge V, con un manto de púrpura imperial, fue coronado emperador de la India en una ceremonia en la que recibió el «homenaje y la lealtad» de los administradores, nobles y príncipes del país.
El Rey-Emperador se quejaba en su diario del peso de la corona, cargada de rubíes, zafiros, esmeraldas y 6,170 diamantes exquisitamente tallados, que había sido encargada especialmente para que su Majestad la llevara sólo ese día de su visita.
Había sido pagada, por citar un periódico británico, por los «millones de súbditos de la gran península asiática», mientras la hambruna prevalecía en amplias zonas del país. Costó unos ochenta millones (en dólares de 2020). ¡Ochenta millones por un gorro que se usó durante un solo día!
India bajo el imperio británico
Bueno, pasaron los años y el 6 de febrero de 1952, el rey de ese entonces, Jorge VI, murió y comenzó el reinado de su hija mayor, que entonces tenía 25 años. La hija del rey, que luego sería la reina Isabel II, estaba de visita a Kenia. ¿Por qué a Kenia? … porque era parte del imperio británico.
Kenia era un país africano de cinco millones de africanos, controlados por unos treinta mil europeos blancos, quienes eran dueños de casi toda la riqueza del país. En 1946, se formó un movimiento que exigía la independencia del país, el movimiento Mau Mau. En ese país estaba la futura reina, de paseo.
Durante los próximos diez años, los primeros diez años del reinado de Isabel II, el Estado británico mató y torturó miles de integrantes del Mau Mau, para «proteger el país y la reina».
Kenia, 1954, bajo el reinado de Isabel II. [ @ IWM (MAU 552) ]
Bueno, creo que no hay nada mejor que dejar un comentario en manos de James Connolly, socialista revolucionario irlandés, que escribió sobre la visita de rey Jorge V a Irlanda en 1911 (unos meses antes de su visita a India como su «emperador»)
Fue Connolly quien dijo: «Ni en la ciencia, ni en el arte, ni en la literatura, ni en la exploración, ni en la invención mecánica, ni en la humanización de las leyes, ni en ninguna esfera de la actividad humana ha contribuido un representante de la realeza británica a la mejora moral, intelectual o material de la humanidad.»
«Un pueblo mentalmente envenenado por la adulación de la realeza nunca podrá alcanzar ese espíritu de democracia autosuficiente necesario para el logro de la libertad social. La mente acostumbrada a los reyes políticos puede reconciliarse fácilmente con los reyes sociales -reyes capitalistas del taller, el molino, el ferrocarril, los barcos y los muelles».
Connolly tenía razón, y sus palabras se aplican a todos, incluso a los dirigentes sindicales ingleses que recién bajaron las huelgas en el correo y los ferrocarriles en pro de «respetar» la muerte de «su» reina.
Claro, los empresarios no van a dejar de subir los precios durante ese mismo período de duelo.