
Rebelión en la olimpiada: La caída de la «Mujer Objeto»
Por Camila Cáceres Fuentes
#DeFrente
Hablar de mujeres es hablar de belleza. El sistema capitalista y patriarcal visibiliza a las mujeres como objetos de consumo, que siempre deben estar bellas para que la sociedad masculinizada pueda consumir sus cuerpos y digerirlos fácil. No importa si existen mujeres que ya desarrollen un deporte, un trabajo, un quehacer cualquiera… sin dudas, “ese” espacio fue construido para el deleite del público masculino y voyerista que “acepta” la participación de las mujeres.
La incorporación de las mujeres en el ámbito del deporte, así como en muchos otros, ha sido tardío y supeditado a su condición de “mujer objeto”. La participación de la mujer en los espacios públicos ha sido el eje fundamental del movimiento feminista desde sus inicios, y hoy en pleno siglo XXI, los cuerpos con vulvas y otras interseccionalidades del género, siguen siendo el principal objeto de críticas, maltratos y castigos económicos por participar de estos espacios de poder. Y que durante las Olimpiadas, estas violencias están siendo fuertemente denunciadas.
La lucha feminista contra el estereotipo de la “mujer bonita” es una de las más antiguas y complejas, que hoy se inserta en los Juegos Olímpicos, por lo demás, los más cuestionados del último tiempo. La participación de las mujeres deportistas ha estado teñida de consignas a raíz de los sexistas y violentas medidas que ha tomado el jurado y los organizadores de los JJOO.
El caso del equipo femenino de balonmano noruego, que fue multado con 1.500 euros (150 euros por jugadora) por “violar” el reglamento al negarse a usar bikini, y en su lugar usar pantalones cortos como los varones. La noticia fue tan escandalosa que Pink, la cantante y compositora de pop, se conmovió con la noticia y se ofreció a pagar la deuda declarando a sus 31,6 millones de seguidores “la federación europea de balonmano DEBIESE SER MULTADA POR SEXISMO. Bien por ustedes señoras. Estaré feliz de pagar sus multas por ustedes. Sigan así”[1]
Las gimnastas alemanas rechazaron también el bikini y decidieron salir con maillots de cuerpo entero. Como se mencionaba en DW “No debe ser una sensación agradable que te filmen directamente en la entrepierna cuando como mujer gimnasta ejecutes un salto split mientras llevas un traje ajustado y reducido a su mínima expresión.”[2]
Además, se suma que dentro de las evaluaciones de rendimiento, las mujeres deben enfrentarse con los estereotipos sexistas, ya que se les evalua su gracia, simpatía y por la obligación de bikinis, su sensualidad.
Estas Olimpiadas Tokio 2021 dan manifiesto de la crisis del patriarcado, que cada vez cala más profundo en los espacios públicos, que en el pasado, fueron reino del hombre blanco. Se observa que el sometimiento de la “mujer objeto” dejó de ser cuestionado y hoy se posiciona como la trinchera más certera para dar avances en la equidad de género en cualquier esfera de desenvolvimiento humano.
[1] https://cnnespanol.cnn.com/2021/07/26/pink-multa-equipo-femenino-balonmano-playa-noruega-trax/
[2] https://www.dw.com/es/gimnastas-alemanas-pioneras-en-traje-de-cuerpo-entero/a-58709553
Ibar Zepeda Alcota
Excelente artículo, el patriarcado muere en buena hora. Lo que me llama la atención es que comentarios de mujeres en TVN validan la «belleza» de traje de baños de natación artistica que ponen a la mujer como objeto.