
Qué son y cuáles son los principales Paraísos Fiscales en el Mundo: Países del Reino Unido y Commonwealth, Unión Europea y Estados Unidos dominan la lista
«La expresión paraíso fiscal no es muy afortunada porque sugiere la idea de que aquel país donde se obliga a pagar impuestos es un infierno. Y eso no es cierto porque los impuestos son la base de la convivencia social organizada, porque en la selva no existen los impuestos. Los impuestos son la contraprestación de los servicios comunes que necesitamos y recibimos cuando convivimos en sociedad; cuanto más desarrollada y avanzada es una sociedad más impuestos son necesarios para satisfacer las necesidades colectivas que individualmente no podemos atender, como la educación de los hijos, la atención de la salud, la retribución en situación de desempleo, las pensiones y el cuidado de los ancianos, la seguridad pública, la disponibilidad de vías públicas». Juan Hdez. Vigueras, El trasfondo de los Paraísos Fiscales, página 13.
La nueva develación de la investigación de nombre «Pandora Papers», continuación de los «Paradise Papers» del 2017, los «Panama Papers» del año 2016, los «Offshore Leaks» del 2014, y otras tantas revelaciones más locales como los Luxemburgo Leaks del 2015, vuelve a mostrar una de las aberraciones más de las tantas de la actual economía capitalista global, los llamados «paraísos fiscales» o «centros offshore», como también se les denomina también con algo de distorsión: «offshore» se traduce del inglés como «de alta mar», en el mar, en circunstancias que aunque bastantes paraísos fiscales están localizados en territorios insulares lejanos, esto está lejos de ser así en todos.
Un puñado de países o territorios dentro de ciertos países, tienen un régimen legal que facilita una descomunal huida de capitales hacia sus empresas, instituciones financieras y bancarias, generando una enorme evasión y elusión tributaria en los países desde donde provienen estas riquezas, y permitiendo, facilitando, haciendo posibles, una serie de ilícitos, delitos, y hasta crímenes (tráfico de armas, de drogas) relacionados con las operaciones financieras que estas jurisdicciones permiten.
¿En qué se caracterizan los «paraísos fiscales»?¿Cuáles son los principales paraísos fiscales del mundo?
Antes que todo, normas tributarias excepcionales para los grandes capitales transnacionales y grandes riquezas, significativamente distintas a las del resto de los países, y de los propios ciudadanos contribuyentes del país paraíso fiscal. Y lo otro: un alto estándar de secreto bancario, es decir, entre otras cosas, el que las agencias económicas o tributarias de otros Estados no tienen acceso ni solicitar información acerca de las cuentas bancarias localizadas en el paraíso fiscal.
Pero también, son países partes de países que de un modo u otro son parte de los países dominantes de la escena geopolítica, militar y económica mundial. No cualquier país puede ser paraíso fiscal. Por lo pronto, de examinar el listado, resulta notorio el que sean países del grupo de países dominantes, o bien Estados cuyos gobiernos se han caracterizado por tener alianzas estrechas con esos países occidentales dominantes de la escena global.
Los territorios coloniales insulares suelen ser buena parte de este verdadero sistema de paraísos fiscales extendido por todo el orbe, como la isla Jersey, dependencia británica ubicada en el Canal de la Mancha a pocos kilómetros de Francia (al igual que Guernsey, otro paraíso fiscal), o Aruba de los Países Bajos, a pocos kilómetros de la costa de Venezuela, se ha calculado que son responsables de aproximadamente el 29% de la evasión del Impuesto de Sociedades a nivel mundial. O las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Bahamas entre Cuba y Estados Unidos, o las islas Maldivas y las islas Seychelles, ambas en el Océano Índico, todas del Reino Unido.
Algunos de los paraísos fiscales de la lista pueden resultar distantes a la imagen que se tiene de estos «centros financieros», que para la prensa privada dominante a nivel internacional y en cada país, suele presentarlos como si fueran países chicos y alejados.
Por cierto, destaca la participación del Reino Unido y los países que derivan del Imperio Británico, tanto países que siguen siendo parte de la Corona británica y reconocen como Jefa de Estado a la Reina Isabel II, como los territorios de ultramar como las Islas Vírgenes Británicas, o las islas del Canal de la Mancha entre la isla de Inglaterra y Francia, Guernsey y Jersey, y también de otros como Canadá y Malta, países independientes pero que reconocen como jefatura de Estado a la Monarquía Británica.
También, Estados Unidos, que con su Estado federalizado, tiene un buen número de estados que son en los hechos paraísos fiscales, como Delaware, Nevada, Wyoming o Dakota del Sur. De hecho, en los últimos años, se ha visto un importante desplazamiento de cuentas desde Suiza hacia estos estados (Olvídese de Suiza: Estados Unidos es el paraíso fiscal favorito de las grandes fortunas, El País España).
En el corazón de Europa también los hay. Alemania misma tiene varios Länder (estados federados), los estados en los que se compone la República Federal de Alemania. O Luxemburgo, Irlandia, y los Países Bajos, todos, países que tienen poder de veto a decisiones que vayan en el sentido de mayor regulación sobre la materia a nivel de la Unión Europea. Paradojalmente, la UE elabora una lista de paraísos fiscales en el mundo, listado que es criticado pues deja afuera precisamente a las más grandes operaciones y centros offshore, como los países integrantes de la Unión.
También cabe destacar la importancia de la escala o tamaño de las operaciones «offshore» en el listado. Las jurisdicciones clasificadas con mayores niveles de confidencialidad son los países africanos Angola y Argelia, pero estos representan menos del 0,1% del total de los servicios financieros extraterritoriales. Es decir, los capitales se mueven hacia territorios que tienen, además de altos grados de confidencialidad o «secreto bancario», otras condiciones, entre las que se puede destacar la seguridad y «estabilidad» de esas economías y sistemas institucionales, y la pertenencia a países o países que son los dominantes en la escena global, o cuentan con el respaldo de aquellos.
Es necesario destacar también el alto grado de movilidad que tienen los distintos paraísos fiscales en el ranking que elaboran las distintas organizaciones no gubernamentales sobre la materia, cuestión debida a la propia movilidad de los movimientos de capital que se mueven hacia o desde ellos, haciendo que en pocos años, o de un año para otro, haya territorios paraísos fiscales que suben o bajan varios lugares en el ranking. También, las propias regulaciones fiscales de cada país se mueven año a año, entre otros motivos, por acuerdos internacionales o multilaterales relativos a esta materia, como los que usualmente acuerda la Unión Europea o la OCDE.
El ranking 2021 de Paraísos Fiscales de la Red para la Justicia Fiscal
La edición de 2021 del Índice bienal de Paraísos Fiscales Corporativos de la Red para la Justicia Fiscal consideró que los países de la OCDE y sus dependencias ocupan los seis primeros puestos en la clasificación de los mayores facilitadores del abuso fiscal corporativo a nivel mundial. En orden descendente: las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán, y las Islas Bermudas, los Países Bajos, Suiza y Luxemburgo. Los tres primeros se tratan de territorios británicos de ultramar en los que el gobierno del Reino Unido cuenta con plenos poderes para imponer o vetar la legislación y donde el poder de nombrar a los principales funcionarios del gobierno recae en la Corona británica encabezada por la Reina Isabel II,
Los 10 mayores facilitadores del abuso fiscal corporativo a nivel mundial en la actualidad son:
Islas Vírgenes Británicas (territorio británico de ultramar), Islas Caimán (territorio británico de ultramar), Islas Bermudas (territorio británico de ultramar), Países Bajos, Suiza, Luxemburgo (estos tres países, miembros de la Unión Europea), Hong Kong, Jersey (dependencia de la Corona británica), Singapur (miembro de la Commonwealth británica), y Emiratos Árabes Unidos (estrecho aliado de Estados Unidos y la Unión Europea en Medio Oriente).
El Índice de Paraísos Fiscales Corporativos clasifica a cada país en función de la intensidad con la que los sistemas fiscales y financieros del país permiten que las empresas multinacionales transfieran sus beneficios fuera de los países en los que operan y, en consecuencia, paguen menos impuestos de los que deberían pagar allí. El índice evalúa el sistema fiscal y jurídico de cada país con una “puntuación de paraíso fiscal corporativo” sobre 100, donde cero representa nulo margen para el fraude fiscal corporativo y 100 un margen incontrolado para el fraude fiscal corporativo. La puntuación de paraíso fiscal corporativo del país se combina luego con el volumen de actividad financiera realizada en el país por parte de las empresas multinacionales a fin de calcular el grado del abuso fiscal corporativo transfronterizo facilitado por el país (Ver La clasificación de paraísos fiscales muestra que los países que establecen las normas fiscales mundiales hacen lo posible para ayudar a las empresas a ignorarlas, Tax Justice Network).
Como señalamos antes, el listado se mueve no poco de año a año, pero hay constantes que pueden apreciarse entre los primeros lugares. Así, entre los 20 mayores paraísos fiscales del mundo según el Índice de Secreto Financiero (FSI) de 2020 de la ONG inglesa Tax Justice Network (Red de Justicia Fiscal), y graficado por la web Visual Capitalist, se puede ver el siguiente listado (Mapped: The World’s Biggest Private Tax Havens, Visual Capitalist):
Islas Caimanes, Estados Unidos, Suiza, Hong Kong, Singapur, Luxemburgo, Japón, Países Bajos, Islas Vírgenes Británicas, Emiratos Árabes Unidos, Guernsey, Reino Unido, Taiwan, Alemania, Panamá, Jersey, Tailandia, Malta, Canadá, Qatar.
El FSI clasifica a los países y territorios de todo el mundo según dos criterios: el secreto financiero o bancario, y la escala de las operaciones financieras implicadas.
La puntuación del secretismo dice relación con cómo se puede ocultar el dinero en el sistema bancario de la jurisdicción del «Paraíso Fiscal». Esto incluye el análisis del registro de la propiedad, la transparencia de las entidades jurídicas, la normativa fiscal y financiera y la cooperación con las normas internacionales.
El otro indicador es el tamaño del paraíso fiscal en la escala global de operaciones financieras transnacionales: ¿Cuál es la cuota de la jurisdicción del paraíso fiscal en el total de servicios financieros transfronterizos del mundo? Esta métrica se basa principalmente en las estadísticas de la Balanza de Pagos del Fondo Monetario Internacional, FMI.
El protagonismo del Reino Unido, las dependencias del ex Imperio Británico, y la Commonwealth
Una buena parte de los paraísos fiscales y de las operaciones de las empresas «off shore» como se les conoce, son en el Reino Unido, o en dependencias del Reino Unido (Islas Caimán, Vírgenes Británicas, Guernsey, Jersey). De este modo, además del Reino Unido, cuatro de los 20 principales paraísos fiscales -Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Guernsey y Jersey- son territorios británicos de ultramar o dependencias de la Corona Británica.
Los territorios británicos de ultramar: Las Islas Caimán e Islas Vírgenes Británicas
El territorio británico de ultramar de Islas Caimán ha venido subiendo en las últimas entregas del Índice de Paraísos Fiscales Corporativos, aumentando el volumen de actividad financiera que recibe por parte de las empresas multinacionales, lo que incrementa el papel mundial que desempeña a la hora de permitir la transferencia de beneficios.
Caimán también ha también subido en el Índice de Secreto Financiero 2020 de la Red para la Justicia Fiscal, pasando de un tercer a un primer puesto tras incrementar el volumen de actividad financiera que alberga de personas no residentes. Se ha hecho referencia a las Islas Caimán como la “joya de la corona de la telaraña del Reino Unido”, una red de territorios y dependencias británicos (en los que el gobierno del Reino Unido posee plenos poderes para imponer o vetar la legislación) que opera como una red mundial de paraísos fiscales que blanquean y transfieren dinero dentro y fuera de la City de Londres.
A pesar de que Caimán sigue creciendo hasta convertirse en la mayor amenaza mundial de abuso fiscal mundial, el territorio británico de ultramar fue eliminado de la lista negra de paraísos fiscales de la Unión Europea en 2020 tras llevar a cabo una importante campaña de relaciones públicas. El intento por parte de un puñado de miembros del Parlamento Europeo de volver a incluir a Caimán en la lista negra en febrero de 2021 fracasó, lo que condujo a Paul Tang, eurodiputado y presidente del subcomité de asuntos fiscales del Parlamento Europeo, a exigir que se eliminen los “juegos políticos” del proceso de inclusión en listas negras
Estados de Estados Unidos, territorios paraísos fiscales emergentes
Varios estados de Estados Unidos son paraísos fiscales que vienen flexibilizando crecientemente su legislación para atraer capitales. “Durante la última década, Dakota del Sur, Nevada y más de una decena de estados estadounidenses se convirtieron en líderes en temas de secreto financiero”, destaca la extensa investigación periodística.
Según las investigaciones de Pandora Papers, muchas personas ricas utilizan Dakota del Sur como un paraíso fiscal. De los 206 fideicomisos con sede en Estados Unidos identificados en la investigación, por un valor estimado conjunto de más de 1,000 millones de dólares, 81 están basados en Dakota del Sur.

Los principales estados de Estados Unidos señalados como paraísos fiscales y centros «offshore» en la investigación «Pandora Papers».
«Alrededor de la mitad de los estados están en esta competencia», explicó Chuck Collins, del Institute for Policy Studies, y uno de los expertos que dio elementos de contexto a los periodistas que trabajaron en los Pandora Papers. El especialista cita entre otros a Alaska, Wyoming y Nevada (“Este es el papel de Estados Unidos dentro de los Pandora Papers”, Expansión, México).

La ciudad de Reno, en el Estado de Nevada, uno de los estados paraíso fiscal más importantes de Estados Unidos. La conocida Las Vegas, también en Nevada, es también centro de operaciones financieras.
Alemania, Paraíso Fiscal en el centro de la Unión Europea
La fama que ha tenido Alemania como un país que tiene una alta tributación de las grandes riquezas y empresas choca con la realidad, y tiene un gran «lado B», en el que abundan las normas tributarias que permiten calificarlo como un paraíso fiscal. En particular, el régimen federal de Alemania ha permitido una competencia entre los distintos Länder en los que se compone la federación, por establecer sistemas tributarios y legales favorables a las empresas y grandes empresarios.
«Alemania: ¿un paraíso fiscal?», se pregunta una nota publicada en la misma Deutsche Welle (DW), el medio de comunicación del gobierno de Alemania, a partir del completo libro “Alemania paraíso fiscal. Por qué los ricos no pagan impuestos”, publicado en 2016 que contiene una extensa investigación de Markus Meinzer, detallando una realidad poco conocida: cómo Alemania participa activamente en el negocio de la evasión fiscal y el blanqueo de dinero a nivel internacional.
Luxemburgo y los «LuxLeaks»
Luxemburgo sigue siendo un paraíso fiscal, más de seis años después del escándalo de evasión fiscal llamado «LuxLeaks» o «Luxemburgo Leaks». En el presente año 2021, un grupo de medios, incluidos Süddeutsche Zeitung, Le Monde y Organized Crime and Corruption Reporting Project, publicó una nueva investigación que denunció que sigue siendo un paraíso fiscal con políticas y legislación fiscal que favorece el blanqueo de capitales.
Esta nueva investigación, «OpenLux», concluye que una gran mayoría de las empresas luxemburguesas son participaciones puramente financieras, también llamadas como «sociedades fantasma», que se utilizan básicamente para evitar impuestos, o bien blanquear u ocultar activos.
La investigación reveló cómo las empresas trasladan primero sus beneficios a Luxemburgo mediante préstamos intraempresariales, para después transferirlos a otros paraísos fiscales. Luxemburgo es, después de Estados Unidos, el segundo centro financiero internacional del mundo con un flujo de Inversión Directa Extranjera interna del 5.766% sobre su PIB y una externa de 6.749%.
De acuerdo con la publicación, Luxemburgo sirve de paraíso fiscal a unas 55.000 sociedades fantasmas creadas por multinacionales y millonarios, pero también por grupos mafiosos y organizaciones dedicadas a ilícitos internacionales. Entre los nombres que citan los medios aparece el príncipe heredero de Arabia Saudí, y tres cuartas partes de las empresas del CAC-40, el índice de referencia de las principales empresas de la Bolsa de París. Es decir, buena parte de las grandes empresas y riquezas de Francia, utilizan a Luxemburgo como centro de operaciones financieras para evadir impuestos, y transferir activos hacia otros paraísos fiscales. El partido de la extrema derecha italiana, la Lega, también dispone allí de una cuenta investigada por las autoridades de su país.
«Estas investigaciones confirman que el Gran Ducado es, en contra de lo que afirman las autoridades luxemburguesas, un auténtico centro ‘offshore’, a medio camino entre la City de Londres y las Islas Vírgenes Británicas. Cerca del 90 % de estas ‘sociedades’ están controladas por no luxemburgueses», señala el artículo de Le Monde.
De las 50 familias más ricas de Francia, 37 «estructuran sus compañías, patrimonio e inversiones a través de decenas de ‘holdings’ luxemburgueses», entre ellos los Hermès o Bernard Arnault, presidente de LVMH.
“Luxemburgo», recuerda TaxJustice, «ocupa actualmente el sexto lugar tanto en el índice de secreto financiero 2020 como en el Índice de paraíso fiscal corporativo 2019, lo que lo convierte en el sexto mayor facilitador mundial tanto del secreto financiero como del abuso del impuesto corporativo. El año pasado, el informe de TaxJustice 2020 reveló que Luxemburgo le cuesta al mundo 25.000 millones de euros en impuestos perdidos cada año al permitir el abuso de impuestos corporativos y la evasión de impuestos privados» (La mayoría de empresas de Luxemburgo son chiringuitos de multinacionales y millonarios, como Shakira o el heredero saudí, El Diario, España).

Dubai, la ciudad más poblada de los Emiratos Árabes Unidos y centro de su actividad financiera transnacional y las actividades de las empresas «off shore» y las empresas de «asistencia financiera».
Emiratos Árabes Unidos, y la «patata caliente» en conjunto con los Países Bajos
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU), y su centro urbano Dubai, escaló posiciones en el listado para entrar entre los diez primeros después de que varias empresas transnacionales hayan utilizado los Países Bajos para desviar la enorme cantidad de más de 218.000 millones de dólares de inversión extranjera hacía el país de Oriente Medio. Dichas transferencias de capitales hacía Holanda, que equivale a más de la mitad del PIB anual de los Emiratos Árabes, disparando el volumen de actividad financiera que acogen de las corporaciones multinacionales en casi un 180% con respecto al período anterior.
La técnica utilizada, según la investigación de la TJN, es la llamada “patata caliente”. Mediante esta práctica, las multinacionales pueden triangular inmensas cantidades de dinero desde los países donde se genera el beneficio a Emiratos Árabes usando a Holanda como país intermedio. Según apunta la investigación, solo en 2019, 200.000 millones de dólares que provenían de Estados Unidos y Sudáfrica fueron desviados al país europeo y luego desviados de nuevo a Emiratos.
Además, también señalan que Emiratos Árabes parecen haber sustituido a dos territorios británicos de ultramar, las Islas Vírgenes Británicas y las Bermudas (primer y tercer lugar del ránking respectivamente), como destino preferido de las empresas multinacionales con sede en los Países Bajos y de las empresas multinacionales que utilizan el territorio europeo como conducto. Tan solo en 2019, la inversión extranjera directa procedente de los Países Bajos a estos dos paraísos fiscales se redujo en 130.000 millones de dólares.
Los motivos que empujan a Emiratos a escalar posiciones como lugar favorito para las multinacionales es debido al creciente papel del Estado como centro offshore mundial, como lugar ideal para crear empresas pantallas, y la preferencia de las empresas que operan en África y Asia. El país, para ello, ha modificado sus legislaciones fiscales, como las normas de Actividades Generadoras de Ingresos Básicos de Sustancia Económica, que exigen que un determinado nivel de actividad económica tenga lugar en la jurisdicción en la que una multinacional declara sus beneficios (Emiratos Árabes, Países Bajos y la “patata caliente” de la evasión fiscal, El Salto Diario de España).
El trabajo de investigación de la Red para la Justicia Fiscal atribuye la probable fuente de la inyección a un juego multimillonario de “patata caliente” mediante el cual 200 mil millones de dólares en inversión extranjera directa se transfirieron a los Países Bajos desde los Estados Unidos y Sudáfrica en el 2019. Esta inyección de capitales y fondos a los Países Bajos luego fue redirigida a los Emiratos Árabes Unidos. El aumento sustancial de la inversión extranjera directa procedente de Sudáfrica en los Países Bajos coincide con una disminución de magnitud similar en la inversión extranjera directa desde Sudáfrica a China, lo que sugiere que los Emiratos Árabes reemplazaron a China como destino favorito de la inversión extranjera directa que procede de Sudáfrica. No obstante, dado que los datos son agregados a nivel de país, no muestran qué empresas individuales son responsables de estos cambios.
Los EAU también parecen haber reemplazado a dos territorios británicos de ultramar, las Islas Vírgenes Británicas (situadas en el primer puesto en el índice) y Bermudas (situada en el tercer puesto), como destino preferido para las empresas multinacionales con sede en los Países Bajos y las empresas multinacionales que utilizan los Países Bajos como canal. Ambos paraísos fiscales recibieron 130 mil millones de dólares menos en inversión extranjera directa de los Países Bajos en 2019 que en 2018 (una disminución del 64 por ciento). En general, Bermudas experimentó un descenso del volumen de actividad financiera que recibe de empresas multinacionales de todo el mundo de más de 150 mil millones de dólares (un 19 por ciento) entre 2018 y 2019. El cambio hacia los EAU podría explicarse parcialmente por la adopción más permisiva de los EAU de las normas de actividades generadoras de ingresos básicos de sustancias económicas (que requieren que se realice un cierto nivel de actividad económica en la jurisdicción en la que una multinacional reporta beneficios ) y por el creciente papel de los EAU como el centro financiero extraterritorial de elección para las empresas multinacionales que operan en África y Asia (La clasificación de paraísos fiscales muestra que los países que establecen las normas fiscales mundiales hacen lo posible para ayudar a las empresas a ignoralas, Tax Justice Network).
«Un doble irlandés con sándwich holandés»: El esquema de operaciones entre Irlanda y Países Bajos
«Café doble irlandés», «sándwich holandés»…. Las complicadas operaciones para evadir y eludir impuestos vía paraísos fiscales y operaciones «offshore» han tomado algunos nombres curiosos. La BBC explica una de este tipo de estas operaciones de la siguiente forma:
«¿Quieres pagar menos impuestos? Haz un sándwich. Específicamente un «sándwich doble irlandés-holandés». Supongamos que eres estadounidense. Abres una empresa en Bermuda y le vendes tu propiedad intelectual. Luego esta empresa abre una subsidiaria en Irlanda. Ahora, abre una segunda empresa en Irlanda, que factura por las operaciones que realizas en Europa por valores similares a sus ganancias. Ahora, abre una tercera compañía en Holanda. Haz que tu segunda empresa irlandesa le envíe dinero a tu compañía holandesa, que inmediatamente la reenvía a tu primera empresa irlandesa (ya sabes, la que está basada en Bermuda). ¿Ya estás aburrido y confundido? Si lo estás, es parte del objetivo. Los paraísos fiscales dependen de hacer que sea muy difícil seguir el flujo de dinero, a veces incluso lo hacen imposible. Técnicas contables que hacen que te duela el cerebro le permiten a multinacionales como Google, eBay y Ikea minimizar la cantidad de impuestos que pagan, de forma totalmente legal.» (¿Cómo se hace un sándwich doble irlandés-holandés y por qué ayuda a ocultar fortunas?, BBC, Reino Unido)
Que en ciertos países esto sea «legal», como intenta aparentar con falsa neutralidad esta nota de la BBC, es algo que resulta obvio, pues son políticas de Estado las que establecen, avalan y protegen los paraísos fiscales.
Otra forma de explicarlo: Esta estructura consiste en crear un grupo de 4 sociedades, situadas en Irlanda y en un paraíso fiscal (por ejemplo, Islas Bermudas), y en Holanda y otro paraíso (por ejemplo, Antillas Holandesas). La sociedad de Irlanda, que es la que recibe los ingresos de todo el mundo, paga cantidades astronómicas a la situada en el primer paraíso por la utilización de los derechos intelectuales. Para no pagar impuestos en Irlanda por los pocos beneficios que quedan, se envían a la sociedad de Holanda, aprovechando que por estas operaciones tampoco se pagan impuestos, y de ahí se envían finalmente al segundo paraíso, pagando un impuesto irrisorio. El resultado final es que la totalidad del dinero se ha situado en los dos paraísos fiscales, sin haber pagado casi ningún impuesto ( Un ‘doble irlandés con sándwich holandés’, El Economista, España).
La particularidad de Hong Kong y su relación de autonomía relativa frente a China
El caso de Hong Kong, ex territorio británico y tiene un particular estatus como «región autónoma» de China, categoría que comparte con Macao, ex colonia del Imperio de Portugal. El enclave británico volvió a estar dentro de la República Popular China, pero en un estatus que le mantiene muy altos niveles de autonomía, bajo la idea de «un país, dos sistemas». En esta negociación que se dio entre el Gobierno chino y el Reino Unido y las elites hongkonesas, mantuvo buena parte del modelo capitalista de libre mercado, que en algunos aspectos contrasta de manera significativa con el régimen económico existente en China. Sobre el modelo chino existe una larga controversia y debate en torno a los rasgos del «socialismo con características chinas», que van desde asumirlo como un modelo capitalista con un mayor protagonismo del Estado, hasta considerar que la acción estatal y gubernamental configuran un modelo socialista con apertura al capitalismo.
Más allá de tales debates, la disputa con Hong Kong, promovida constantemente por los gobiernos occidentales y sus medios de comunicación asociados, dice relación con el grado de autonomía que tiene esta región «autónoma», donde la influencia política e incidencia ideológica y cultural de los poderes occidentales es importante, y donde la oposición hongkonesa a China se atrinchera en ideas como la «libertad» y el «libremercado» para defender el excepcional estatus de Hong Kong, que entre otros puntos, tiene precisamente su regulación fiscal que pone al ex enclave como uno de los principales paraísos fiscales en el mundo.
En ello, también, hay una relación con la elite de multimillonarios y dirigencias políticas de China, país que, como es sabido, tiene cada vez un mayor número de ellos, empujados por el acelerado camino de China hacia convertirse en el nuevo «hegemón» mundial, es decir, la potencia dominante en el orden global, tendencia en curso y que parece no tener más obstáculos que el poderío geopolítico y militar de Estados Unidos y sus alianzas (la Unión Europea en la clave política y económica, o la OTAN visto en perspectiva geopolítica y militar).
China, por su parte, si bien tiene regulaciones fiscales que podrían ser calificadas como muy intensas y altas en comparación con otros países de su región y a nivel mundial, sí tiene un alto número de multimillonarios, familias y empresas que ponen sus fondos en paraísos fiscales, como el mismo Hong Kong, o el cercano Singapur (Singapur rediseña su cartel de paraíso fiscal para atraer a ultra-ricos y empresas ante las subidas de impuestos). No es menor tal cosa, sobretodo considerando que en las investigaciones de los Pandora Papers, como asimismo en los Panama Papers y Paradise Papers, han aparecido de manera creciente funcionarios y dirigencias del gobierno chino, cuestión que habla de los claroscuros y manifestaciones de hibridez en el régimen económico, político y social del gigante asiático.
El rol de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y otras instancias de las elites de los países más ricos
Como se ve, los paraísos fiscales están enclavados fundamentalmente en los países más ricos y dominantes de la economía capitalista global, en especial aquellos del eje Estados Unidos – Unión Europea – Reino Unido. Es decir, los países que a su vez, son los ejes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, organización que, vaya paradoja, es la instancia de mayor poder de decisión acerca de normas fiscales a nivel mundial.
La historia de la OCDE ilumina este punto. La OCDE es la organización sucesora de la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE), que fue uno de los resultados de la implementación del Plan Marshall destinado a la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. En su fundación, entre 1960 y 1961, una veintena de países lo conformaron (todos europeos, más Estados Unidos y Canadá), para posteriormente ir creciendo hasta la cifra actual, con 37 miembros plenos.
Es relevante señalar que buena parte de las políticas económicas, comerciales, y tributarias mundiales, que podrían ser atribución de las instancias de la Organización de Naciones Unidas (donde al menos existe el órgano de la Asamblea General de «un país un voto»), han quedado, en los hechos, colocadas en manos de instancias relativamente externas al sistema ONU, como la propia OCDE o las reuniones del «G-20» (en los hechos, el principal espacio de deliberación política y económica del mundo), donde, entre este grupo selecto de países, dominados notoriamente por los más poderosos en todos los sentidos, deciden cuestiones de relevancia global. El tema de la evasión tributaria y los paraísos fiscales es uno de estos.
La revelación del Índice de Paraísos Fiscales Corporativos de que los países de la OCDE y sus dependencias son responsables del 68.3 por ciento de los riesgos del abuso fiscal corporativo a nivel mundial coincide con lo mostrado en el Informe del Estado de la Justicia Fiscal 2020 de la Red para la Justicia Fiscal publicado en noviembre del año pasado. El estudio mostró que los países de la OCDE y sus dependencias son responsables de facilitar el 68.1 por ciento de las pérdidas fiscales constatables mediante el abuso fiscal corporativo transfronterizo. El estudio de 2020 llegó a la misma conclusión que el índice utilizando una metodología completamente diferente basada en el análisis de las declaraciones fiscales corporativas publicadas por la OCDE, en contraste con la metodología del índice que analiza las leyes fiscales y financieras de los países a fin de detectar riesgos de abuso fiscal corporativo.
De este modo, el «Estado de la Justicia Fiscal 2020» puso de relieve que los países de la OCDE y sus dependencias cuestan al mundo más de 166 mil millones de dólares en impuestos corporativos perdidos cada año – el equivalente a perder más de 26 millones de salarios anuales de personal de enfermería al año, o a perder los salarios anuales de 50 enfermeras por minuto en el caso de los países de la OCDE y sus dependencias.
El Índice de Paraísos Fiscales Corporativos 2021 indica que la mayor parte de la responsabilidad de permitir el abuso fiscal corporativo mundial entre el grupo de países de la OCDE recae en el Reino Unido y su red de territorios de ultramar y dependencias de la Corona, en los que el Reino Unido cuenta con plenos poderes para imponer o vetar la legislación y donde el poder nombrar a los principales funcionarios del gobierno recae en la Corona británica. Conocida como la “telaraña del Reino Unido”12 por la manera en que la red opera como un entramado de paraísos fiscales centrados en la City de Londres, el Reino Unido y su red son colectivamente responsables del 31 por ciento de los riesgos del abuso fiscal corporativo en el mundo – o casi la mitad (45 por ciento) de los riesgos del abuso fiscal corporativo facilitados por los países de la OCDE y sus dependencias.
Después del Reino Unido, los tres mayores facilitadores para el abuso fiscal corporativo entre los países de la OCDE y sus dependencias son los Países Bajos (5.5 por ciento), Suiza (5.1 por ciento) y Luxemburgo (4.1 por ciento). Estos tres países agrupados, junto con el Reino Unido y su red, son responsables de casi la mitad (46 por ciento) del abuso fiscal corporativo del mundo, y de ahí que este grupo a menudo sea denominado como el “eje de la evasión fiscal”. El eje de la evasión fiscal es responsable de más de dos tercios (67 por ciento) del abuso fiscal corporativo que permiten los países de la OCDE y sus dependencias.
De manera similar, el Estado de la Justicia Fiscal 2020 estableció que la red del Reino Unido es responsable de la mayor parte de la responsabilidad de la evasión fiscal transfronteriza, con el 29 por ciento de todas las pérdidas fiscales corporativas sufridas por países de todo el mundo, lo que, se calcula, les cuesta a los países casi 70 mil millones de dólares en impuestos corporativos perdidos cada año.
Palabras para finalizar. El estado actual del debate y las disputas en curso
Pero el panorama de los paraísos fiscales podría cambiar pronto. Con la pandemia, los grandes poderes, y muchos sectores dominantes en la escena capitalista global, han caído en cuenta que se precisa una mayor regulación de la existencia y operaciones de los paraísos fiscales y de la actividad de las empresas, sobretodo transnacionales, que operan con estos mecanismos. En ese sentido, puede decirse, el paradigma «neoliberal» o de desregulación financiera y globalización capitalista que ha sido el trasfondo histórico de la proliferación de los paraísos fiscales, viene siendo fuertemente cuestionado.
En ese marco, el «G7», el grupo de los países más poderosos a nivel mundial, llegó a un acuerdo en junio de 2021 para empezar a gravar a las empresas multinacionales en función de los ingresos generados en cada país (en lugar de donde la empresa tenga su sede), así como para establecer un impuesto mínimo global del 15%. En total, un grupo de 130 países han aceptado el acuerdo, entre ellos India, China, el Reino Unido y las Islas Caimán.
Pero el actuar de los países que son paraíso fiscal, y la de los otros Estados que avalan y promueven su existencia y el crecimiento de sus operaciones, está más marcado por la hipocresía que por el cumplimiento de compromisos. De hecho, la propia Unión Europea se caracteriza por un cínico sesgo, con el que los países integrantes de la Unión quedan afuera del listado de paraísos fiscales con mínimas o prácticamente nulas medidas para terminar con las operaciones «offshore». Lo mismo puede decirse de la OCDE.
A medida que se intensifica la campaña para recuperar los impuestos diferidos, la cuestión se convierte una urgencia, en un mundo donde las palabras «crisis» y «urgencias» van a requerir cada vez mayores recursos fiscales. Llevar a los individuos y familias más ricas del planeta, y a las grandes corporaciones transnacionales a tributar lo que corresponde a tal escenario, evitando que inventen nuevos trucos y «paraísos fiscales», es uno de los desafíos políticos más cruciales del tiempo actual y venidero.
En el informe periodístico de los «Pandora Papers», se señala en una de sus partes:
«En una era de expansión del autoritarismo y de la desigualdad, la investigación de los Pandora Papers ofrece una perspectiva inédita sobre la manera en que el dinero y el poder operan en el siglo XXI, y sobre cómo el secreto financiero impulsado por Estados Unidos y otras naciones torció y quebró el imperio de la ley alrededor del mundo.
Los hallazgos del ICIJ y de sus medios aliados exhiben cómo las finanzas ultrasecretas han infiltrado la política internacional y muestra por qué los gobiernos y las organizaciones globales han hecho tan poco para acabar con los abusos financieros en jurisdicciones extraterritoriales«.