
«¿Qué es la Alianza del Pacífico, la apuesta regional de Boric? Parte III» por Nicolás Valenzuela
Tercera entrega de este especial sobre la Alianza del Pacífico. La doctora en economía política Ximena Roncal Vattuone analiza y entrega un balance de otra de las joyas de la corona: el proceso de Integración Comercial y su reteño -el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA)-. Con estas iniciativas, el sector financiero se constituye al interior de las oligarquías aliadas, como el grupo de avanzada y privilegio en el órgano que representa la prioridad política del gobierno de Gabriel Boric en materia de relaciones exteriores. Sin embargo, no todo es color de rosa.
PARTE III: LA APUESTA DE LA BANCA
LA INTEGRACIÓN FINANCIERA
La Alianza del Pacífico, a través de sus empresarios, cuyo vocero y responsable es su Consejo Empresarial, ha planteado como una de sus prioridades la integración financiera. Una de las primeras actividades de este Consejo fue la constitución de un Grupo de Trabajo (GT) encabezado por Chile, al cual se le dio la responsabilidad de identificar los temas de interés del sector privado “así como [emitir] recomendaciones para los Ministros de Finanzas, que puedan ser susceptibles de ser analizadas conjuntamente e implementadas por los cuatro países en el corto, mediano y largo plazo” (Alianza del Pacifico, 2018: 20)
En este contexto, en 2017 se forma el Grupo Público-Privado de Integración Financiera (GPP), integrado por las autoridades de los gobiernos y representantes del sector privado de los países de la AP. El Grupo considera las iniciativas existentes y es responsable de diseñar otras iniciativas, propuestas, acciones y recomendaciones puntuales con miras a avanzar en la integración financiera del organismo en estricta coordinación entre el sector público y privado (Alianza del Pacífico, 2018).
Es así que el GT de integración financiera del Consejo Empresarial traza una Hoja de Ruta de Integración Financiera en la Alianza del Pacífico (2018), en cuya elaboración intervinieron también el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Observatorio Estratégico de la AP (OEAP) y el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Chile (CLAPES UC). El diseño de la Hoja de Ruta contó con el asesoramiento técnico y de recursos del BID y de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (ABIF) y la Fundación chilena del Pacífico. El documento sostiene que: “La integración financiera (IF) constituye uno de los pilares fundamentales de la AP.
La IF, desde la Alianza del Pacífico, está encaminada a favorecer la apertura de cuentas de capitales, las cuentas de comercio exterior, la desregulación y la liberación de los mercados; así como incrementar los flujos de inversión extranjera y la expansión de las inversiones transfronterizas a los otros países de la región, para lo cual es fundamental la eliminación de obstáculos, barreras gubernamentales y restricciones discriminatorias. Para la AP, la Inversión Extranjera Directa (IED) es uno de los ejes centrales para la integración profunda y la competitividad regional.
EL MILA
El Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) es “la primera iniciativa de integración bursátil transnacional sin fusión o integración corporativa a nivel global, mediante el uso de herramientas tecnológicas y la adecuación y armonización de la regulación para la negociación de mercados de capitales y custodia de títulos en las 4 naciones” (Zambrano, 2015)
Su surgimiento se atribuye también a la amenaza que representa para los cuatro países la Bolsa de Valores de Brasil (BOVESPA) que concentra aproximadamente el 90% de la demanda de acciones latinoamericanas convirtiéndola en el mercado bursátil dominante en la región.
El origen del MILA es privado y su objetivo es establecer las bases para el funcionamiento de un mercado bursátil integrado a través de la armonización regulatoria, normativa y tributaria entre los mercados de valores de los cuatro países. La coordinación del MILA está a cargo de un Comité Ejecutivo constituido por directores y gerentes de las Bolsas de Valores y de las instituciones financieras participantes y su principal responsabilidad es la definición de la Planificación Estratégica de MILA.
El MILA impulsa un espacio que facilite y promueva las transacciones sobre acciones de las empresas que forman parte de las bolsas de valores de los cuatro miembros, además de convertir a la región en un área de atracción para los inversionistas de todas las latitudes. Asimismo: Espera generar beneficios a los intermediarios, debido a que la integración fomenta plazas bursátiles más atractivas y competitivas, incrementa el tipo y número de productos para distribuir, brinda la posibilidad de ofrecer nuevos portafolios diversificados por sectores según el tipo de emisores con los que cuenta cada bolsa y fortalece el sector tecnológico replicando estándares internacionales. Por otra parte, para los emisores de valores se reducen los costos de capital, se amplía la demanda y mejora la competitividad al existir la posibilidad de hacer comparaciones con pares regionales (Sandoval y Soto, 2016: 5). Entre las iniciativas de la integración financiera se encuentra la industria previsional, cuya intención es transformar la regulación de inversiones en el extranjero de los fondos de pensiones para facilitar su inversión intrarregional.
Una vez que los gobiernos de la AP se orienten en el establecimiento de patrones de políticas que aseguren un Movimiento sin obstáculos (Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, 2018), los beneficios y ventajas que traería el MILA serían los siguientes: Mayores fuentes de financiamiento a menores costos; Un aumento de alternativas de inversión; Un incremento de la liquidez y profundidad de mercado; Una adecuada formación de precios; y una reducción de los costos de transacción.
SIN EMBARGO…
La Hoja de Ruta para la Integración Financiera en la Alianza del Pacífico (2018), sostiene que los alcances del MILA desde su puesta en funcionamiento han sido limitados y no han tenido el éxito esperado. Primero, porque: el MILA solo sirvió para la interconexión de los cuatro mercados bursátiles, ya que funcionan como mercados separados. En seguida, su implementación no estuvo acompañada por un proceso de armonización tributaria y regulatoria. En tercer lugar, la ausencia de integración imposibilita aprovechar las potenciales economías de escala en el suministro de servicios de custodia y, finalmente, porque, las transacciones realizadas en el MILA se encontraron significativamente por debajo de los volúmenes negociados en las diferentes Bolsas, sobre todo debido al tamaño de las bolsas que lo conforman.
Para el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (2018), el MILA está estancado no solo por la burocracia de los Estados Parte que les obliga a reducir las regulaciones existentes, sino también por la falta de ambición del sector privado que tiene que ejercer presión a los gobiernos mediante el diálogo para que trabajen más y al interior del MILA.
Por su parte, el Informe del Atlantic Council y la Fundación Bertelsmann, trabajado por Marczak y George (2016), manifiestan que, pese a los logros del MILA, existen barreras que limitan la integración financiera más profunda como: “La liquidez; La burocracia compleja; La volatilidad de capitales; La diferencia de políticas.» En el caso de la burocracia compleja cabe destacar que (hasta) la OCDE funciona como piedra de tope en la idea de invertir los fondos de pensión en el extranjero.
Al respecto el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (2016:94) sostiene que: “En cuanto a las inversiones en el sector financiero, cada uno de los mercados de valores de los países de la Alianza del Pacífico no solo es pequeño en tamaño (combinados tienen el tamaño del mercado de Brasil), sino altamente ilíquido con un gran grado de concentración. Los mercados de valores son uni o bidimensionales; en Chile el 32% corresponde a ventas al menudeo y servicios, en Colombia un 78% de su capitalización es finanzas y energía, y en Perú el 53% corresponde a la minería”.
A esto se debe agregar que las caídas de los mercados de valores van de la mano del fortalecimiento del dólar. Los países de la AP no cuentan con mercados cambiarios entre las monedas locales y sus transacciones financieras se llevan a cabo con la divisa norteamericana, situación que conlleva al debilitamiento de las funciones de las monedas locales, haciendo del dólar la moneda esencial por encima de las monedas nacionales y anulando la soberanía de los países en materia financiera.
Este artículo es un resumen comentado de la publicación “La Alianza del Pacífico: el dispositivo empresarial regional” realizada por parte de la Dra.C. Ximena Roncal Vattuone en los Cuadernos De Nuestra América, (02), 22. Recuperado a partir de https://cna.cipi.cu/cna/article/view/53
PARTE I
«¿Qué es la Alianza del Pacífico, la apuesta regional de Boric? Parte I» por Nicolás Valenzuela
PARTE II
«¿Qué es la Alianza del Pacífico, la apuesta regional de Boric? Parte II» por Nicolás Valenzuela