Por Pablo Parry

#DeFrente

La pandemia de COVID-19 ha empujado a Brasil a un punto de no retorno. Con un incremento diario de más de 1.000 casos por día, diversas organizaciones sociales y el propio Ministerio de Salud han advertido que la crisis sanitaria podría dejar decenas de miles de contagiados y fallecidos de no tomarse medidas pronto, generando el rechazo del presidente Jair Bolsonaro, quien ha insistido en no decretar la cuarentena nacional.

La polémica protagonizada por el presidente ha llegado a tal nivel que incluso desautorizo a su propio Ministro de Salud, Luiz Henrique Mendetta, tachándolo de «poco humilde» para enfrentar la crisis, al considerar que sus acciones han tenido el efecto de golpear la economía nacional y paralizar el país. Así mismo, el mandatario ha recibido duras críticas por parte del Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal, quién recientemente rechazó una moción emanada del ejecutivo para declarar las actividades religiosas como servicios esenciales.

A su vez, varios han sido los rumores de que el Vicepresidente Hamilton Mourao habría tenido conversaciones informales con miembros de las FFAA brasileñas ante la posibilidad de una eventual salida de Bolsonaro del poder, en el evento de que la crisis sanitaria se descontrole y se llegue a situaciones de desobediencia civil.

Con una aprobación de apenas un 30%, la presidencia de Bolsonaro se encuentra en una situación límite que amenaza con empujar al país a una de las peores crisis de su historia reciente.

Imagen extraída de corazon.cl