
¿Por qué aún RD no expulsa a Javiera Parada?
Por: Nicolás Romero
Revolución Democrática recientemente y mediante un comunicado de su directiva, anunció que rechaza todo tipo de violencia y que en caso de que se compruebe la comisión de delitos por los cuales se encuentra imputado, expulsará al ex candidato a diputado del Frente Amplio Karin Belmar. El día de hoy el Juzgado de Garantía de Rancagua decidió dejar en prisión preventiva al ex candidato, por los delitos de incendio y porte de elementos incendiarios.
Belmar fue detenido junto a Darwin Castañeda tras ser «sorprendidos en las cercanías del cuartel de la PDI, estaban encapuchados, andaban en un vehículo donde portaban ciertos elementos que eran aptos para prender fuego«, detalló el fiscal jefe de la Unidad de Análisis Criminal, Carlos Fuentes, según consigna Cooperativa.
El militante de Revolución Democrática confirmó que tras ser detenido, fueron desnudado y amedrantados por personal de la PDI. O sea, fue víctima de actos constitutivos de tortura. El Juzgado de Garantía dio un plazo de 50 días para investigar la situación, periodo en el que Belmar y Castañeda se encontrarán en prisión preventiva. Curiosa forma de «condenar la violencia» entregando a un militante a la justicia que trabaja para restablecer el orden neoliberal, mediante la persecución a quienes luchan en las calles por conquistar la democracia.
Paralelamente Javiera Parada (RD) ex candidata a la directiva de su partido prestó un tremendo apoyo al dictador Piñera: «Impresionante como no hemos aprendido nada. En este país se relativiza la democracia de lado y lado, como si eso no nos hubiera llevado al peor desastre de nuestra historia. Un poco de cordura, por favor», señaló en twitter. No contenta el día jueves 24 se reunió con Piñera en la Moneda vestida «de blanco», junto a unas 50 personas. La carta que entregaron «La democracia es diálogo», con la firma de más de 2 mil 500 personas fue impulsada por Parada y los abogados democratacristianos José Miguel Burmeister y Elisa Walker. La operación política ocurre en un contexto de diálogo entre el gobierno y Michelle Bachelet en su calidad de Alta Comisionada de DDHH de la ONU, confirmando las estrechas relaciones entre el bacheletismo y la cúpula de RD.
Las pifias abundaron, pero ahora la Directiva de RD no tuvo la misma urgencia que en el caso de Karin Belmar. A la fecha no se han referido a la situación.