
Política y afectos: La clave para sostener la democracia
Por Camila Cáceres Fuentes
Historiadora e Investigadora Social, Magister en Estudios Internacionales USACH. Coordinación General Territorio Emancipado, Vocera Coordinadora Ciudad Humanista, Área técnica “Hábitat y Vivienda” del Movimiento de Pobladores Vivienda Digna
Las Revueltas de Octubre del 2019 y la crisis política colocaron a la democracia representativa en el ojo del huracán a través del discurso de cuestionamiento al sistema D’Hont y el partidismo frente a la asimetría en las elecciones y disputa de cargos que permiten tomar decisiones políticas relevantes para el país. Esto evidenció la necesidad de participación en los asuntos políticos por parte del pueblo, sobre todo en aquellos asuntos fundamentales para asegurar una vida digna y justicia para todes.
Los discursos de campaña inspirados en las Revueltas, revelan la necesidad de vincular los territorios con los espacios de poder. De hecho, llama la atención la multiplicidad de discursos enfocado a promover la participación y la cooperación entre instituciones y organizaciones de base durante el periodo de campaña para las elecciones mayo 2021 y que, fueron aquellos discursos quienes obtuvieron la mayor cantidad de puestos en los diferentes cargos.
La Lista del Pueblo fue la principal promotora de la Democracia Directa y la incorporación de nuevos conceptos políticos tales como dignidad, participación, horizontalidad, diversidad y la manifestación social permanente como vía de resolución de conflictos sociales-institucionales, logrando colocar 27 escaños en la Convención Constitucional. Además, más de 2/3 son independientes y partidos de oposición[1].
El fracaso de los discursos que apuntan hacia el individualismo, la criminalización de la protesta y la discriminación de las minorías, clásicos de la derecha y el fascismo en general perdieron 57 municipalidades a nivel país[2].
Sin embargo, si el buen vivir dependiera exclusivamente de los discursos y buenas intenciones políticas, ya habríamos cambiado el mundo.
Lamentablemente la horizontalidad, la diversidad, la dignidad y por sobre todo, la manifestación social aun no terminan su proceso de legitimación, ya que aún falta el reconocimiento institucional a través de la nueva constitución y la elaboración de políticas públicas inspiradas en dichos valores y principios políticos.
Los pilares del sistema capitalista y patriarcal están tan vigentes como lo está la crisis política que enfrenta Chile. La jerarquía y la competencia, principales promotores de la violencia estructural y simbólica, aun forman parte de nuestro imaginario político en el desarrollo de la organización institucional y barrial.
Los actores sociales y político, vivimos y reproducimos la misma violencia que nos ejerce el Estado. Reducir la multidimensionalidad de los seres exclusivamente a lo “cuantitativo”, priorizando la racionalidad por sobre la afectividad es un claro ejemplo de reproducción de violencia simbólica aprendida del modelo de Estado y política patriarcal.
La organización barrial o territorial, a pesar de ser la institución más cercana a la gente, comete los mismos errores que el Estado respecto a la praxis democrática: omitir la existencia de los conflictos, invisibilizar el malestar que deviene del malestar interno del colectivo y, por supuesto, la construcción de proyectos políticos elaborados desde el ideal de organización sin conflictos.
Por lo mismo, no es extraño encontrar deserciones y desmotivación de la gente por participar en organizaciones sociales y políticas de su territorio. Nadie quiere organizarse con espacios o personas que sean autoritarias o que denigren a las personas, no consideren el esfuerzo de quienes levantan un proyecto ni mucho menos encubrimientos de violencias y delitos en la interna del colectivo.
Aun con toda la problemática expuesta sobre las relaciones internas, existe consenso en la población del país en avanzar a una Democracia Directa, con alta participación ciudadana y que contemple la realidad territorial para la toma de decisiones nacionales.
Entonces ¿Cómo validamos la Democracia Directa si no tenemos experiencia y constancia en la organización popular? Es decir ¿De qué forma superamos la violencia para realmente levantar un proyecto político popular y revolucionario frente a esta nueva era que se aproxima?
Primero, y que ya se logró, es levantar un discurso común entre los diferentes sectores que respalden la necesidad de levantar una Democracia Directa. El lenguaje construye realidades y al menos estamos todes de acuerdo en hacernos responsables como pueblo de las decisiones fundamentales del país.
Segundo, abrazar la MULTIDIMENSIONALIDAD DEL SER como enfoque de construcción de la organización popular. Somos seres sintientes, llenos de sentimientos que varían según los roles y e infinitos contextos, y también, somos seres racionales. Si esperamos construir un proyecto político verdaderamente integrador es fundamental considerar dichos roles y realidades que viven nuestra gente, sobre todo cuando se trata de levantar un proyecto político.
Si se invisibiliza la crianza y el cuidado de personas, la explotación laboral, y el estado emocional de les participantes del espacio, por nombrar algunos casos, difícilmente podremos contar con una amplia participación de nuestros espacios.
Tercero, cuando aceptamos que somos “algo” más que activistas y nos aceptamos como seres sintientes, es cuando debemos POLITIZAR LOS AFECTOS como sostén de la organización política: Catastrar los conflictos existentes en nuestra agrupación (ideológicos, afinidades, vínculos afectivos, etc.) para buscar puntos de encuentro. Mapear los lugares en nuestro territorio que levantan seguridad, miedo o casas de compañeres para promover la participación presencial. Y por supuesto, la máxima politización de afectos se traduce en la confección de protocolos de violencias en las organizaciones sociales que pretenden hacer perdurar sus proyectos colectivos.
Es decir, la politización de afectos es la consideración y vías de solución a los conflictos con la intensión de crecer internamente como organización y garantizar la participación ciudadana frente el advenimiento de la Democracia Directa.
La dicotomía entre el empoderamiento personal y la responsabilidad afectiva con el conglomerado, es compleja de resolver. La verbalización de sentires, disposición para aceptar equivocaciones y la valentía para asumirlas, son los mayores obstáculos que tenemos como seres sintientes criados en un sistema competitivo e individualista.
Desde una mirada política estratégica, aceptar que existen conflictos que exceden nuestra capacidad política de resolver, y desde ahí, afianzar la articulación entre otros grupos especializados en dichas problemáticas para solucionarlas.
La articulación que ha tenido el Movimiento de Pobladoras y Pobladoras Vivienda Digna (MPVD) y la Universidad Católica Silva Henrique a través de prácticas profesionales de Psicología, Trabajo Social y Sociología que analizan, contienen y reparan las múltiples situaciones de violencia que viven las personas de los comité de vivienda que adhieren al MPVD en la RM es un excelente ejemplo para evidenciar como la ayuda mutua permite que los proyectos políticos se mantengan a largo plazo.
La consulta popular evidencia empatía política. El ver visibilizada nuestra decisión genera mayor compromiso con el proyecto y la sensación de espacio seguro respecto a la participación en las organizaciones sociales. O sea, la Democracia Directa se vuelve un hecho cuando hemos logrado integrar la afectividad como factor principal de la organización política.
No sirve de nada legislar sobre participación política si es que el pueblo no quiere formar parte de los espacios colectivos. La frialdad del cálculo político por parte de los liderazgos políticos es producto del pasado, del Antiguo Régimen que murió con las Revueltas de Octubre del 2019.
De seguro, quien lea esta columna y llegue a este parrafo debe pensar que es una utopía y “jipismo” plantear un proyecto político que se base en los afectos como motor transformador de la organización popular, sobre todo si nacimos y nos criamos en un sistema capitalista y patriarcal. Pero la experiencia de 4 años en un proyecto político de carácter poblador, más su desarrollo desde un punto de vista constitucional[3] demuestran que de utopía no tiene nada: solo se necesita ESTRATEGIA MULTIDIMENSIONAL.
Es importante mencionar que no sólo la ley genera costumbre, sino que la costumbre también genera ley, como mencionaba John Patrik Ramson, profesor de Derecho Internacional. Si nuestros análisis y proyecciones consideran la multidimensionalidad del ser y nos aceptamos como seres sintientes, podremos transformar desde las bases la institucionalidad con la presión de la costumbre en construir buen vivir.
En síntesis, la Democracia Directa solo es sostenible a largo plazo mientras se promuevan valores y principios como la horizontalidad, la diversidad, la participación y LOS AFECTOS entre seres sintientes que habitan el territorio.
Imaginar el Amor como signo de debilidad es síntoma de patriarcado… y nadie quiere cargar con esa etiqueta durante tiempos feministas. El Amor tiene cara de empoderamiento y de autonomía, tiene el poder transformador de la suavidad del agua golpeando constantemente la dureza de la roca. Es la fuerza de lo débil que hoy se levanta frente a un sistema indolente.
[1] BBC News Mundo, “Elecciones en Chile: candidatos independientes y de oposición dominan la asamblea que redactará la nueva constitución”. BBS News, 17 mayo 2021. Extraído el 8 de junio de 2021 desde https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-57139669
[2] SWI, “La derecha chilena derrotada en las elecciones municipales y regiones. Swissinfo.ch, 17 de mayo 2021. Extraído el 8 de junio de 2021 desde https://www.swissinfo.ch/spa/chile-elecciones_la-derecha-chilena–derrotada-en-las-elecciones-municipales-y-regionales/46625594
[3] Diario Constitucional, Entrevistas “Camila Cáceres Fuentes”, 11 mayo 2021. Revisado el 8 junio de 2021 en https://www.diarioconstitucional.cl/entrevistas/camila-caceres-candidata-a-constituyente-por-el-distrito-8-del-partido-humanista-el-rol-de-la-sociedad-es-fundamental-si-queremos-legitimar-la-nueva-constitucion-y-para-esto-es-fundamental-dismin/
José Provoste
Excelente análisis. Apunta a aspectos muy importantes respecto de la subjetividad y emocionalidad de las personas y que no han sido considerados ni en los análisis políticos ni menos en la implementación de políticas públicas de salud, educación, medio ambiente, etc. Este análisis profundamente político (y humanista) rompe con una mirada alienada que concibe a las personas no como tales, sino sólo como individuos sin espesor «humano» y sin la irreductible vinculación con un territorio; una «patria chica», un sentimiento de apego e identificación con el lugar donde se hace la vida cotidiana de un modo intenso y entrañable.
Iván Ortiz Beratto
Muy. importante análisis ahora falta aterrizar este lenguaje académico al cotidiano, pero esto ya es misión de nosotros los más comunes.
Angela Bastias Rinaldi
Me encanta q hablen del sistema capitalista q la misma sociedad se involucra en este pero ojalá con nuevos políticos se desintegre un poquito y ojalá el pueblo quiera formar espacios colectivos así podemos ir cambiando nuestro entorno nuestro pensar y poder seguir con nuestro proyecto de vivienda social y también muchos otros q son para nuestra ayuda .me encanta Camila .
Juan Enrique Prieto Urzúa
Muchas Gracias, para un sujeto como yo, con laaarga estadía en los mundos antiguos, en que el modelo a seguir era SIEMPRE, INVARIABLEMNENTE, la conducta correcta, en todos los planios…al mirar de los demás.- Nunca de la profundidad de tu alma.-
Y si percibes esa diferencia, te sientes mal… y eso, uno lo trata de evitar, y el camino más simple, es hacer lo que los demás dicen que hay que hacer… y entonces el conservadurismo cultural y de todo orden, se asegura la mantención del modo políticamente correcto, socialmente impecable, humanamente apreciado, de estar en el mundo.- Y ello requiere de una dosis a veces baja, pero siempre eficaz, de individualismo, porque debes NO ver el dolor de otros, la injusticia del reparto de las condiciones básicas de buena calidad de vida, y empieza a ser normal, que haya casas con piso de parquet y otras con piso de barro. y así, en todos ,los planos.-
Admiro de las nuevas generaciones la voluntad de rebeldía y la capacidad de crear alternativas concretas de compartir la vida y las condiciones, con otros, haciendo para otros, y con fundamentos tan simple como lo que señalas: El afecto, centro de gravedad de tu condición intencional de SER socialmente instalado en el mundo.-
Rosalía Baeza
Muy interesante columna, como es agregar a nuestro lenguaje palabras nuevas como ,Afectividad , estrategia multidimensional , horizontalidad etc. Grande Camila. Felicitaciones