
Pablo González Azkatu, el periodista preso en Polonia acusado de ser «agente ruso» que lleva casi un mes incomunicado y sin defensa jurídica
Pablo González Azkatu es un periodista y politólogo de nacionalidad española, con amplios conocimientos en la geopolítica de la Europa del Este, fundador del medio Eulixe y colaborador de medios como Gara, Público, La Sexta y la agencia EFE. Su información sobre Rusia y el área post-soviética también se podía seguir en las páginas web y redes sociales Spanish Revolution y en GeopolikaZ.
El pasado 6 de febrero, cuando todavía no se había producido la ofensiva rusa sobre Ucrania, Pablo González se encontraba en el Donbass, realizando la cobertura informativa en una región que conocía desde antes, donde había estado en numerosas ocasiones a partir del conflicto abierto desde el Golpe de Estado de 2014, donde se desata el conflicto entre el ejército ucraniano y las milicias de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk proclamadas en rebeldía frente a la imposición del Gobierno golpista, el 22 de febrero de ese año.
En este nuevo viaje, Pablo González fue contactado por los servicios secretos ucranianos que le instaron a presentarse en Kiev. Pablo viajó a Kiev con dos compañeros periodistas, y una vez allí se dirigió al centro donde fue interrogado, no sin antes advertirles: “Si en dos horas no he salido, anunciáis mi detención por las redes sociales”.
En el interrogatorio se le presentó la acusación de ser “prorruso”, por su conocimiento del espacio ex-soviético, por dominar el idioma (Pablo González nació en Rusia), y por colaborar con el diario Gara, “un medio subvencionado por Rusia” según los agentes del servicio secreto ucraniano, que le llegaron a acusar de “pasar información a Rusia”.
Mientras tanto, agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español, visitaron las viviendas de familiares y amigos de Pablo González Azkatu, tanto en Euskadi (País Vasco) como Cataluña, buscando recabar información que confirmara las acusaciones del servicio de inteligencia ucraniano.
Ante el temor de que la situación se agravara, sin esperar a que le llegara una orden de expulsión, y aconsejado por la Embajada de España en Ucrania, el periodista vasco abandonó el país, aunque, tras la acción militar rusa desatada el 24 de febrero sobre Ucrania, volvió a Polonia para cubrir desde allí el conflicto. Allí cubrió con especial atención la crisis migratoria que se generó desde los primeros días. En la mañana del 25 de febrero voló a Varsovia.
En su primera crónica de guerra para el diario Público desde Polonia, escribió: “Lo que la primera jornada ha dejado claro, es que Rusia ha entrado con todo y no se va a parar en el Donbass. Igualmente, los ocho años que Kiev declaraba estar en guerra con Moscú y haber sido capaz de pararla, eran pura propaganda. Una vez enfrentados al ejército regular ruso, los ucranianos están sufriendo una estrepitosa derrota que puede acabar en una desastrosa huida del gobierno y presidente del país.”
El 28 de febrero, González Azkatu fue detenido en la localidad polaca de Rzeszow, en la frontera con Ucrania, a través de un twitter de su abogado Gonzalo Boyé: “Mi defendido el periodista español @PabVis ha sido detenido en Polonia por hacer su trabajo, exigimos que se garantice su integridad fisica y su inmediata puesta en libertad. Sin libertad de prensa no hay democracia.”
Mi defendido el periodista español @PabVis ha sido detenido en Polonia por hacer su trabajo, exigimos que se garantice su integridad fisica y su inmediata puesta en libertad.
Sin libertad de prensa no hay democracia
— Gonzalo Boye (@boye_g) February 28, 2022
A pesar del silencio cómplice de la mayor parte de los medios de (in)comunicación españoles, fueron muchas las reacciones exigiendo a las autoridades polacas la liberación del periodista. Los diputados de la organización vasca EH Bildu, Jon Iñarritu y Pernando Barrena, llevaron la cuestión al Parlamento de España y al Parlamento Europeo, mientras que organizaciones como la International Press Institute, la International Human Rights Foundation, la Plataforma por la Libertad de Información, y Reporteros Sin Fronteras, se unían a las exigencias por su liberación. También el expresidente del gobierno, Pablo Iglesias, declaraba que “Esperemos que el Ministerio de exteriores haga las gestiones oportunas para su liberación inmediata y que cuente con la solidaridad de la profesión.”
Acaban de detener en Polonia a Pablo González, periodista que lleva días informando sobre la guerra en Ucrania. Esperemos que el Ministerio de exteriores haga las gestiones oportunas para su liberación inmediata y que cuente con la solidaridad de la profesión https://t.co/XmnGphwA8K pic.twitter.com/TFdd77wv7V
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) February 28, 2022
El 4 de marzo, el gobierno polaco emitía un escueto comunicado en el que acusaba a Pablo González de realizar “operaciones en beneficio de Rusia, beneficiándose de su condición de periodista, lo que le permitió viajar libremente por el mundo y Europa, incluyendo zonas de conflicto militar y territorios marcados por tensiones políticas”, señalando asimismo que “fue identificado como agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa (GRU)”, cargos que le podrían suponer hasta diez años de prisión, según el código penal polaco.
“El detenido estaba obteniendo información que, si bien fue utilizada por los servicios especiales rusos, podría haber tenido un impacto negativo directo en la seguridad externa e interna de Polonia, así como en la defensa polaca. Antes de su detención, tenía previsto viajar a Ucrania para continuar con su actividad.” Concluye el comunicado del gobierno.
Desde entonces, Pablo González ha estado sujeto a una incomunicación absoluta, tanto con su abogado, como con sus familiares y cercanos. El Estado polaco le designó una abogada «de oficio», la cual renunció a su rol hace algunos días, siendo reemplazado por otro abogado, el cual no ha entregado mayores informaciones acerca del estado del periodista vasco.
El estado de incomunicación por ya casi un mes, y la falta de defensa jurídica, constituyen graves infracciones a la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, cuestión que ha seguido siendo denunciada por familiares, amistades, y ex compañeras y compañeros de trabajo de Pablo González.
Todo esto, en el marco del conocido cierre mediático generalizado en los países de la Unión Europea, y, en el caso específico de Polonia, en una oleada creciente de fascismo, represión a las disidencias, y extremismo nacionalista y religioso, afín al fascismo ucraniano. El partido gobernante, «Ley y Justicia», pertenece a esta tendencia de extremismo de derechas que ha avanzado en la Europa del Este, muchas veces y en muchos planos, con la abierta colaboración o complicidad de los gobiernos europeos y la OTAN, como ha quedado al descubierto con el caso de Ucrania.
Aquí, algunas pruebas de aquello en los siguientes videos:
Este desfile de miles de nazis polacos que salieron a las calles con cruces celtas y todo tipo de simbologia fascista en el dia del nacionalismo polaco, es de hace unos meses.
14 BASES de la OTAN hay en Polonia para protegerlos, lo mismo que querian hacer en Ucrania. pic.twitter.com/r1iydHKOsN
— Daniel Mayakovski (@DaniMayakovski) March 23, 2022
Ver el programa «La Base», dedicado especialmente a la prisión de Pablo González:
Fuentes: Periodismo Alternativo, programa «La Base».
Graciela Grupallo
Evidentemenre este Periodista debe ser hijo de ETARRAS.
Seguro es Espua Ruso!
Nas si Pablo Iglesias, esta de su lado !
Polonia hace bien.
Bajo la excusa de ser Periidista , despliega toda su inreligencia diabolica .