
Opiniones irresponsables sobre un proceso democrático en construcción
#Opinión
Por Catbriel Cardozo Silva
Demonizar la Convención Constitucional, instalar la mirada negativa hacia el proceso, cuestionar la legitimidad y el mecanismo democrático por el cual se da origen (dentro del marco elitario del poder). Lo curioso es que se aquellos y aquellas que cuestionan el desarrollo de los procesos democráticos se hacen llamar o se auto clasifican como “demócratas”.
La presidenta del SENADO, Ximena Rincón, emitiendo una opinión negativa respecto de un texto en elaboración, cuyo actual proceso se encuentra en constante deliberación y que además muchos de los puntos se encuentran en las comisiones por haber sido devueltos vía rechazo del pleno o derechamente está en discusión por el mismo pleno. La apreciación que realiza la Senadora Rincón es una opinión bastante irresponsable, más siendo emitida desde el cargo político que ostenta, pues la senadora Rincón conoce perfectamente como se manejan este tipo de discusiones. La opinión política sobre el texto que realiza Rincón se ve en como recogen los medios oligopólicos sus palabras y hacen portada de la senadora.
Senadora, con tal exposición mediática, sus palabras la hacen aún más irresponsable, pues parece ser, que le incomoda la pérdida del poder y no el bienestar de las mayorías.
El presidente del SERVEL, Andrés Tagle, militante UDI designado por el Consejo directivo del SERVEL y quién en 2016 fuera propuesto por Michelle Bachelet para integrar el organismo, emitiendo opiniones sobre el origen de la Convención y que está habría sido electa con “graves desigualdades”. El señor Tagle es el presidente del organismo directivo del SERVEL, entonces la opinión del señor Tagle debió ponderarse en los efectos que producen y que políticamente debió conversarse con los demás consejeros, pero no fue así y los consejeros han salido a desmarcarse del señor Tagle y su “opinión personal”, sin embargo, el efecto buscado, es el mismo que ha buscado incesantemente la derecha, cuestionar la legitimidad del proceso, profundizando la crítica aún más cuando el “posible texto” difiera bastante con los intereses de su clase, porque a esta altura la derecha no puede esconder que son los intereses en juego, los puntos que le producen amargor y desarmonía en su paraíso neoliberal.
Como dato aparte, la UDI y RN fueron los partidos que más retribuciones del estado obtuvo a través del SERVEL. 7.750 millones por las pasadas elecciones.
Convencionales de derecha, electos con bastantes más ventajas frente al resto de aspirantes por ser militantes pertenecientes a partidos, cuestionando el desarrollo del proceso democrático al interior de la Convención Constitucional. Los y las mismas convencionales que han cuestionado incesantemente las posiciones de poder que se han conformado al interior, llegando a ridículos niveles de baja argumentación y de sustento político en las discusiones, de una vulgaridad extrema al verse imposibilitados de imponer la mejor versión de sus sueños financieros con el avance de normas que han sido aprobadas inclusive con el quorum de 2/3, impuesto por la élite política reinante y digamos que las normas no van en una dirección de extrema izquierda, pues lo derechos sociales no son garantizados actualmente a pesar de que cada cual que lee y respira en este país, es un contribuyente que le aporta liquidez a la nación a través de la recaudación de impuestos. En cada leche, té, agua mineral, pan o la ropa que te pones pagas un tributo, tributo que no se te devuelve en educación, ni salud de calidad, tampoco se te compensa directamente, quedando la distribución de este tributo altamente condicionada a los márgenes que establece el modelo económico.