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«¿No será como mucho?» por Miguel Silva

Por: Miguel Silva

¿No será como mucho? dicen millones de personas en China cuando ven sus casas desaparecer bajo el diluvio.
¿No será como mucho? dicen miles de personas en Europa cuando las temperaturas suben a más que 40 grados.
¿No será como mucho? dicen cientos de familias en Brasil cuando ven que los deshechos de un lavadero de la mina cercana llevan sus casas.
¿No será como mucho? dicen cientos de miles de trabajadores que han laborado por décadas en su industria y ven desaparecer sus fuentes de trabajo.
¿No será como mucho, cuando familias de habla ucraniana y otras de habla rusa, vecinas, se pierden entre bombas, misiles y balas?.

Estamos perdidos

Estamos perdidos en una vida donde se han acumulado tantos problemas y se han echado a perder tantas soluciones. Es tan grave la situación que parece que las únicas soluciones son las catastróficas. Golpes, la mano de Dios, revoluciones.

Atónitos, algunos ya le sacan la cresta a los vecinos migrantes porque vienen de otros países y ¡no! «lo que tenemos no alcanza para más». ¿No será como mucho que crezca el racismo?
Atónitos, otros le echan la culpa a tal o cual político, a tal o cual partido. ¿No será como mucho que millones de nosotros echemos la culpa al otro, pero no tenemos puta idea qué hacer nosotros mismos?
Ya sabemos que mucha gente sigue a alguien conocido por su dureza… lo siguen porque parece que es diferente a los demás mentirosos. Ya entendemos a los que han seguido a Trump y Bolsonaro. Los siguen porque las alternativas … no son alternativas sino más de lo mismo.
¿No será como mucho que no tengamos ideas propias de cómo hacer nuestro propio futuro?

¿Todo depende de nosotros?

Los activistas a veces perdemos la fe en el futuro porque parece que todo depende de nosotros y las condiciones no son aptas para hacer cambios grandes. Pero todo NO depende de nosotros porque los cambios en las ideas y acciones de los millones que forman parte de tal o cual clase social, son reacciones a cambios que están lejos de estar bajo nuestro control.
Nosotros no controlamos las crisis económicas, la inflación, la cesantía, el crecimiento, todo muy importante en la vida de las poblaciones del mundo.
Nosotros no controlamos el clima, las frustraciones acumuladas, la salud sin recursos, todo muy importante en la migración de millones, de un país a otro en la búsqueda de una vida mejor.
Ha pasado que estas presiones importantes que sufren nuestras vidas han llevado a países a sufrir grandes cambios sociales, sin decisiones tomadas por alguien.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo, la CORFO bajo los gobiernos del Frente Popular fomentó la industria textil (entre otras), la cual atrajo campesinos a las ciudades. Sus familias se instalaron en tomas de terrenos y eran importantes como base social sin experiencia sindical de la nueva CUT de 1953. En otras palabras, la industrialización creó la base para una nueva generación de luchadores.
Por ejemplo, la primera década de los gobiernos de la Concertación abrió las puertas para más libertad y acto seguido, crecíó una nueva generación de jóvenes que se formaron en las luchas de los pingüinos de 2008 y de los secundarios/universitarios de 2011. En otras palabras, el fin de la dictadura creó una generación nueva que fue muy importante para las luchas sociales 20 años después.
Por ejemplo, la reorganización del capitalismo chileno por los muchachos de Chicago, es decir la eliminación de la producción centrada en el mercado interno y la integración de las empresas chilenas al mercado mundial durante el período del «neoliberalismo», eliminó las condiciones económicas para nuevos gobiernos como el Frente Popular al terminar la dictadura. Los partidos de la Concertación aceptaron ese destino y después de 30 años de austeridad, millones de personas salieron a la calle en octubre 2019 en rechazo a las consecuencias económicas que trajo esa decisión. En otras palabras, la economía reestructurada determinó qué tipo de gobiernos podían formar parte del Estado, las condiciones de vida en que sobrevivía la clase trabajadora y creó las presiones que impulsaron la revuelta.

 

La Derecha reacciona

En los EE.UU., la economía ha sido reestructurada durante el período neoliberal globalizado… en las industrias, menos trabajadores producen más bienes y el capital multinacional ha diversificado sus inversiones en otros países. Como reacción, creció como una forma de rechazo, el apoyo derechista a Trump. ¿No será como mucho?
En Brasil, se acabó la bonanza de las materias primas, la esperanza en Lula se esfumó cuando gastaba mucho más en el pago de intereses a los bancos y empresas que en las vidas de las familias trabajadoras, el PT se mezclaba en la política corrupta de siempre y la derecha, bien organizada, tomó ventaja de la situación y se instaló, proyectándose como la alternativa limpia, herramienta de Dios. ¿No será como mucho?,
¿No será como mucho que, últimamente, ha sido la derecha la que ha dirigido la cruzada contra el mal? Incluso, cuando hay una revuelta contra un gobierno que se llama progresista, pero gobierno que ha instalado medidas que no benefician para nada a sus seguidores, es la derecha y no la izquierda la que toma la batuta en la revuelta. Los que miran desde afuera ven un movimiento «de derechas». Pero es una revuelta que ha sido secuestrada por la derecha.
¿No será como mucho?

La «izquierda», es decir nosotros, tenemos que ser independientes, tener nuestra propia ideología y luchar «contra el mal», contra los políticos que dicen una cosa y hacen todo lo contrario. Contra el racismo, contra la desigualdad, contra los ricos, contra el abuso del poderoso al débil, contra la opresión.
Si no, no tenemos ninguna posibilidad de ganar a nuestro lado a los engañados por las palabras mágicas de las derechas. Tenemos que ser la Tribuna de los oprimidos y explotados y no la sombra, débil, de la moderación.

Comentarios (1)

  • Smp

    Pero si históricamente los de las palabras mágicas han sido las izquierdas. De qué estas hablando?

    reply

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