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Marta Harnecker:  «Yo digo que el Chile de Allende fue el precursor en el siglo XX del socialismo en el siglo XXI»

 

El 13 de setiembre de 2018, la periodista cubana Arleen Rodríguez realizó esta, una de las últimas entrevista a Marta Harnecker. En esta aborda su relación con Hugo Chávez y la continuidad existente entre la Unidad Popular y la Revolución Bolivariana. Compartimos extractos de esta entrevista.

-Yo digo que el Chile de Allende fue el precursor en el siglo XX del socialismo en el siglo XXI, porque Allende fue el primero que trató por vía pacífica de ir construyendo la nueva sociedad. Ahora me acabo de enterar —porque he estado estudiando y visitando Kerala, un estado indio—, que en ese estado, en 1956, se había elegido por vía pacífica un gobierno comunista, que no era presidencialista, pero en todo caso sí había habido esa experiencia de marxistas en el gobierno que nosotros no conocíamos.

-A mí me parece muy interesante cómo Allende ya planteó la necesidad de repensar el socialismo si este se daba por la vía pacífica. Decía y que tenía que ser un socialismo “con vino tinto y empanadas”, dos cosas típicamente chilenas. O sea, un socialismo que se enraizara en las tradiciones nuestras. Allende entendió muy bien que para hacer este tránsito desde la institucionalidad heredada tú tenías que tener a la mayoría del pueblo a tu favor, y no se si la izquierda entendió eso. O sea, que este socialismo tiene que construirse con la gente y que tiene que tener un apoyo mayoritario.

-Mucha gente de izquierda pensaba que aún en Chile el momento insurreccional iba a venir. Muchos de la izquierda decían que éramos reformistas los que pensábamos en la vía pacífica. No fuimos capaces de entender la importancia de la amplitud, éramos sectarios: como nosotros creíamos tener la verdad de las ideas revolucionarias, los demócratas cristianos que eran centro izquierda y que eran nuestros aliados, fueron transformados por nosotros en nuestros enemigos. Fuimos muy sectarios con ellos.

-Te quiero decir que en Chile en el 2000 Tomás Moulián —un sociólogo de izquierda excelente— publicó un libro que se llama El socialismo del Siglo XXI: la Quinta Vía, y eso no se sabe… Te digo eso porque en Cuba, se cree que Heinz Dietrich fue el creador, porque Dietrich se declara el autor… Sus planteamientos no tienen nada que ver con el socialismo del siglo XXI concebido por Hugo Chávez. Fue Chávez quien lo acuñó.

-Dicen, no sé si es cierto o no que Fidel le había recomendado no hablar de socialismo ya que esta palabra tenía una fuerte carga negativa y que Chávez, a pesar de eso, decidió usarla, le puso socialismo del Siglo XXI para diferenciarlo de las prácticas del capitalismo de Estado, de la dirección de arriba hacia abajo.

-Él explicaba con ejemplos prácticos: “Bueno mira, esto es el capitalismo” y mostraba lo que podría ser la solución socialista, y a pesar de tener una audiencia en Venezuela era contrario al socialismo, después de algunos años más de la mitad de la población acepta como una cosa positiva el socialismo.

-El neoliberalismo estaba en auge en América Latina, nadie pensaba y de hecho yo escribí un libro: La Izquierda en el Umbral del Siglo XXI, en el 99. En ese momento estaba empezando el proceso en Venezuela, todavía Chávez no se había revelado bien, yo planteo que no se ve en el horizonte una posible revolución.

-Ahora puedo contarte la historia de cómo llegué a Chávez. Primero, yo estaba haciendo esto libros-testimonios acerca de cinco experiencias sobre presupuesto participativo de alcaldías del PT de Brasil, alcaldías de protagonismo popular, así las llamaba yo. Conocí a un alcalde de Caroní, en la región del Orinoco en Venezuela , quien me invitó a hacer un libro testimonio sobre dicha alcaldía, y en ese momento ya había ganado Aristóbulo Istúriz, la alcaldía de Caracas. Él es un dirigente extraordinario, muy carismático y también es educador popular.

-En eso estaba yo cuando Chávez aparece en Cuba (1994), antes de ser candidato a presidente, y hace un discurso en la Universidad. Entonces yo no conocía a Chávez y quedé maravillada con su discurso. Cuando veo que cita a Neruda, uno piensa que eso es cosa de un intelectual, no de un militar. Hace poco que oí ese discurso de nuevo y si tú lo oyes, verías cómo ya en el 94 Chávez vislumbraba una cantidad de cosas. Entonces yo le escribo a la Causa R, y ahí está la carta, les digo: compañeros este es el líder de Venezuela, ustedes tienen que trabajar en lo local y apoyar a Chávez como principal líder.

-Cuando triunfó Chávez en Venezuela yo escribí cómo se veía un poco la cosa en este país en el libro que estaba redactando La Izquierda en el Umbral del Siglo en 1999. Me tenté y pongo aquí lo que entonces escribí: “Luego de comprobar el indudable avance institucional de la izquierda latinoamericana en varios países, no quisiera terminar este punto sin señalar los enormes desafíos que se le plantean en este terreno, entre ellos: cómo ser al mismo tiempo un partido de gobierno sin dejar de ser un partido de lucha; cómo evitar caer en las prácticas políticas tradicionales y lograr diferenciarse de los demás partidos políticos frente a una opinión pública cada vez más escéptica de la política y de los políticos; cómo usar los espacios institucionales para fortalecer y no debilitar al movimiento popular; cómo evitar que sus cuadros no sean cooptados por el sistema; cómo lograr ser más que meros administradores de la crisis.”

-Voy a Venezuela después del golpe, aprovechando que había sido invitada por el alcalde de Guacara para ir a Venezuela a hablar del presupuesto participativo, mis amigos me insisten que aproveche de entrevistar a Chávez y fue así como decido enviarle con el embajador venezolano, Germán Sánchez un cuestionario para Chávez, pero no pasa nada. De repente recibo una llamada de parte de su Secretaría “Marta, el presidente dice que te vengas mañana para acá porque quiere hablar contigo”.

-Y se inició una entrevista que se transformó en el libro Un hombre, un pueblo . La entrevista duró como 18 horas, pero en distintas circunstancias. Y cuando se terminaron parte de los temas de la entrevista seguimos conversando y yo aproveché para transmitirle —sin grabadora— las inquietudes de la gente de izquierda, las críticas que había sobre su gobierno. Y en ese contexto me dice: “Marta yo quiero que tú vengas a trabajar conmigo, yo quiero una persona crítica a mi lado..

-La verdad es que no éramos asesores, en ese sentido yo quedé un poco frustrada. No hubo nunca un diálogo del grupo de asesores con él para intercambiar. ¿Qué hacíamos nosotros? Escribirle y le decíamos: “Mira pensamos que tienes que decir esto, hacer esto, o, está pasando esto.” Explicándole cómo algunos ministros estaban haciendo las cosas mal. Yo llegué a ser peligrosa para esos ministros. Yo diría que me rechazaba mucha gente por ser chilena, por ser mujer y por ser la persona que tenía un telefonito con el Presidente y que le decía cosas que los dejaban mal parados.

Fuente: Artículo publicado en POLITIKA.

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