TOP

Los dos tercios en la Constituyente de Bolivia: Un argumento en contra del «Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución»

A raíz de los debates que ha suscitado el muy mal llamado «Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución» (mientras la represión militarista en la calle continúa sin freno, y sin contemplar punto alguno referido a la paz), y en cuanto al asunto del quórum de los dos tercios que ya abordamos en extenso anteriormente (Ver «La trampa de los dos tercios y la continuidad del poder de veto de las derechas y del régimen neoliberal«), algunos/as han puesto como argumento de defensa de este quórum, a modo de experiencia de esto en otro país, el caso de la Asamblea Constituyente en Bolivia.

Y es que efectivamente, a la Asamblea Constituyente boliviana se la convocó con tal quórum de funcionamiento. Pero la realidad fue muy distinta a lo que intentan presentar este argumento: Precisamente este ejemplo permite ver algunos de los riesgos de poner un quórum tan alto, pues de hecho el proceso se tuvo que abrir paso sin la obtención de ese quórum de aprobación. Aquí presentaremos un relato resumido de esta experiencia constituyente, que en otra ocasión hemos desarrollado más en extenso («Claves para entender la Bolivia actual. Historia, Proceso Constituyente, y la Constitución del Estado Plurinacional de 2009«).

Un recuente de lo sucedido. Tras la «guerra del gas» desatada en Octubre de 2003, dimite el Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Asume la Presidencia de la República Carlos Mesa, y las derechas bolivianas conceden el punto de abrir paso dentro de la Constitución a una forma de convocatoria para la Asamblea Constituyente. Dan sus votos para una Reforma Constitucional que se aprueba en febrero de 2004, donde se incluye la posibilidad de convocatoria a una Asamblea Constituyente, regulándola con el quórum de 2/3 para su funcionamiento y aprobación del texto constitucional, precisamente para contenerla y sujetarla a sus poderes de veto.

En las elecciones generales del 18 de diciembre de 2005 ganan Evo Morales y Álvaro García Linera las elecciones presidenciales, y el MAS obtiene una amplia mayoría en la Cámara de Diputados, pero el Senado sigue en manos de una mayoría derechista. El 2006 se pone en marcha el proceso. Se vota para los/as asambleístas en las elecciones constituyentes de julio de 2006. El MAS, más las fuerzas sociales impulsoras del Proceso de Cambio (en el llamado «Pacto de Unidad«), No obtuvieron los 2/3. Dado eso, iniciada la AC; el Pacto de Unidad intenta modificar el quórum a mayoría absoluta. La derecha se opone. Pasan meses con ese entrampamiento. La derecha agita el tema de la Capitalía Plena de Sucre, donde sesionaba la AC, antagonizando con La Paz. Hay una grave situación de enfrentamiento en Sucre por varias semanas, incluyendo graves incidentes afuera y dentro del lugar de sesiones. La derecha se opone férreamente a cualquier negociación, y abandona la AC.

Por lo anterior, tiene que suspenderse el trabajo de la plenaria de la Asamblea. La trasladan afuera de la ciudad, a un cuartel y liceo militar, «La Glorieta». El MAS y el Pacto de Unidad votan solos el proyecto constitucional, sin los asambleístas de la derecha, y en medio de un grave enfrentamiento entre partidarios y opositores, con una decena de muertos y decenas de heridos en las afueras del lugar de sesiones. Debido al ausentismo de las derechas, no se alcanzan los 2/3.

A pesar de ello, el MAS y las fuerzas del «Pacto de Unidad» aprueban igualmente el texto, finalizando su votación en Oruro, sin la presencia del grueso de la oposicón derechista, con una argumentación derivada de la regulación puesta por la «Ley Ampliatoria» con la que se había ampliado el plazo de trabajo de la Asamblea: Se dejó una materia de disenso sin decisión (el tamaño de los latifundios permitidos), para ser votado en un plebiscito dirimente, y así se «saltaban» el quórum de los 2/3 de las y los asambleístas constituyentes, necesitando para esto sólo los 2/3 de las y los asambleístas presentes en la sesión, en circunstancias que las derechas se habían ya ausentado de la Asamblea.

La derecha desconoce el proyecto constitucional. Se atrinchera en el tema de las autonomías departamentales, anclándose en el poder de los departamentos del Oriente, en especial, Santa Cruz. Literalmente, bloquea toda solución al bloqueo del proceso, e incendia el país con una asonada de desconocimientos a las instituciones y al Gobierno central. En el transcurso del 2008, crecen las dudas sobre la viabilidad del proceso constituyente en esas condiciones de bloqueo. Las derechas realizan en una serie de «referendos departamentales» desconociendo al Gobierno central y a la autoridad electoral estatal. Emprenden un Referendo Revocatorio contra Evo Morales y García Linera, en un error de cálculo que pagarían caro: la dupla gubernamental arrasa en el referendo realizado en agosto de 2008, y esto produce una inflexión en el momento constituyente, donde el MAS y las fuerzas del Pacto de Unidad amplían su ventaja electoral frente a las derechas.

Atascadas en su intento desestabilizador, las derechas más reaccionarias intentan un proceso de desestabilización y Golpe de Estado, que tiene su punto cúlmine en septiembre, con la llamada «Masacre de Pando o de Porvenir«. Se tiene que convocar a la UNASUR que taponea el Golpe. Obligan a la derecha a negociar. El MAS cede, y negocia el proyecto de Constitución de la Asamblea Constituyente con los gobiernos departamentales de la Media Luna oriental, Luego, lo negocian con las fuerzas opositoras en el Congreso, donde la derecha tiene mayoría amplia en el Senado. Se ven forzados a cambiar más de 100 artículos. Recién ahí, se aprueba la Nueva Constitución que es ratificada luego por plebiscito. Dada esa transacción, el Pacto de Unidad se rompe: el sector indigenista, la CIDOB y la CONAMAQ y otras organizaciones indígenas le hacen la cruz a Evo y el MAS, distancia que nunca se recuperó desde entonces y que luego se radicaliza con el tema de la autopista por el TIPNIS. Esa brecha que se abrió en la AC, es la que, entre otros temas, comenzó a quitarle apoyos significativos en el «Pacto de Unidad», comenzando a abrirse diferencias en el campo de movimientos y organizaciones sociales, uno de los factores que comenzaron a construir el cuadro de condiciones que hoy tiene al proyecto en las cuerdas.

En resumen: no hay ningun caso en la Historia mundial, donde las fuerzas populares hayan obtenido en condiciones de competencia electoral los 2/3 en instancia Constituyente alguna (salvo Venezuela donde tal cosa sucedió por el sistema electoral empleado y porque la derecha llevó más de mil candidaturas, el triple que el chavismo, dispersando sus votos increíblemente). No hay, tampoco, procesos constituyentes exitosos en los que se haya establecido un quórum tan alto, de la forma como se ha hecho en Chile. En el otro caso que se ha reseñado en el debate chileno actual, el proceso constituyente en Sudáfrica, es cierto que se estableció la necesidad de un acuerdo por dos tercios en la instancia constituyente, pero con una cuestión que modifica sustancialmente los términos de aquello: las materias que no se consiguiera acuerdo, pasaban a referéndum popular dirimente o dirimidor, lo cual forzaba a los sectores conservadores a conceder los puntos que eran ampliamente mayoritarios en la sociedad sudafricana, donde existía una amplia mayoría social excluida por los términos del régimen del Apartheid y el dominio de la minoría blanca europea (Ver «El proceso constituyente en Sudáfrica, los dos tercios y el referendo dirimente. Lecciones para la experiencia chilena»).

Así que, volviendo al caso boliviano, no, lo del quórum de los dos tercios en Bolivia, donde el tema les trajo tremendos costos al país y al conjunto de fuerzas populares que impulsaron el proceso, es precisamente muestra de que no son deseables para las voluntades de transformación. Poner ese ejemplo como argumento para defender el ceder ante los 2/3 que pone la derecha es dar vuelta todo: Precisamente la experiencia boliviana hace aconsejable NO ceder ante los 2/3 como quórum previamente establecido para la AC. El carácter refundacional de la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia del año 2009, se abrió paso a pesar de, y no gracias a, el altísimo quórum de los dos tercios.

En resumen: El quórum de los dos tercios tuvo como consecuencia el darle una apariencia institucional a la pretensión de las derechas de entrampar y bloquear el proceso constituyente, y de hecho, nunca se cumplió tal quórum: el texto de la Asamblea Constituyente se aprobó sólo por el MAS y las fuerzas populares aglutinadas en el «Pacto de Unidad», y luego ese texto fue forzado a una negociación con los gobiernos departamentales en manos de la oposición, primero, y con un Congreso con un Senado de mayoría opositora, después.


 

Entrevista con Adriana Salvatierra, Agosto de 2020:

Lienzo desplegado por la derecha boliviana en el lugar de sesiones de la Asamblea Constituyente boliviana, Teatro Mariscal de Sucre.

 


 

Relacionado:

15 notas sobre la regla del quórum y los dos tercios. Un debate crucial en los procesos constituyentes y en la Convención Constitucional en Chile

Comentarios (10)

Respóndele a Los dos tercios en la Constituyente de Bolivia: Un argumento en contra del “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” | Miradas desde Nuestra América cancel reply