
«Los Demócrata Cristianos, la UP y el golpe» por Miguel Silva
Por: Miguel Silva
La DC nace en la década de los 50′, cuando el populista exdictador Carlos Ibáñez era presidente y la CUT de Clotario Blest recién formada. Siempre ha tenido su propia política, como una alternativa «moderada» frente a la derecha oligárquica y el «marxismo», pero esa política la llevó a tomar parte en la organización del golpe.
Su candidato Eduardo Frei Montalva ganó las elecciones presidenciales de 1964 cuando promovía una «revolución en libertad». En otras palabras, la DC quería eliminar lo malo del sistema, los monopolios todo-poderosos, la oligarquía que mandaba en el campo, la pobreza que restringía las posibilidades de crecer para las familias de la ciudad y del campo, y también para las empresas que no podían vender por falta de un “mercado interno”.
La estrategia de la DC consistió en romper la estructura social en el campo con una Reforma Agraria, creando cooperativas y posibilitando, después, la transformación de sus socios en pequeños capitalistas. Con esto aumento del poder de compra y con la educación de los marginados y su consecuente mayor poder adquisitivo, la demanda por bienes de consumo iba a aumentar dando así mayor fluidez a la industria y a la agricultura y además contribuyendo a bajar las importaciones.
Sin embargo, con o sin querer, luego de la elección de Frei y su “revolución”, comenzó una ola de huelgas y tomas en la ciudad y el campo. Por ejemplo, en la fábrica Sumar-Algodón. Durante la larga y difícil obra de la organización del sindicato en la planta de Sumar-Algodón, uno de los directores de la empresa era pariente de Frei Montalva, y las relaciones empresa-gobierno estaban muy bien, entonces la DC no quería ayudar en la organización del sindicato.
Y bajo el impacto de los cambios sociales, se dividió la DC entre un ala más radical y los más conservadores como Patricio Aylwin.
Le elección de la UP
Como consecuencia de las luchas sociales de los 60′, Salvador Allende fue elegido en septiembre de 1970. Aceptó la firma de un Estatuto de Garantías como condición para obtener el apoyo de la DC en su confirmación como presidente. En otras palabras, su gobierno comenzó a negociar con la DC desde sus primeros días.
¿Fue imprescindible firmar tal documento que explicitaba garantías de respeto a la Constitución? El mismo Allende pensaba que no prometía nada más que lo que ya formaba parte de un principio central de la UP: respetar las instituciones del Estado.
Bueno, el primer año de la UP fue un año de aumentos reales en el estándar de vida de millones de familias y la toma de control por el Estado de muchas de las empresas centrales de la economía. Y en las bases, el trabajo de organización fue largo, pero exitoso. En Maipú, por ejemplo, los campesinos organizados lograron obligar a los dueños, después de décadas, a pagar los derechos sociales a sus socios. En la larga obra de organización, se integraron campesinos DC, socialistas, muchos sin afiliación, en un consejo de campesinos. ¡Trabajadores Unidos!
Sin embargo, comenzó la oposición férrea de los ricos y poderosos y luego las colas, la inflación y el mercado negro eran parte de la vida cotidiana. La UP debatió su respuesta a este ataque de los empresarios en un conclave realizado en Lo Curro el 5 junio de 1972. Orlando Millas del PC y del ala más moderado de la UP, propuso que
“.. sería funesto seguir ampliando el número de los enemigos y, por el contrario, deberán hacerse concesiones y, al menos neutralizar a algunas capas y determinados grupos sociales, enmendando desaciertos tácticos”.
Por lo tanto, el gobierno intentó a retroceder un poco para consolidar su posición y negociar. Sin embargo, el ala más conservadora de la DC bloqueó un acuerdo con el gobierno dos semanas después, se anunció el fracaso de las negociaciones y la DC comenzó a lanzarse directamente contra la política social de la UP. Para enfrentar las elecciones en la CUT, por ejemplo, proponían Empresas de los Trabajadores» en vez de control sobre las empresas por los trabajadores:
“Cambiar de patrón no es Revolución…No al estatismo prepotente y burocrático. Sí a la Empresa de Trabajadores. Democracia Cristiana es Participación.”
En aquellas elecciones de la CUT, la DC ganó 25% de la votación (16% de los obreros y 46% de los empleados), el PC saca 33% y el PS 28%. ¡¡Mostraron que tenía apoyo popular!!
El gobierno estaba en una situación difícil y aceptaba la obligación de seguir negociando con la DC.
En Sumar-Algodón, por ejemplo, “…Se denunciaron en la asamblea, con nombre y apellido, los que participaban en el sabotaje. Casi todos eran mandos medios de producción y -…todos afuera. Bueno, el gobierno dijo públicamente que “la gente despedida en SUMAR se reintegra en su trabajo”.
Fui al CC de mi partido (PC) y me dijeron “Mira, esta es la situación, el presidente se vio obligado a aceptar esta maniobra de la DC porque hay leyes en juego y esas leyes favorecen a todo el pueblo”. Yo tuve que entender esa posición.”
Luego, los empresarios, incluso de la DC, montaron su contraataque en el Paro de los Camioneros de octubre, lo que terminó con la integración de militares al Gobierno.
Las elecciones de marzo 1973
Sin embargo, en las elecciones municipales de marzo 1973, la UP obtuvo más votos que lo esperado: 43,4% (1.589 mil) contra 54,5% (1.964 mil) obtenido por la derecha. Los dirigentes de la DC reconocieron, después del golpe, que fue esa victoria que puso fin a las negociaciones con la UP. Decidieron que su alternativa era la imposición de la «calma y el orden», como condición para hacer los «cambios sociales» que el pueblo necesitaba. En la Armada comenzaron los planes para el golpe y los dirigentes de la DC estaban bien informados sobre los avances.
Acto seguido, Aylwin asumió la presidencia de la DC en mayo con la consigna publica de «no dejar pasar uno al gobierno», y Frei asumió la presidencia del senado. Luego, desconocieron la legitimidad de las JAP y Hernán Cereceda, ministro de la Corte de Apelaciones, declaraba reo a Aníbal Palma, secretario general de gobierno.
A fines de julio, El Mercurio publicó una serie de temas que eran intransables en las conversaciones con el Gobierno. ¡Fue un ultimátum!
Y el día 22 de agosto, Aylwin pulió la redacción final de la declaración de la cámara diputados que llamaba a los 4 comandantes en jefe (integrantes entonces del gobierno) a desconocer la autoridad de presidente. En otras palabras, la DC ya avanzaba en los planes detallados del golpe, mano a mano con las FF.AA.
El 10 de septiembre, Frei y Aylwin fueron informados de que las FF.AA. se sublevarían contra el gobierno y el 12 apoyaron públicamente a golpe con una declaración oficial.
En esa declaración, la DC declaró que:
«Los hechos que vive Chile son consecuencia del desastre económico, del caos institucional, la violencia armada y la crisis moral a que el gobierno depuesto condujo al país, que llevaron al pueblo a la angustia y la desesperación;
…los propósitos de restablecimiento de la normalidad institucional y de paz y unidad entre los chilenos, expresados por la junta militar de gobierno, interpretan el sentimiento general y merecen la cooperación patriótica de todos los sectores.»
Con esta declaración terminó el camino de reformas «en Libertad» planteadas en 1964.
Enfrentados por una situación social en que los trabajadores y campesinos luchaban por sus derechos en los años 60′, la DC se escindió.
Y durante la UP, cuando las organizaciones populares habían crecido tanto, y como respuesta los empresarios habían organizado el mercado negro, la inflación y la escasez, los conservadores de la DC giraban aún más hacia la derecha.
Entre apoyar la «tranquilidad y la moderación» -o lucha social-, ellos no eligieron y no eligen la lucha.
Entre apoyar a la democracia social y reformas «descontroladas» -o respaldar la represión-, eligieron y organizaron la represión.