
Lorena Oyarzún: “Post crisis se abren caminos para el multilateralismo, pero también para una vuelta de los nacionalismos”
Por Nicolás Valenzuela
Segunda entrega en esta seria de entrevistas sobre geopolítica en el contexto del covid-19. Luego de la plática con José Rodríguez Elizondo, conversamos con Lorena Oyarzún, sobre el escenario global en los tiempos de la pandemia. Periodista de profesión, Lorena es una docente y académica consagrada a las relaciones internacionales y la política exterior chilena. Es académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile y ha dictado clases en la Academia Diplomática Andrés Bello. Crítica de la política exterior chilena, a la que apunta como una diplomacia comercial, y firme creyente del multilateralismo, nos entrega, en una amena conversación, claves y preguntas para desentrañar lo que nos depara este conmocionado mundo.
#NV: En términos de épocas, pasamos de la Guerra Fría al dominio unipolar de los EEUU, luego, hace una década, más menos, se habla de un mundo multipolar. ¿Lo cree así? ¿Cuáles son las principales implicancias de aquello? ¿Qué rol juegan en ello, al margen de los estados naciones, las grandes corporaciones y trasnacionales?
#LO: Es muy distinto el escenario internacional en comparación a la guerra fría, es más difuso el poder. No solo en términos económicos, con actores emergentes como China, sino también militares como Rusia. Las antiguas potencias como EEUU y Europa, debilitadas hace un tiempo, han cambiado. Eso hace más compleja la toma decisiones, los antiguos dos bloques hacían más fácil la lectura. Hoy, es más dinámico el escenario y se responde mucho al pragmatismo.
Las trasnacionales y las corporaciones siempre han sido relevantes. En la política exterior, el poder del Estado, que se dice único, es o son, en realidad, muchos intereses que pugnan y luchan internamente, y dentro de esos están los intereses de algunas corporaciones que tampoco son homogéneos entre sí.
#NV: La emergencia de China como superpotencia es un hecho incontrarrestable ¿Qué similitudes y diferencias existen con la geopolítica de EEUU?
#LO: China se viene abriendo en los últimos años. Es un sistema comunista que estuvo mucho más inserto en su política nacional y regional, y a propósito de su crecimiento más sostenido hoy está pensando su política en términos globales, por ejemplo, con la ruta de la seda. Es un actor clave en varias parte del mundo, además de Asia, especialmente en África y América Latina. Hay diferencias, entonces, porque tienen intereses distintos. Antes había una posición china mucho más medida de no enfrentamiento con EEUU en AL, por ejemplo. Pero ahora, cada vez está tomando más espacio.
#NV: ¿Se acelerará el proceso de consolidación China y declive de los EEUU con la aparición del COVID-19?
#LO: Todavía es muy pronto para hacer un análisis. Hasta el momento, luego de semanas muy críticas, el régimen chino ha logrado contener la pandemia. En Wuhan se está reactivando la vida. En un principio hubo una crítica en la demora del tratamiento al covid-19 y al tratamiento al médico denunciante que pudo haber afectado su credibilidad, sin embargo, con el correr de las semanas, con la fuertes medidas tomadas por su estado autoritario, su actuar se ha mostrado efectivo. Y esto ha dado frutos positivos para la administración china, considerando que en Europa, por ejemplo, España e Italia no tomaron las medidas necesarias y hoy sufren las consecuencias de aquello.
Luego, China ha tomando un rol más proactivo en términos de compartir la información científica obtenida a propósito del tratamiento del covid y medidas como éstas se valoran mucho. Esto representa un liderazgo más suave que pone un precedente, pues muchos de los países europeos no se han sentido acompañados durante la pandemia por la UE y EEUU. China está ejerciendo un liderazgo importante y que se podría consolidar según como se desarrolle, por ejemplo, si son ellos quienes logran desarrollar una vacuna contra el covid-19. Más allá de la relación EEUU-China, esto se desarrolla en un marco global, que llevará a hablar nuevamente sobre los términos del multilateralismo, muy debilitado hasta ahora, por ejemplo: ¿Qué pasa cuando hay bienes públicos en juego? La forma del enfrentar el cambio climático, por otra parte, tampoco respeta fronteras. Ya ha quedado demostrado que un país por fuerte que sea si toma decisiones unilaterales esas pueden no tener efecto alguno.
#NV: Es probable que esta pandemia traiga aparejada una gran crisis económica. ¿Quienes están mejor preparados para aquello? ¿Fortalecerá los grandes monopolios internacionales y aumentará la dependencia de los países del sur? En paralelo a ello, el cambio climático está imponiéndonos la necesidad de realizar cambios radicales en términos productivos, lo cual, también se transforma en un campo de disputa entre las superpotencias y las grandes corporaciones. ¿Quiénes están mejor preparados en este campo?
#LO: Habrá una crisis y un desaceleramiento económico que afectará todo el globo, pero no pegará de la misma manera. Hay varias proyecciones, entre ellas la del FMI. Vendrán planes de rescate, se volverá a hablar mucho de solidaridad. En EEUU casi 7 millones de personas, en dos semanas, solicitaron el seguro de cesantía. Por otra parte, países como Corea del Sur y Taiwán, han tenido una gestión muy eficiente de la pandemia, que si bien ha disminuido las libertades individuales, no ha sido tan restrictivo como en China e igualmente han controlado la enfermedad disminuyendo las pérdidas humanas, contagios y costes en la economía. Sin embargo, en una economía globalizada, de todas maneras naciones como esas, que en principio no han sufrido grandes consecuencias, pueden verse afectadas. Hoy en día, muchos países dependen, en buena medida, de las importaciones que se hacen de China. Habrá un debate en los países sobre el fortalecimiento o no de las cadenas productivas. Ojalá que esto no conlleve a un nacionalismo o proteccionismo. Ojalá sea una oportunidad para mayor multilateralismo y solidaridad.
Todavía es pronto para aventurarse sobre el impacto de la crisis, pero se abren muchas perspectivas y debates. Otro, es sobre el rol del Estado. En Chile veníamos de una crisis y un proceso constituyente pendiente. El carácter público o privado de la salud, en el contexto de una pandemia, será un debate presente de todas maneras. En muchos países se han tomado medidas extraordinarias, como en Francia o EEUU, donde las empresas privadas se han puesto al servicio de la producción de insumos médicos o se han controlado los precios. Esto reforzará la discusión sobre el rol del Estado. Las desigualdades entre los países y las clases sociales se hará más evidente. Esta grave crisis global revela nuestra vulnerabilidad como seres humanos y esto abre la discusión sobre el multilateralismo, pero también hacia los nacionalismos.
#NV: ¿Cómo se expresa en Chile esta disputa entre ambas super potencias? ¿Es posible mantener un equilibrio con ambas, en materia política, comercial y militar? Hoy en día, más allá de la enorme influencia China sobre nuestra economía, el influjo político, económico y militar de los EEUU en Chile sigue primando. ¿Cambiará esto en el corto plazo?
#LO: Chile buscará mantenerse equidistante. Ambos nos son relevantes. Tenemos una gran interdependencia con estos. Son nuestros principales mercados. En palabras de la guerra fría, seríamos unos “no alineados” que no se inclina por ninguna superpotencia y donde el Estado, de forma pragmática, busca privilegiar los intereses nacionales, independientemente donde esté cada una de esos países. Por ejemplo, en el acuerdo de París, en el que está Chile, China está presente y los EEUU no. Chile, en el contexto de la discusión de un TLC con un EEUU no aprobó la invasión a Irak. Con el pragmatismo me refiero a que ningún gobierno chileno a condenado las violaciones a los DDHH que ocurre en China, a diferencia de lo que pasa con Venezuela. Es parte de lo que yo critico de la diplomacia chilena. Es, ante todo y más allá de los énfasis de los gobiernos de turno, una diplomacia comercial. El multilateralismo es la forma que tienen países, pequeños como el nuestro, para hacerse escuchar. En la forma más latinoamericana, de la autonomía, eso pasa por tener buenas relaciones con los distintos actores, sin cambiar un hegemón por otro y evitando una dependencia específica.