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Las AFP y el retiro de fondos, o el meollo del asunto

Costó sus años y una ardua disputa ideológica y cultural, además del propio aprendizaje por el paso del tiempo, pero ya es parte del sentido común y el conocimiento general la constatación de que en las AFP se encuentra, más que un sistema de pensiones y seguridad social, el núcleo del modelo económico neoliberal que ha regido las vidas de nuestra sociedad desde su instauración hace 4 décadas, y en particular, el modo de acumulación y concentración de riquezas y poder por parte de los grandes grupos económicos y la oligarquía chilena.

Atrás quedaron las promesas con que el sistema encubrió desde sus inicios sus últimas finalidades, y esas publicidades y defensas “intelectuales” que hoy se ven tan nítidamente burlonas y grotescas. O el recuerdo a las duras presiones que vivieron millones de trabajadores y trabajadoras para pasarse al nuevo sistema. O los reportes que cada cierto tiempo intentaban mostrar que el sistema funcionaba de lo mejor, que la rentabilidad de los fondos indicaban una alta eficiencia en sus administradores, que era visto como “modelo a seguir” por otros países que, presionados por la ola neoliberal de la que el nuestro fue uno de sus primeros experimentos, imitaron algunas de sus características, aunque nunca o con la extrema profundidad y brutalidad con la que se hizo acá.

Y fueron bajando las rentabilidades de los fondos mientras seguían a tope las ganancias de las administradoras, y cada cuanto una crisis capitalista mundial (las detonadas en 1998, en 2008) mostraban los “pies de barro” de su modelo de inversiones. Y se fueron “jubilando” nuevas franjas etáreas de pensionados, y el movimiento y las movilizaciones contra las AFPs pusieron el tema en primer plano. Y llegó Octubre de 2019, confirmando al sistema de pensiones como uno de los principales motivos de rechazo popular. Y llegó la pandemia y una nueva crisis económica capitalista global, con magnitudes y efectos aún no mensurables a cabalidad pero sin duda enormes. Y con un Gobierno que cuenta con la exclusividad de proponer medidas que impliquen gasto fiscal y que se niega a tomarle el peso a la situación, desde fuera de él llegó la idea del retiro de un 10% de los fondos para paliar urgencias y desesperaciones populares, iniciativa que, aunque acotada y de efectos limitados, pone en cuestión el armado completo del sistema de pensiones, y con él, del modelo en su conjunto.

Y las derechas, las elites, las propias AFP, como era de esperar, pusieron el grito en el cielo, que el “populismo”, que “se incendiaba Chile”, que la irresponsabilidad. La Bolsa de Comercio se movió a la baja, y es esperable que sea sólo la primera de otras tendencias en sentido similar.

En la otra vereda de la realidad, las redes sociales registraron el festejo popular, y en algunos lugares se escucharon bocinazos. Sin confinamiento, muy probablemente, hubiera habido también celebración callejera. Y se dice que faltaría sólo uun voto en el Senado para contar con el quórum necesario para su aprobación parlamentaria. Y se teme de algún veto presidencial. O incluso de una nueva intervención del Tribunal Constitucional, aunque esta vez se trate de una Reforma a la Constitución, pues ella, moribunda pero aún vigente, así lo faculta.

Pase lo que pase, y a pesar de todos los motivos de preocupación y alarma, un motivo de alegría: De un tiempo a esta parte, superado rodeos, eufemismos y enmascaramientos, venimos hablando del meollo de los asuntos.


Ver, relacionado:

Cámara de Diputados aprueba Proyecto de Reforma Constitucional de Retiro del 10% de Fondos Previsionales, Julio de 2020.

Algunos comentarios sobre el Sistema de Pensiones en Chile y la constitucionalidad del modelo de AFP y del retiro de fondos, Octubre de 2019.

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