
La whisky-izquierda no entiende nada de feminismo: Sobre Gumucio y Álvaro Díaz
Por Anaclara K.
La voz de Juan Carlos Bodoque y el ininteligible enanito de Plan Z, no entendieron nada. Lejos los días en los que las platas de papi Solari les permitían editar el primer pasquín del Clinic, ahora se enfrascan en una defensa corporativa de sus reputaciones progresistas a partir de lo ofendidos que se sienten porque las mujeres de sus ex casas de estudios alcen banderas violetas.
Cuarentones resabios de un progresismo noventero de baja intensidad, en el que decir «culo» en TV abierta era una osadez magnánima, aún consideran que son sus banderas las que pueden flamear afuera del Liguria. Su burbujita de apoyo estatal concertacionista les dejó en un estado de inmadurez intelectual que sólo da para antología de VHS en un persa de la suburbia.
Atacan al feminismo por no ser más que marionetas de su clase. Se ven a sí mismos amenazados tras las pancartas y los rayados de las movilizaciones feministas. Las desprecian porque, en el fondo, se desprecian a sí mismos. Saben que su prestigio tiembla ante una entrevista de una vocera de toma, pero nada salieron a decir cuando su compinche Álvaro Henríquez saca un videoclip en el que una mujer es asfixiada y asesinada.
No tienen idea de cuántas mujeres de origen humilde estudian en la Utem, la Usach o la UV, que están tan en toma como la única estatal que recuerdan, la Chile. Muchas de ellas tienen hijes, que ven 31 Minutos para aprender respeto… Tristes sombras de un pasado de Rock&Pop y Canal 2 que murieron junto con sus afanes libertarios. Hoy, ignorantes de la composición de clase de los planteles públicos, sólo pueden murmurar frente a la pantalla -a lo Tano Pasman- qué bronca la p*** que las parió.
Jubílense, retráctense y publíquese.
Kek
Aquí solo acabo de leer lagrimitas de un progre ofendido.