
La pasión de los decires: Sobre Revista DeFrente y su lugar en el mundo
Por Miguel Fauré Polloni
Comité Editorial #DeFrente
UNO/ EL DESEO Y LA PALABRA
Las imágenes han quemado la pradera. Hoy pareciera que si no traduces tus ideas a pixeles, aburres. Y, claro, en el juego de la luz y el color, música de fondo y especiales efectos, la letra es un mausoleo. ¿Por qué una revista? ¿para qué rellenar cuartillas digitales? Suena demodé. No es trending confiar aún en el verbo. A contramano caminan quienes aún le pagan fianza a los párrafos y las tesis. Al juego milenario de las veintitantas letras. Esa tecnología tan básica, sucia, asequible… popular.
DOS/ ¿HAY ALGUIEN ALLÁ AFUERA?
En mis días universitarios, un compañero me contaba de aquella vez que fue a realizar un programa literario/rockero en Radio Villa Francia. Circa 2001. En medio de la madrugada, sabiendo que contra la TV no puede ni dios, interrumpe una canción de King Crimson y pregunta a los oyentes fantasmagóricos: «¿hay alguien allí? Si alguien me escucha, ¡grite!» Radio comunitaria, corto alcance, cuna de milagros: un aullido de un pequeño, de quizás 13 o 14 años de edad, se escucha desde el ventanal. Un grito. Un eco. basta eso para darle sentido a todo lo demás.
TRES/ LA ESPERANZA ABURRE
Estos son tiempos de bambalinas, para algunes. Cuando el socialismo llegue, cuando la luz de los focos golpeen nuestras caras: allí, sin miedo, salir a escena a gritar nuestra parte del guión. Pero el cotidiano nos disuelve el libreto. Ahora es cuando, para mal o para bien. «Resistir es crear», coreaban en la Argentina del 2001: crear, afirmar, sobrevolar la sobrevivencia para que la vida se descubra a pecho abierto. Ahora, hoy, los lazos reconstruidos. Los golpes, apiñades, los aguantamos mejor. La esperanza aburre. Es la hora de desplegar el deseo.
CUATRO/ ZAFAR Y SEGUIR
Cuando Silvio cantó su «Historia de las sillas», alertaba sin querer sobre el peligro de estar cerca de las babas del poder. Frenteamplistas como somos, de pronto nos vimos con la opción en ciernes. La tentación del acomodo, del mejor-no-decir para no descapitalizar al FA de «sus» votos, apareció en el horizonte. Como Messi esquivando manotazos y puntetes, sabíamos que dormirse en cantos de sirenas y resacas de carnaval era una ilusión. Aquí nadie se detiene, compañeres. Con o sin diputación, en el 20 o el 5%, la tarea seguía -sigue- siendo la misma: un rojo amanecer.
CINCO/ LA PASIÓN DE LOS DECIRES
Hoy #DeFrente es autogestionada, sostenida mediante laburo militante, regida por sus propios tiempos (que, como bien saben les zapatistas, no son los del calendario del poder). No nos interesa disputarle nichos a nadie, ni ser un altavoz hegemónico. Aquí, desde los territorios, desde la intimidad del que construye sin bombo pero con fiesta, desde el silencio de la calle. Desde una convicción sentipensante. Sin cálculo ni norma. A pulso. Cara a cara. De Frente.