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«La normalidad del sistema en que sobrevivimos es conflicto y sufrimiento» por Miguel Silva

La normalidad del sistema en que sobrevivimos es conflicto y sufrimiento (*)

Miguel Silva

Mucha gente quiere volver a la paz y la tranquilidad, volver a vivir sin balazos, sin bombardeos, sin sufrimiento y con solidaridad. Volver a la normalidad. 

 Sin embargo ¡sin embargo! la normalidad del sistema en que vivimos – mejor dicho, en que sobrevivimos – la normalidad es conflicto y sufrimiento. Mira   la «normalidad» en que hemos sobrevivido durante los últimos 30 años… 

  • Décadas de austeridad neoliberal. 
  • Dos crisis económicas; la segunda casi un colapso mundial. 
  • La invasión de Iraq por los EE.UU. que terminó como otro fracaso y el crecimiento de ISIS. 
  • Una década de estancamiento económico. 
  • El calentamiento global, con sequía  e incendios en muchos países y la pandemia que nació como consecuencia de la destrucción del ecosistema. 
  • Crecimiento vertiginoso de la economía China y debilitamiento relativo del poder económico y militar de los EE.UU.  
  • Ricos más ricos que nunca y cientos de millones de familias sin agua y techo. 

  ¡Fácil es entender porqué hay tanta gente que sufre de problemas psicológicos! 

  

Parece que cada vez que tenemos un poco de paz y tranquilidad, las cosas terminan peor que antes. ¿Por qué es así? 

 Es así, o mejor dicho lo veo así, porque el sistema en que sobrevivimos es uno donde empresas nacionales, multinacionales y países enteros, tienen que hacer la competencia — derrotar la competencia — para seguir adelante. No tienen alternativa porque si no vencen, terminan derrotados por sus competidores. 

 La causa de las guerras hoy. 

Desde hace un siglo atrás, en un intento de explicar las causas de la primera guerra mundial, Lenin analizó el sistema en que sobrevivía y destacó que las empresas ya eran súper grandes y multinacionales, como consecuencia exigían protección del estado donde tenían sus raíces. Protección militar, diplomática y todo tipo de infraestructura económica, por ende, se entremezclaba la competencia económica con los conflictos militares entre países.  

 Ese es el sistema imperialista en que – todavía – sobrevivimos. 

Pero Lenin también destacó que el sistema siempre cambia, es terriblemente dinámico. En poco tiempo, el país más grande de anteayer ya no lo es. El país poco importante de anteayer ya es lo más grande hoy. Todo cambia, nada queda en equilibrio para siempre.  Bajo el impacto de la competencia, el balance de poder de hoy obliga a los sin poder a saltar  adelante para alcanzar el poder mañana. La hegemonía de ayer no es la hegemonía de mañana. Esta forma de avanzar y retroceder es el «desarrollo desigual».

Bajo estas condiciones, la normalidad es el conflicto. 

 Acá algunas de las frases del tremendo texto de Lenin sobre el imperialismo. (recomiendo ese libro, es muy entretenido y no es largo) 

 El sistema del imperialismo. 

 El desarrollo desigual y espasmódico de las distintas empresas, ramas industriales y países es inevitable bajo el sistema capitalista. Pero el crecimiento del capitalismo no sólo es cada vez más desigual, sino que su desigualdad se manifiesta particularmente en la decadencia de los países más ricos en capital. 

 Bajo el capitalismo es inconcebible un reparto de las esferas de influencia, de los intereses, de las colonias, etc., que no sea por la fuerza de quienes participan en él, la fuerza económica, financiera, militar, etc. Y la fuerza de los que participan en el reparto cambia de forma desigual, ya que el desarrollo armónico de las distintas empresas, trusts, ramas industriales y países es imposible bajo el capitalismo. 

 Por ende, las guerras imperialistas son absolutamente inevitables bajo este sistema económico, mientras exista la propiedad privada de los medios de producción. 

 ¡Bien dicho! 

  Volver al futuro. 

 Ahora bien, Lenin hizo uso de un montón de ejemplos muy entretenidos del alcance y dinamismo de las empresas monopólicas de su época. Podemos también usar un ejemplo más cerca a nuestro país y nuestra época… la producción de cobre.  

Hasta 1990, Chuquicamata era el productor más grande de cobre del mundo. En ese año, entró en producción la mina La Escondida, cuyos dueños son tres multinacionales monopólicas: BHP Billiton (australiana), Rio Tinto PLC (británica), JECO 2 Corp  (japonesa).  

Ahora bien, para «saltar adelante», la nueva mina entró a niveles de producción mucho más altos que Chuquicamata: en 2010 procesó 1,086 mil toneladas métricas de cobre, mientras Chuqui procesó solamente 528 mil toneladas (1). Este proceso dinámico tiene nombre, es desarrollo desigual. 

  Capitalismo mundial y la alternativa. 

Hoy en día la clase trabajadora mundial es más grande que nunca. Los millones de nuevos trabajadores en Asia han aumentado el tamaño de la clase trabajadora a entre 1,5 y 2 mil millones de personas (2). Los y las trabajadorxs producen lo que necesita la población en países tan distintos como China, Sudáfrica, Brasil y los EE.UU. 

 Ahora bien, los trabajadorxs del mundo ponen en marcha la inmensa cantidad de trabajo humano acumulada en fábricas, supermercados, colegios, oficinas, puertos y minas, programas de computación y comunicaciones. 

Aquella acumulación de trabajo humano puede ser fuente de más ganancias, las que a su vez acumulan aún más trabajo humano para generar aún más ganancias para los ricos. 

 La alternativa es que hagamos uso de esa acumulación de las fuerzas de trabajadorxs acumuladas en décadas anteriores, para producir lo que necesitamos. Usar los colegios y las comunicaciones para enseñar y crear mentes que critiquen. Usar las fábricas, supermercados, oficinas y minas para disponer de lo que queremos consumir. En otras palabras, en vez de la base para generar más ganancias para unos pocos, el trabajo humano ya acumulado nos sirva como los cimientos para una vida donde ser feliz es la normalidad.  

 Pero, para terminar con el sistema en que sobrevivimos, del capitalismo imperialista, necesitamos sacar el poder de las manos de los ricos en todos los países y comenzar a controlar todo nosotros mismos. 

 

(*) El contenido de este articulo no necesariamente corresponde a la linea editorial de la Revista.

(1) Ver detalles estadístícas de producción en la base de datos de cochilco.cl

(2) Ver las discusiones sobre la clase de trabajadora hoy en:

https://vientosur.info/clase-obrera-mundial-crecimiento-cambio-y-rebelion

http://www.rebelnews.ie/2018/12/04/who-is-the-working-class-today/

 

 

 

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