
La disputa por un nuevo ciclo estatal en Brasil
Revista De Frente, inaugura con la publicación “La disputa por un nuevo ciclo estatal en Brasil” del Profesor de Derecho Constitucional y militante del Frente Pueblo Sin Miedo João Telésforo, una serie de artículos que tienen como propósito comprender el escenario político latinoamericano, atravesado este año 2018 por elecciones presidenciales y legislativas (El Salvador, Brasil, Cuba, Paraguay, Colombia, México y Venezuela) e intensas luchas de los movimientos sociales por conquistar, defender y/o avanzar en democratización y socialismo en nuestro continente.
En ese sentido, João Telésforo en el primero de sus tres artículos, caracteriza el escenario político del juicio a Lula en Brasil y la vigencia del proyecto que el Partido de los Trabajadores (PT) lideró por veinte años.
En los siguientes artículos: “Las Causas que Posibilitaron el Golpe en Brasil” y “Posibilidades y Tendencias de un Nuevo Bloque Histórico Popular” analiza cómo se produjo la correlación de fuerzas desfavorable que posibilitó el golpe, y las posibilidades de articulación de las clases populares y grupos subalternos, con vocación de disputar el poder para transformar el país.
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La condena a Lula en la disputa por el nuevo ciclo estatal en Brasil
Por João Telésforo*
El ex-Presidente Luiz Inácio Lula da Silva encabeza las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil con alrededor de un 37% de las intenciones de voto, superando por veinte puntos a quien lo sigue. Sin embargo, tras la ratificación de su condena por corrupción y lavado de dinero, es probable que su candidatura sea inhabilitada por el Tribunal Superior Electoral, aunque esta sólo será posible después de su inscripción como candidato por el PT. Por lo tanto, se prevé un proceso complejo, con acciones en distintas instancias judiciales. Un escenario político abierto, con posibilidades ciertas de que Lula sea tomado detenido en los próximos meses o incluso electo presidente en el mes octubre.
La imprevisibilidad de los ritmos de las decisiones judiciales ha profundizado la situación de incertidumbre política ya instalada en el país desde 2015. El Partido de los Trabajadores buscará todas las instancias para que sea candidato, movilizando su defensa bajo la consigna “elección sin Lula es fraude”. Y la tesis defendida por el PT cuenta con muchas certezas, dado que la condena de Lula fue producto de una farsa judicial-mediática, no solamente por la inconsistencias de las pruebas en su contra, sino también por los abusos cometidos por el juez Sérgio Moro, quien durante el proceso lideró una investigación construyendo un espectáculo de persecución política. Además, actualmente no está en curso ninguna acción relevante a favor de una “limpieza de la corrupción” en el país y las oligarquías en control del Congreso Nacional han suspendido el trámite de dos denuncias en contra Michel Temer, el Presidente ilegítimo de la República, acusaciones por cierto, mucho más robustas que las emprendidas en contra Lula.
No es casualidad que la bolsa de valores de São Paulo se haya disparado, tras confirmarse la condena contra el ex-Presidente. Sin su candidatura, se hace mucho más fácil el camino para la elección de un candidato comprometido con la continuidad pura y dura de un programa neoliberal y entreguista defendido por los golpistas, que radicaliza las condiciones de superexplotación de la fuerza de trabajo, la mercantilización de la vida, al despojo de las tierras, recursos naturales y empresas estatales estratégicas, la inserción internacional subordinada del país, y – porque ese proyecto desconstituyente no es posible de otra manera – la exclusión política del pueblo.
Más que la unidad de la izquierda, es por medio de una amplia unidad popular de las mayorías sociales que se podrá resistir con eficacia esta avalancha de retrocesos. La huelga general del 28 de abril de 2017, contra las “reformas” laborales y del sistema de pensiones, fue un hito importante, que apunta en este sentido. Convocada por las principales centrales sindicales y movimientos sociales, la huelga movilizó a millones de trabajadores. Aunque no se logró interrumpir el desmonte de la legislación laboral, aprobada en julio, sí fue posible retrasar la “reforma” del sistema de pensiones. El gobierno de Temer realiza hoy un gran esfuerzo para aprobarla en las próximas semanas. Las ha seguido la nueva ronda de privatizaciones, que incluye a Eletrobras, empresa estatal del sector eléctrico. Las encuestas han expresado el rechazo de la ciudadanía a esas medidas. No obstante, el desafío hoy es transformarlo en una oposición social activa.
El momento político en Brasil pide algo más que resistencia, o más precisamente pide una resistencia creativa, capaz de articular desde las luchas un campo político en pos de un nuevo proyecto de país. La izquierda tiene el reto de construir una salida a la crisis de las élites, pero también debe ser capaz de construir una alternativa al neodesarrollismo de bajo perfil de las administraciones petistas, que se hundió por sus propias contradicciones políticas y económicas – evidenciadas en la imagen-síntesis del mayor crimen ambiental de la historia brasileña: el mar de lodo despejado en el Río Doce en el año 2015, por la ruptura de la represa de desechos de un gran proyecto de explotación de mineral de hierro. Bajo el lodo (usualmente también un símbolo de la corrupción), el rastro de la sangre de 19 personas muertas y los impactos en muchas dimensiones de la vida de las comunidades de las 39 ciudades afectadas: un retrato de la regresión primario-exportadora producida en la economía brasileña y latino-americana desde hace décadas.
Hay que reconocer que el golpe no fue consecuencia simplemente de errores puntuales, ni tampoco de la derrota estratégica de un proyecto político que por más de 20 años fue hegemónico en la izquierda brasileña. Más allá de examinar lo bueno y lo malo que las administraciones del PT han dejado como herencia, es necesario analizar cómo se produjo la correlación de fuerzas desfavorables que posibilitó el golpe, y las posibilidades y tendencias de articulación de un nuevo bloque histórico de las clases populares y grupos subalternos, con vocación de disputar el poder para transformar el país. Situación que revisaremos en los siguientes artículos.
* João Telésforo es Profesor de Derecho Constitucional, militante de la Frente Pueblo Sin Miedo y asesor legislativo de la bancada del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) en la Cámara de los Diputados de Brasil. Publicó un artículo sobre el Frente Amplio chileno: https://outraspalavras.net/mundo/america-latina/frente-ampla-assim-o-chile-trama-outra-politica/.
Contacto: mf.telesforo@gmail.com
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