
«Judas Priest – Ram It Down (1988): Una Montaña Rusa de Poder y Experimentación» por Nicolás Romero
Por: Nicolás Romero
#Violeta
En el vasto mundo del heavy metal, hay pocas bandas que pueden presumir de una carrera tan extensa e influyente como Judas Priest. A lo largo de los años, esta legendaria agrupación británica ha dejado una huella imborrable en la historia del género, moldeando su identidad y aportando innumerables clásicos. En medio de su prolífica discografía, se encuentra un álbum que, a menudo, se encuentra eclipsado por sus predecesores más célebres: «Ram It Down», lanzado en 1988.
Si bien el álbum no goza de la misma notoriedad que trabajos emblemáticos como «British Steel» o «Screaming for Vengeance», «Ram It Down» es una interesante exploración de los diversos matices y estilos que Judas Priest podía ofrecer. Aunque el disco muestra una clara inclinación hacia la épica velocidad y ferocidad del heavy metal, también se aventura en territorios más experimentales y melódicos.
El álbum arranca con «Ram It Down», una canción que no escatima en fuerza y potencia. Desde el principio, queda claro que Judas Priest está dispuesto a llevarnos en un viaje vertiginoso lleno de riffs abrasadores y voces agudas características de Rob Halford. La intensidad y la energía que irradian estas pistas son una muestra de la maestría de la banda para crear himnos que hacen rugir a sus seguidores en los estadios de todo el mundo.
A medida que avanzamos en el álbum, nos encontramos con cortes más inusuales, como «Love Zone» y «Come and Get It». Aquí, la banda explora sonidos más comerciales y accesibles, sin sacrificar su esencia metalera. Estos experimentos podrían haber desconcertado a algunos fanáticos acérrimos, pero también demuestran la versatilidad de Judas Priest y su capacidad para desafiarse a sí mismos en el proceso creativo.
Uno de los momentos más destacados del álbum es, sin duda, la emotiva balada «A Touch of Evil», que muestra a Rob Halford desplegando todo su poderío vocal con una entrega desgarradora y pasional. La canción presenta un contraste interesante con el resto del álbum y demuestra que Judas Priest no solo se destaca en el metal más feroz, sino también en las piezas más emotivas y sentimentales.
Sin embargo, a pesar de su riqueza en variedad, «Ram It Down» no está exento de críticas. Algunos consideran que la producción del álbum no logra estar a la altura de su potencial, y esto ha sido motivo de debate entre los seguidores de la banda. Además, comparado con sus álbumes más icónicos, «Ram It Down» podría parecer menos cohesionado y un tanto disperso en términos de identidad.
En última instancia, «Ram It Down» sigue siendo un álbum digno de apreciación y admiración. Aunque puede no alcanzar las cimas de sus trabajos más célebres, su diversidad y valentía para experimentar hacen que este álbum sea una adición valiosa a la discografía de Judas Priest. Es un testimonio del poder duradero de una banda que ha sido capaz de mantenerse relevante y emocionante en una escena musical en constante cambio. Entonces, si aún no has experimentado este disco, prepárate para un viaje lleno de adrenalina, pasión y auténtico heavy metal.