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José Rodríguez Elizondo sobre el Covid-19: “La ortodoxia friedmaniana poco y nada tiene que hacer en esta coyuntura”

Por Nicolás Valenzuela

 

El profesor José Rodríguez Elizondo accedió a darnos una breve entrevista sobre el actual contexto global, la repercusión en éste del covid-19 y como se posiciona Chile en ello. Conocedor como pocos, en Chile, de las relaciones cívico-militares, la diplomacia y las relaciones internacionales, el perseguido y exiliado en dictadura, luego el embajador en Israel durante el gobierno de Frei Ruiz-Tagle y autodenominado “extremista de centro”, nos da sus crípticas y escépticas impresiones sobre el ascenso Chino y el declive norteamericano, el impacto político y económico del covid-19 y nuestras posibilidades.

 

RDF: ¿Se acelerará el proceso de consolidación China y declive de los EEUU con la aparición del COVID-19?

 

La pregunta supone procesos vigentes de consolidación y declive, que se dan por aceptados, pero sin un derrotero determinado. Durante la guerra fría existió el supuesto previo de la convergencia sistémica –antagónico al del enfrentamiento inevitable-, obviamente negado por los ortodoxos de las superpotencias en pugna. En este caso estamos ante un escenario cualitativamente distinto, por dos razones fundamentales: Primera, porque los Estados Unidos y China sostienen una real economía de mercado y sus discrepancias sólo se ubican en lo que marxistamente sería el ámbito de las superestructuras. Segunda, porque durante la guerra fría los procesos políticos y económicos se desarrollaban bajo conducción humana y, en el caso del COVID-19, el factos activante viene del espacio. Por tanto, las racionalizaciones politológicas le son neutras y ajenas.

 

RDF: Es probable que esta pandemia traiga aparejada una gran crisis económica. ¿A qué países podría afectar más y cuáles se encuentran mejor preparados para resistirla?

 

Al igual que en la escala humana elemental, los países que más sufrirán el impacto son los del nivel socioeconómico inferior. Por añadidura, los países desarrollados están en mejor pie, pues pueden recurrir a sus reservas y al poder económico de sus Estados, desentendiéndose de ortodoxias doctrinarias. En todo caso, difícil sería negar que la ortodoxia friedmaniana poco o nada tiene que hacer en esta coyuntura. Como pasatiempo para economistas, ya habrá quienes establezcan las fronteras exactas de pobreza y riqueza comparativas,  para enmarcar la catástrofe con algún nivel de exactitud.

 

 

RDF: ¿A propósito de cómo los tipos de estado y gobiernos enfrenten el cambio climático y el COVID-19, se puede generar una nueva percepción acerca de los tipos de gobiernos que son deseables? Por ejemplo, China combatió con gran eficacia la pandemia y EEUU está siendo por lejos el país más afectado. ¿Entrará también el neoliberalismo y las democracias occidentales en una crisis cultural a nivel global?

 

La pregunta supone la prevalencia de la racionalidad política pero, vista la historia de la humanidad, es una hipótesis demasiado optimista. Por razones de prestigio, el sistema soviético quiso ocultar lo sucedido en Chernobil, accidente nuclear que, en el corto plazo, terminó con Mijail Gorbacho y con el propio sistema de la URSS. En el caso del COVID-19, el sistema chino intentó una maniobra similar de ocultamiento, al retener la información pertinente, perdiendo un tiempo estratégico para “aplanar la curva” de expansión del virus. Sin embargo, esto no significa que el sistema democrático occidental sea más seguro, por esencia o por default. Según fuentes confiables, Donald Trump tuvo en sus manos las alertas necesarias sobre el virus a fines de 2019 y decidió ignorarlas, porque cualquier campaña de control habría sido disfuncional para su campaña reelectoral. Dicho en corto, lo que vale para enfrentar fenómenos como COVID-19 es la transparencia y rapidez de la información, sea cual fuere el sistema político de soporte.

 

RDF: Hoy en día, más allá de la enorme influencia China sobre nuestra economía, el influjo político, económico y militar de los EEUU en Chile sigue primando. ¿Cómo se imagina ud que vaya a evolucionar esta relación entre las superpotencias y Chile a propósitos de estos nuevos acontecimientos? ¿Se puede mantener un equilibrio entre ambas? 

 

Chile fue un actor periférico del orden mundial durante la guerra fría y también lo es hoy, respecto al orden mundial en fragua. Como tal, es muy difícil que se produzca un cambio drástico en sus vínculos con los actores principales, salvo un eventual cambio drástico en su estructura interna. Además, en la eventualidad de un cambio revolucionario de signo anticapitalista, difícilmente China asumiría respecto a Chile un patrocinio similar al de la ex URSS respecto a Cuba. Esto, por la sencilla razón de que ambos sistemas socioeconómicos, el chino y el chileno, son de mercado o capitalistas. RDF. 

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