
«Jadue, Boric y por qué los partidos hacen lo que hacen» por Miguel Silva
Daniel Jadue, Gabriel Boric y por qué los partidos hacen lo que hacen.
Miguel Silva
Después de todo, los partidos no son nada más que organizaciones de personas que quieren trabajar para que los movimientos por los cambios sociales terminen con éxito. Esos cambios pueden ser reaccionarios, de reformas, socialistas revolucionarios. En fin cambios de muchos tipos.
Pero la mayoría de los partidos tienen intereses propios, es decir, no son solamente representantes de movimientos que quieren cambios, sino representantes y organizadores de sectores, grupos o clases dentro de los movimientos por los cambios.
Dentro de los movimientos en pro de reformar el capitalismo agresivo, sin alma, el PS y PPD (es decir la Socialdemocracia) quieren organizar cambios para sus bases. Bases que tienen en las burocracias sindicales, las que han buscado apoyo de partidos para avanzar en las leyes o negociar un mejor sueldo mínimo. Esas centrales de sindicatos han sido integradas en los proyectos políticos parlamentarios como movimientos sociales “politizados”.
Los socialdemócratas también tienen parte de su base en los funcionarios del estado que implementaron la política de la sustitución de las importaciones y el desarrollo nacional y quieren cambios que correspondan a sus intereses dentro de un movimiento que humaniza el capitalismo.
La DC también tiene base en las burocracias sindicales y los funcionarios del estado, pero también en el mundo del aparato de la justicia y en un sector de los capitalistas. Por lo tanto, la DC tiene que balancear entre los intereses de esas capas, grupos y sectores de clase en pro de dar fuerza de alma al sistema, pero dentro de límites estrechos.
Cuando Clotario Blest enfrentó el tipo de política propuesta (en su época) por la alianza del PS y el PC, y la Falange (luego la DC), dijo en su artículo “La CUT y los partidos políticos”, de 1957, que:
“Somos demasiado “políticos” y muy poco “sindicalistas”. Tenemos la falsa idea de que sólo “políticamente” se solucionan los problemas de un país y no tenemos fe en las fuerzas y posibilidades de la clase trabajadora en cuanto a tal. Olvidamos muy a menudo que la única vanguardia de la clase trabajadora en sus luchas reivindicativas son sus fuerzas sindicales y su frente mancomunado de “clase”.”…
“El juicio del gremio es un juicio de clase y no de partido: goza de la amplitud de aquél y repudia la estrechez de éste. La realidad de los problemas económicos modernos debe superar a las concepciones metafísicas partidistas.”
Clotario dijo que el juicio de las organizaciones base debe ser un juicio de clase y no de partido, porque los partidos han usado las organizaciones sindicales como una carta más en el gran juego de la política parlamentaria. Es decir, los partidos “amigos” eran, y son, voceros de movimientos, pero no hay nada gratis en este mundo.
Bueno, volvamos a los movimientos por los cambios hoy. Los partidos de ChileVamos tienen sus bases – dentro de un movimiento por crear la fe en un “capitalismo popular y humano”– en la mayoría del empresariado, en las FF.AA. y en el sistema judicial, entonces ChileVamos representa sus intereses. Su gran desafío es convencer a las clases explotadas, que está en sus intereses apoyar a los ricos y poderosos. Y no solamente convencer a los fachos pobres, sino a millones de la “clase media” y otros más adinerados o menos pobres.
Todos los partidos interpretan los intereses de sus bases a través de su propia ideología. Mejor dicho, su ideología nace de los intereses de las bases de los partidos, pero interpreta aquellos intereses en una forma especial. Tienen su propia “óptica”.
Los partidos socialdemócratas interpretan los intereses de sus bases, es decir, los intereses de los funcionarios estatales y la burocracia sindical. Entienden que esas bases crecieron y se consolidaron, primero en la intervención estatal que comenzó en los años 1920, luego enfrentaron la depresión mundial y pasaron por el largo periodo de sustitución de importaciones dirigido por la CORFO durante el Frente Popular, luego por el proyecto de Reforma Agraria bajo la revolución en Libertad bajo Frei (padre) que intentó aumentar el nivel del consumo de la población, para entrar en el proyecto de la UP que enfrentó la combinación de bajos niveles de inversión, ganancias altas y la gula de los empresarios nacionales y extranjeros. La intervención estatal volvió a la vida, pero con mucho menos fuerza, bajo los gobiernos de Michelle Bachelet.
¿Cuál es la forma en que interpretan los intereses de sus bases?
¿Cuál es la óptica, la ideología, que aplican a la historia de sus bases?
Es una óptica que ha tenido dos vidas.
Primera vida, la ideología de la intervención estatal o “keynesiana” en una economía privada-estatal y que se entiende mejor como un crecimiento económico con intervención estatal bajo una política parlamentaria, con luchas sociales bajo ciertos límites y algunos derechos sociales garantizados. Es una política “en nombre” del pueblo.
Segunda vida, la ideología del neoliberalismo, pero bajo control democrático donde Codelco todavía existe aunque el sistema judicial y la constitución de Pinochet controlan las opciones disponibles para las empresas y las clases sociales del país y donde ellos, los partidos de reforma, trabajan para mejorar los derechos sociales garantizados para los trabajadores y sus aliados, en una época de integración económica global. También es una política “en nombre” del pueblo.
Por su parte, los partidos de ChileVamos interpretan los intereses de sus bases también en condiciones que Codelco todavía existe y el sistema judicial y la constitución controlan las opciones disponibles para las empresas y las clases sociales del país, pero en que el éxito y el buen vivir (para todos) serían consecuencia de derechos sociales garantizados mínimos para los trabajadores y sus aliados, en una época de integración económica global. Es decir, es la ideología del goteo.
Interpretan la historia de sus bases, una historia en que, bajo el poder de la dictadura, el sector neoliberal “revolucionario” de la clase dominante eliminó aquellos empresarios con lazos estrechos a la economía estatizada, reestructuró su propia clase capitalista y creó empresas exportadoras internacionales. Luego, esa economía reestructurada pasó por décadas de crecimiento y también de crisis.
Entienden que la ideología de sus bases jugó un rol clave en este proceso, dándoles una conciencia de clase, una consistencia, un sentido de historia y del futuro de su propia clase. Necesitaban una ideología fuerte que podía servir como la “obra gruesa” sobre la que podían construir todo su edificio neoliberal, porque iban a dejar la mayoría de la población del país en condiciones de una vida indigna, mientras tanto el goteo hacía su trabajo histórico.
Claro, la ideología se instalaba en sus colegios, en sus universidades y en sus iglesias y ha aguantado el impacto de los escándalos de Karadima y Marcial Maciel, los casos de colusión del confort, los pollos, las farmacias y diversas divisiones políticas.
Su ideología insiste que no hay alternativa a lo que plantean. Pero hoy día, no basta con eso de “no hay alternativa”. Hoy día se necesita una ideología que convenza a los demás sectores y clases que es el sistema capitalista (hoy día no usan esa palabra, todavía) lo que da más esperanza, más felicidad, más futuro. En fin, también es una política “en nombre” del pueblo.
Bueno, los partidos de ChileVamos representan, y son voceras de, sus bases en el empresariado (con grandes sectores de la economía en manos de un pequeño círculo de familias), en las FFAA y la Justicia, y por supuesto, en el grupo de sus dirigentes en el Congreso y Senado.
Su obra es representar sus bases Y TAMBIEN INTEGRAR OTROS SECTORES Y CLASES. Es decir, no son partidos que son solamente aparatos que sirven a los intereses de sus “políticos”.
Políticos Vendidos
Por otro lado, parece que los partidos de la socialdemocracia y la DC sí son puros aparatos que sirven a los intereses de sus políticos, porque cuando después de casi veinte años volvieron a sus puestos en el gobierno, encontraron que no podían aplicar las mismas reglas políticas que antes porque la economía estatizada casi no existía fuera de Codelco, los funcionarios del Estado eran distintos y los sindicatos estaban muy debilitados.
Encontraron cambios aún más profundos, porque durante la década de los 1960, “su” década, las exportaciones eran 12 % del PIB, pero cuando volvieron, en 1990, eran 35 %, el triple. Es más, durante las décadas de su ausencia, la economía crecía a 4% al año, pero las exportaciones crecían a 10% al año.
Encontraron un mundo mucho más globalizado e integrado, un mundo de cadenas de exportaciones, importaciones, producción y distribución. En fin, los neoliberales revolucionarios no solamente habían construido una Constitución “blindada” para proteger su sistema, sino también toda una estructura económica que hacía imposible “volver atrás”.
Parecía que la antigua estrategia de sustitución de importaciones y desarrollo nacional ya no era una opción factible y los partidos de reforma crearon una nueva ideología, una nueva óptica, que interpreta a todos los cambios al sistema como cambios “dentro de lo posible”. No tenían bases como antes, pero igual gobernaron “en nombre” del pueblo e interpretaban los intereses de la sombra de sus bases.
Por lo tanto, parece que los partidos de la socialdemocracia y la DC son poco confiables y hasta mentirosos, que sirven los intereses de sus “políticos” como agentes que negocian las condiciones de los cambios “dentro de lo posible”, o “derechos sociales garantizados dentro de los posible”.
La Historia de los Políticos.
Las crisis económicas que ellos, socialdemocracia y la DC enfrentaron, la crisis de los tigres asiáticos en 1998, seguido luego por la crisis mundial de 2008 y luego el estancamiento después de la bonanza del cobre, confirmaron con sus ojos que podían implementar su ideología, su política, pero hasta cierto punto. Y los períodos de crecimiento durante los años ’90, durante el gobierno de Lagos y en la época de la bonanza del cobre, confirmaron que el sistema capitalista era estable y que era capaz de habilitar los cambios que consideraban posibles.
En fin, la Concertación y ex Concertación eran gobiernos que operaban sobre los cimientos de una economía neoliberal y aprovecharon el éxito de ese sistema para aumentar los sueldos y los derechos sociales (dentro de lo posible) de los niveles catastróficos de los ‘70 y ‘80.
Son políticos muy hábiles que saben “aprovechar” de cada situación y por supuesto, gobernar “en nombre” del pueblo.
Por su lado, parte importante de ChileVamos tiene fe en la destrucción creativa de las crisis; el crecimiento económico es bueno para el país, pero la crisis también es. Después de todo, ya han vivido la destrucción de parte de su propia clase y sus consecuencias: décadas de ganancias altas, costos bajos y una vida muy bien gracias. El futuro, para ellos entonces, siempre es alegre, solamente tienen que cuidar sus espaldas. Gobiernan “en nombre” del pueblo, pero insisten que son únicas las leyes del capitalismo, incluso la “ley” que establece que la intervención estatal es (generalmente) nefasto.
Hemos visto, entonces, que los dos bloques de políticos tienen fe en la capacidad del sistema capitalista de cumplir con las necesidades del pueblo. Con más o menos intervención estatal y más o menos derechos sociales para el pueblo.
Los nuevos actores
Pero no hemos conversado todavía de los partidos del momento…el FA y el PC. Ellos, tanto como los partidos del Frente Popular, creen en el poder de la intervención estatal en la economía.
Esa política, cuando faltaban las inversiones para vencer el subdesarrollo, gatilló el crecimiento económico durante los gobiernos del Frente Popular, la Revolución en Libertad y la UP.
Es decir, el FA y el PC ven que el país puede entrar en un nuevo período de desarrollo, de modernización tecnología, de producción más allá que las materias primas, de aumentos en la productividad notables. Esa óptica es la obra gruesa sobra la cual construyen todo su proyecto.
Saben que el desafío hoy , no es como en períodos anteriores, aumentar la masa de las inversiones, porque el sistema ya tiene capital acumulado en la minería, celulosa, agroindustria, retail, en los bancos. El desafío hoy es cambiar el tipo de inversiones de capital en un país donde la acumulación prendió cuando no existían derechos sociales garantizados. Por lo tanto, su keynesianismo que en el pasado ha enfrentado la falta de inversiones, hoy enfrenta la falta de consumo como consecuencia de la falta de los derechos sociales.
Claro, un gobierno puede lograr la instalación de derechos sociales con –o sin – la integración de los mismos movimientos sociales que piden esos cambios. O mejor dicho, un gobierno del PC/FA puede integrar los movimientos sociales para dar más fuerza a los cambios, o para convencerlos de “calmar las aguas” y no crear problemas para el proyecto de desarrollo nacional.
Es probable que la elección de ese gobierno va a dar más fuerza, más ganas, más confianza a los y las que luchan. Y es nuestra tarea de ayudar a los millones que, con ese nuevo ánimo, están comenzando su camino a lo que podría ser una revolución.
Ahora bien, muchos de los que creen, hoy, en ese proyecto, imaginan que es posible implementarlo en condiciones de crecimiento global y también en condiciones de crisis, como de 2008.
¿Tienen la razón? Si y NO
Por un lado, el Estado puede dar dinamismo a la economía a pesar del hecho que han bajado las ganancias de las empresas o cuando la economía se ha estancado. Sin embargo, para lograr ese dinamismo, un gobierno tendría que intervenir en la economía “más allá que lo presupuestado”. Como consecuencia, al entrar en aguas turbulentas y desconocidos, ese gobierno va a pedir disciplina a su gente, a los movimientos sociales. Va a interpretar los intereses de sus bases, los intereses de trabajadores, pobladores, mujeres y niños, a través de su ideología particular. Va a pedir tiempo y reclamar que, mientras sus reformas para modernizar la economía entran en rigor, tiene que controlar sus gastos.
Tomando en cuenta que, después de 2008, la economía entró en un largo período de estancamiento económico (8% al año en la época 1987 a 1997, 6% en la década antes de la crisis (2000-2009) y 3,3% en la década después de la crisis), y a pesar del comienzo de un nueva super-ciclo del cobre, y a pesar del posible comienzo de una crisis de endeudamiento global provocada por un aumento en la inflación, es muy probable que será una política “responsable” que va a implementar un gobierno del PC/FA. La frase “dentro de lo posible” va a tomar otro significado.
Va a ejercer mucha presión para instalar y dar apoyo a un pacto social popular que controle los gastos fiscales con el propósito de “no gastar recursos” en lo no-esencial. Es decir, no subir, por ejemplo, los sueldos tanto y así ahorrar recursos que se podrían gastar en un nuevo sistema de salud. Por ejemplo.
Ese gobierno va a interpretar los intereses de sus bases a través de la óptica que hemos discutido. ¿Cuáles son las bases de ese gobierno? En el caso del PC, sus bases son la burocracia sindical y los funcionarios estatales. Pero en el caso del FA, interpreta los intereses de la sombra de las bases que están en formación.
Para volver a nuestro tema… ¿Por qué los partidos hacen los que hacen?…en el caso de un gobierno PC/FA, ese gobierno también gobierna “en los intereses del pueblo”, en su nombre. Y como otros gobiernos, es vocero de sus “intereses verdaderos”. Lograr esos intereses verdaderos depende del éxito de un proyecto de desarrollo nacional que descansa encima de los pilares de la paz social. Es decir, ese gobierno va a interpretar los intereses del pueblo a través de su ideología.
La pregunta del millón de dólares para nosotros, entonces, es si vamos a dar nuestro apoyo a esa estrategia, ese intento de “calmar las aguas” mientras se instala la nueva etapa de desarrollo nacional, o vamos a dar más fuerza a los movimientos que exigen más cambios “hoy mismo” y en ese sentido, crean olas.
No estamos discutiendo si vamos a apoyar, con votos, a la formación de ese gobierno. Claro que sí.
Estamos discutiendo si vamos a organizar desde las bases hacia arriba para dar más fuerza a la auto-organización y conciencia de millones de personas y hacer todo lo que podamos para transmitir la necesidad que ellos y ellas mismos tomen control de todo el país. Una revolución.
Esa sería nuestra ideología, muy distinta.
Un ejemplo va a ser útil y tiene mucho que ver con el país que un gobierno “progre” tiene que enfrentar. Si el gobierno (o un movimiento social) quiere eliminar la polución provocada por las plantas de Agrosuper, va a enfrentar el hecho que los más cercanos a Gonzalo Vial Vial, dueño de Agrosuper, son Fernando Barros – director de la empresa e histórico abogado de las familias Piñera y Pinochet-, y un ex gerente general de la empresa y ahora presidente del directorio de Aguachile, gran productor de salmones. Si fuera poco, Rodrigo Errazuriz, ex gerente de Granales – una de las empresas de los hijos de Gonzalo Vial -, era director ejecutivo de Copesa.
Es decir, la integración política, personal y familiar de la clase capitalista es impresionante y ellos van a luchar por sus intereses.
Entonces, eliminar la polución va a crear olas… ¿Quiénes pagan el costo de la polución provocada por las plantas de Agrosuper… y quienes pagan el costo de la eliminación de los daños hechos por los relaves de la minería?
Si pagan las empresas, no hay nada gratis en este mundo y ellas van a exigir un acuerdo de gobernabilidad al gobierno. Un acuerdo social.
Y si paga el Estado… el gobierno va a pedir un acuerdo social a sus bases para frenar el aumento de sus gastos.
En esas condiciones, ¿apoyamos ese pacto social o trabajamos para dar más fuerza y confianza en sus propias capacidades a los y las que luchan?
Natacha
CREO que lo vital para el futuro gobierno ,es la informacion clara de esfuerzos que debera desplegar el pueblo para cumplir sus METAS como los trabajos voluntarios que ejercimos en Unidad Popular.El Gobierno sin los «musculos y cerebros» del pueblo, solo no puede ejercer su labor ,los oponentes con su poder economicos ,se lo traga ofertando dinero a representantes del pueblo. Y…… En lo que algunos caen .La Nueva CONSTITUCION es clave para evitar los vicios ,pero entre sus redactores hay muchos»independientes» con un lazo a partidos antidemocraticos ,que ojala sean descubiertos a tiempo de sus propuesta .
Natacha
Me encanto CLARO y preciso.