
Hacia un nuevo ciclo de lucha popular en Nuestra América
Por Pablo Parry
#DeFrente
Las recientes movilizaciones en Bolivia contra el régimen de Jeanine Áñez, la crisis del gobierno de Bolsonaro producto de la desastrosa gestión del COVID-19 en Brasil, el debilitamiento de la administración de Iván Duque en Colombia a partir de las acusaciones de corrupción en su contra y el inminente plebiscito constituyente en Chile son todos un conjunto de factores que pueden abrir un resurgimiento de la movilización popular en Latinoamérica.
El debilitamiento de las derechas a nivel continental coincide con la crisis de hegemonía que enfrentan los EEUU producto de su colapso económico y social interno. Hecho que solo va a tender a acelerarse a medida que nos acercamos a las presidenciales de 2020, acentuando la polarización interior en el país del norte.
Este escenario se ve aún más acentuado con las visibles rupturas dentro de las propias derechas locales. Ejemplo patente de esto puede verse en los casos de Chile y Bolivia, en donde los sectores reaccionarios no han logrado concitar un mínimo de unidad en la acción contra las fuerzas del campo popular, lo que puede perfectamente abrir el camino a una victoria histórica de las fuerzas de cambio.
Sin embargo, la eventual apertura de un nuevo ciclo de lucha no va a estar exenta de nuevas y mayores dificultades. Ante la severa crisis desatada por la pandemia de COVID-19 y la decadencia acelerada de sus principales aliados en Occidente, las derechas latinoamericanas tienden a profundizar su deriva hacia el autoritarismo de forma cada vez más acentuada, ya sea mediante la proscripción de los sectores opositores (como ha venido ocurriendo en Bolivia y Ecuador) o a través de un aumento de la represión policial y militar (tal como ocurre en Chile), ahora acompañados de grupos de choque que operan bajo el alero del estado (Ej: Situación en Curacautín, Comités Cívicos en Bolivia, etc).
La posibilidad de que la coyuntura pueda abrir paso a la victoria dependerá directamente de la articulación de las fuerzas del campo popular y de superar las diferencias inherentes que le caracterizan. La posibilidad de triunfo frente a un adversario que se encuentran en un momento de histórica debilidad no puede ser desperdiciada en vano.
Imagen extraída de kienyke.com