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«Expropiación: Empresas Estatales que deben volver » por Patricio A. Vivanco

                                                     Expropiación: Empresas Estatales que deben Volver.

Patricio A. Vivanco, Abogado

Hay constituyentes que han planteado algo muy  relevante, es decir la Expropiación de algunas empresas que antes eran Estatales y que después fueron privatizadas, o más bien dicho apoderadas, usurpadas, robadas como sabemos, aprovechándose los usurpadores de las condiciones favorables de secretismo, falta de información y de fiscalización que les daba el Régimen de Pinochet.

Y claro, esta idea despierta una desesperación en la derecha que aumenta día a día al imaginar que van a perder los privilegios que les daba el actual sistema y perder también todos los recursos a los cuales han podido echar mano durante más de tres décadas .

Esto ha generado mucha tensión en el ambiente y esta tensión está siendo provocada por los fanáticos de derecha, por los defensores del neoliberalismo, los defensores de este sistema que ha permitido enriquecerse a una minoría a costa de todos los chilenos.

Pero… ¿cómo llegaron los actuales grupos económicos, los actuales “empresarios” a hacerse millonarios, a formar el ínfimo 1% que se lleva todas las utilidades? La respuesta es muy fácil: la Dictadura Militar.

Chile, hasta antes del Golpe de Estado del 73’, tenía muchas Empresas Estatales en todas las áreas. En el área energética, en la minería, en el área siderúrgica, en el área del transporte, aéreo y terrestre, en el área alimenticia, en el área de la banca, en el área farmacéutica, seguros etc.  Todas estas empresas estatales habían sido creadas, década tras década, gobierno tras gobierno, por el pueblo chileno y la Corfo, la cual se fundó como sabemos en 1939 en el Gobierno de Pedro Aguirre Cerda, con el objetivo de fomentar la industrialización del país y como respuesta también a la crisis económica de la década.

Partió en 1943 con la Creación de la Empresa Nacional de Electricidad, ENDESA, para cubrir las necesidades energéticas y en 1946 la Compañía de Aceros del Pacifico, CAP, para terminar con aquella dependencia de acero del exterior que tenía nuestro país. Esto aseguraba además un mayor control del Estado sobre sus propios recursos, mayor soberanía y como no, la posibilidad de ofrecer los servicios a un precio más conveniente para todos.

Poco a poco el Estado Chileno fue creando sus propias empresas. Muchas de las grandes empresas eran catalogadas como “Estratégicas”, por su relevancia nacional y su importancia para la soberanía del Estado.

 

La Dictadura Neoliberal

Todo cambio desde el momento de la brutal dictadura. Sin Congreso, sin información ni fiscalización, con un Poder Judicial y una Contraloría serviles al Régimen, lleno de militares en todo el país como autoridades designadas y a cargo también de las Empresas Estatales, quedaba pavimentado el camino para que la élite que merodeaba alrededor del General Asesino se apoderara de todas estas empresas que pertenecen al patrimonio de todos los chilenos.

Es muy ilustrativo lo que nos cuenta la periodista Maria Olivia Mönckeberg en su libro “El Saqueo de los Grupos Económicos al Estado Chileno”: “El proceso privatizador, seguido por el régimen militar, amén de una operación de pingües beneficios económicos para los compradores, fue una estrategia política destinada a mantener el poder de ciertos grupos, aun después del ocaso del régimen”

En un principio el Ejército no quería privatizar todo, quería seguir una economía mixta, es decir, Empresas Estatales y Empresas Privadas a la vez. Pero la tentación de apoderarse de las Empresas Estatales fue más fuerte , alentado por los mismos funcionarios del régimen, civiles y militares que querían obtener su tajada de esta gran torta, y por los economistas egresados de la U. Catolica que después fueron a estudiar a la Universidad de Chicago, trayendo consigo su “ideología neoliberal”.

Estos personajes son los mismos que siguieron ocupando lugares de relevancia tanto en lo político como en lo económico cuando se derrumbó el régimen y que se agruparon en torno a ese ente fascista llamado UDI .Como nos dice María Olivia Mönckeberg en su mencionado libro, “Son los mismos personajes que actualmente poseen y dirigen las ahora privatizadas Empresas Públicas del Estado, ejerciendo una influencia decisiva en el desarrollo del país. O los que han obtenido suculentas ganancias después de traspasarlas a consorcios internacionales a elevados precios. [Son los mismos….]…que desde las Administradores de Fondos de Pensiones, AFP, armaron y desarmaron grupos económicos amparados en los fondos previsionales de los trabajadores chilenos, que ninguna injerencia tienen en sus destinos. [Son los mismos…] que desde las Isapres administran los seguros de salud de quienes se adscribieron al sistema privado y siguen consolidando el poder adquirido desde las universidades privadas y centros de estudios. Los que no contentos aun con todas las privatizaciones efectuadas quieren seguir con CODELCO, ENAMI, ENAP y todo cuanto queda todavía en manos del Estado”.

Solo para mencionar a algunos de estos sujetos , Joaquín Lavín, Julio Ponce Lerou, Los PENTA, Los Piñera, Los Yuraszeck, Saieh, Hernán Büchi, Sergio de Castro, Hurtado Vicuña, Sergio Melnick.

Fue tal la desesperación de apoderarse de las empresas que ya una vez que parecía evidente que el Régimen Asesino iba a desmoronarse comenzó a acelerarse la privatización. Y cuando Pinochet perdió el plebiscito en el 88’ vino la última y frenética etapa de privatización.

Hubo también empresas a las cuales se las quería privatizar, pero literalmente no les alcanzó el tiempo. Estas son ya de las muy pocas que les quedan al Estado, como ENAP, CODELCO, FFCC, PETROX. Y de vez en cuando aparecen estos fascistas con la idea de seguir privatizando las Empresas Estatales. Sólo hay que recordar lo que sucedió hace solo algunos meses en TVN, la Estación Publica de “todos los chilenos”. En Enero de 2020, además de recortar el sueldo a todos los trabajadores, hubo despidos en masa y además… este nefasto gobierno puso en venta el Edificio Corporativo de TVN en calle Bellavista. Pensó, claro, que nadie se iba a dar cuenta de lo que constituía un primer paso para privatizar TVN. Afortunadamente los mismos sindicatos de TVN con ayuda de políticos y legisladores, lograron frenar esta venta. Hoy no está en venta el Edificio.

La privatización continuó en los noventa con otro vende patria, Eduardo Frei, el cual privatizó las empresas fanatizadoras y distribuidoras del agua que bebemos, las cuales cada vez entregan un peor servicio, por culpa de la falta de inversión y reparación de la infraestructura, que siempre termina colapsando. Y además privatizó  los puertos de Chile.

Entonces cabe preguntarse, al igual que lo hace María Olivia Mönckeberg respecto de la muy poca información y el poco interés de la prensa nacional en este relevante tema:  “¿Qué papel juega en esto la concentración de los medios de comunicación?” “¿Quién juzga lo que merece ser publicado y lo que no se considerará de interés periodístico y se guardará en los archivos o se botará al papelero?” “¿Por qué nunca se hicieron reportajes acerca de lo que significó la privatización de todas las empresas que pertenecían al Estado?“ “¿Son realmente empresarios quienes han basado su fortuna en la privatización de las empresas que constituían el patrimonio de todos los chilenos para traspasarlas una vez que logran hacer suculentas ganancias?”.

Conocemos de cerca el caso en que uno de estos sujetos se apropió de un Banco de la ciudad de Talca y comenzó después a invertir todo aquel cuantioso capital, luego de estar un tiempo arrancando de la bien dudosa “justicia” que en ese entonces había…..¿A esto se le llama empresarios?. Delincuentes de cuello y corbata sería la descripción más adecuada.

 

 Expropiación

Todo esto debe volver al pueblo, debe volver al Estado. Todo fue robado, usurpado, los recursos naturales arrasados y los usurpadores siguen ahora usufructuando de ellos. Las Empresas extranjeras extrayendo todo nuestro mineral casi sin pagar impuestos. Las aguas en Chile dadas en concesión a privados y los chilenos apenas pudiendo acceder al agua , de manera racionada y en camiones aljibes y esto además de perjudicar y secar gravemente nuestro medio ambiente.

Con todo lo sucedido da hasta risa mirar como el Ejército trató a quienes iban a manifestarse a la Plaza Dignidad como Antichilenos, cuando fueron ellos los que  ayudaron a privatizar todo lo que era el patrimonio del Estado. Ahora es sólo cosa de mirar qué paso con las empresas Estatales que fueron privatizadas… fueron vendidas a grupos extranjeros, afectando incluso la capacidad del Estado de Chile en ser libre para tomar decisiones. Y si no cree, es bueno que sepa algo: actualmente el 57 % de la distribución eléctrica en Chile pertenece al Estado Chino.  Y hace muy pocas semanas, cuando el Congreso estaba evaluando la posibilidad de aplazar el pago de las cuentas básicas para evitar el corte de luz y agua a la gente en pandemia, los diplomáticos chinos estaban exigiendo que se les permitiera el derecho a cortar el suministro eléctrico a los deudores…

 

 Un Falso Dogma Neoliberal.

Los Neoliberalistas chilenos, al comenzar la usurpación de las Empresas estatales quisieron revestir este robo con ideología, con un falso dogma, el dogma favorito de los empresarios globalitas… “EL ESTADO ES UN MAL ADMINISTRADOR”.

Nada más falso. Este es un dogma que no tiene asidero en la realidad , un mito alimentado por las grandes corporaciones que le temen a la intervención estatal , temen que el Estado limite su poder al establecer reglas justas y claras .El Estado ha sido muchas veces un buen administrador y desde luego , muchas veces mejor administrador que los privados . Hay varios ejemplos de cuán bien lo ha hecho el Estado en diversas áreas y cuán mal lo han hecho los privados cuando llegan a esas mismas áreas.  Vale la pena recordar las mundialmente conocidas quiebras de Lehmann Brothers, que provocó la crisis subprime en 2008, el caso ENRON o la estafa a millones de ahorristas de todo el mundo realizada por calificadoras como Moody y S&P y la financiera Goldman Sachs, denunciadas por recomendarles a sus clientes invertir en productos financieros que no eran nada de rentables. También es instructivo recordar la estafa de Bernard Madoff. Y este no era un funcionario público, ni eran públicos los bancos denunciados por cooperar en su gran estafa a millones de personas.

Al contrario del mito, existen numerosas experiencias de buenas gestiones administrativas por parte del Estado. Desde la agencia estatal norteamericana de Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), hasta la Beidahuang State Farms Business Trade Group o China Three Gorges Corporation, empresas estatales chinas que recorren el mundo invirtiendo en alimentos y energía, pasando por la petrolera brasileña Petrobras o la rusa Sinopec Group. En todos esos casos los Estados mantienen su presencia triunfante en el mundo de los negocios corporativos.

En Argentina también existen ejemplos de empresas exitosas administradas por el Estado, como el caso Invap Sociedad del Estado, dedicada al diseño y producción de artefactos en el área de la energía nuclear y la tecnología espacial, Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín recuperada luego de la mala gestión de la empresa privada Lockheed Martin, y la Arsat, que ya ha logrado poner en órbita dos satélites de comunicaciones argentinos, Arsat 1 y Arsat 2.

Y en Chile, nada más echar una mirada a nuestro METRO, a CODELCO, o incluso a un tanto sesgado TVN. Además los más antiguos recordarán la buena calidad de las viviendas sociales que entregaba antiguamente el Estado de Chile. Esa construcción de viviendas estaba entregada a constructoras estatales. Hoy la construcción de viviendas sociales está entregada a privados…y todos conocemos lo que fue las Casas Copeva, las Casas “Chubi”, o ahora  mismo, en el sur, en Placilla, en Antofagasta, unas casas que se llueven o se llenan de hongos con un poco de humedad.

Entonces, sobre este Falso Dogma han construido estos dogmáticos su endeble edificio Neoliberal, que ha venido cayéndose a pedazos y que sólo ha sido sostenido por la fuerza de las armas y la represión, pero que finalmente terminó de morir definitivamente el 18 de Octubre. Con la propaganda iban convenciendo a la gente de menos educación que estaba todo bien, pero la gente vivía y moría en la pobreza.

Un importante teórico Liberal, John Gray, citado por Jaime Vergara Estévez en “El mito de las privatizaciones en Chile” afirma “hoy, el libre mercado global construido a raíz del colapso soviético también se está desintegrando y por razones similares. Los neoliberales son deterministas económicos igual que los marxistas. Creen que todos los países están determinados a adoptar el mismo sistema económico y, por ende, a adoptar las mismas instituciones políticas .Nada, puede impedir que el mundo se convierta en un inmenso mercado libre”.

Es así porque el libre mercado globalista permite que pueda adquirirse y venderse cualquier empresa en cualquier país y comprar también sus recursos naturales, pero sólo las empresas y los recursos de los países menos desarrollados en beneficio de las grandes empresas globales.

Otro gran economista, Joseph Stiglitz en una entrevista señala que “las políticas que promueve el FMI en los países menos desarrollados serían rechazadas por los países desarrollados”. Claro, la exigencia de privatizar el seguro social no podría ser aceptada políticamente en Estados Unidos, pero el FMI se la exige a Argentina. A los países del Tercer Mundo se les prohíbe que subsidien a su propia industria, pero en Estados Unidos, Alemania y Francia los subsidios para su propia industria o su sector agrario se mantienen o se incrementan. “El fundamentalismo del mercado  se promueve en el Tercer Mundo, el mismo fundamentalismo que jamás se intentaría en Estados Unidos y otros países desarrollados. Esto es nada menos que una Agenda Política que se promueve”, afirma Stiglitz. Y promovidos por los Neoliberales, los rateros que han despojado a Chile de muchas de sus empresas, y de gran parte de sus recursos naturales.

Todas estas empresas estratégicas que pertenecían al patrimonio de los chilenos deben volver al Estado. Algo ha dicho el candidato Daniel Jadue acerca de Soquimich, en que se desea terminar el contrato que tiene en el Salar de Atacama para así recuperar el Litio .Ha hablado de reindustrializar el país, fortalecer CODELCO, y renegociar los Tratados de Libre Comercio Todo esto, aunque sea poco, representa un primer paso en la dirección que debe seguir Chile.

 

 

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