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Expropiación del poder representativo municipal y la «herramienta popular»

“La Comuna debe ser
donde vamos a parir el Socialismo,
este no va nacer desde la Presidencia de la República “

Hugo Chávez


Por Alejandro Mora

 

#DeFrente

 

 

La Comuna es la expresión de poder administrativo y político más básica del ordenamiento territorial y jurídico de nuestro País. En su territorio se desarrollan múltiples actividades que influyen positiva o negativamente en las personas que la habitan y muchas de ellas tienen que ver con las decisiones del Gobierno Comunal.

 


Es también el primer espacio de poder donde sus habitantes pueden y deben intentar resolver los problemas y precariedades que enfrentan. Es allí donde confluyen directamente habitantes y poder comunal.

 


Los Municipios en nuestro País se han convertido en la primera fuente del «clientelismo electoral», manifestado en la satisfacción individual de los adherentes a los dirigentes de turno. La mayoría de los gobiernos comunales dedican su periodo a dar satisfacción a las necesidades de sus partidarios cooptando para su “capital político” a sectores sociales, empresas, organizaciones deportivas, agrupaciones vecinales, etcétera. sin proyectar un plan de desarrollo local que dé cuenta de las reales necesidades comunales.

 


Este modelo, afianzado por décadas en nuestro país, contrapone los intereses de grupos privilegiados (los cercanos y adeptos al gobierno comunal) con los intereses del conjunto de los habitantes. También facilita el mal uso de los recursos, la corrupción, el cortoplacismo y la desunión de los habitantes. Este concepto de municipio solo favorece a quienes ejercen el poder, independientemente de la partidocracia a la que pertenezcan.

 


Con este diagnóstico, se hace necesario concebir un modelo de ejercicio del poder comunal distinto, pensado para el desarrollo comunal y que contemple al conjunto de sus habitantes, con colaboración y participación directas de estos tanto en el plan de desarrollo comunal como en cada una de sus acciones.



El Poder Popular



Tradicionalmente nos han hecho creer que el pueblo, la gente, o los habitantes, como quieran llamarla, ejercen su poder a través del voto en la elección de sus representantes. En parte esto es cierto, es la forma más básica de ejercer una cuota de poder. Sin embargo en la Democracia tradicional también se pueden desarrollar otras formas y conceptos para ejercer poder y que sean más continuas   y esta es la participación y organización social directa en las decisiones del poder comunal.



Durante años los gobiernos de todo tipo, pero especialmente en las comunas nos venden un programa lleno de buenos propósitos e ideas espectaculares, que duran hasta el otro día de la asunción del mandato. De ahí en adelante navegan en sus propias aguas haciendo uso y mal uso de los recursos y priorizando  acciones particulares que les brinden la posibilidad de muchas veces afianzarse en el populismo de la aceptación sólo de los y las cercanas y buscan en nosotros los habitantes de la comuna una reciprocidad que no estamos acostumbrados a tener más allá de la entrega de representación, no nos hemos organizado para hacer respetar lo que nos prometieron y para lo que nos convocaron. Dejamos pasar el tiempo soportando irregularidades, corrupción, desatinos, negociados y todo tipo de incumplimientos.



Es aquí donde concebimos el concepto de poder popular. La necesidad de organizar a los habitantes y hacer que estos cumplan una eficiente labor fiscalizadora de las autoridades y representantes en lo que respecta a sus programas y uso de los recursos. La organización social para presionar a las autoridades en la solución de los problemas. La organización social para crear, impulsar, desarrollar y controlar un plan de desarrollo local congruente, planificado, colaborativo y participativo.

 


Esa organización social es la base de sustentación del concepto del poder popular. Una necesidad vital de reivindicación de la responsabilidad social y construcción de una nueva manera de entender la vida en nuestro cotidiano.

 

 

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