
Entrevista a Daniela Ocaranza Castro, Candidata a Concejala en Peñalolén.
Una historia de vida y militancia
Mi nombre es Daniela Ocaranza Castro, tengo 34 años y soy pobladora de la Faena de toda la vida. Me he criado y toda mi vida la he desarrollado en mi comuna. Tengo tres hijos, llevo 11 años casada: Florencia que tiene 13 años, Santiago que tiene 10 y el menor que tiene ocho. Yo partí en el Movimiento de Pobladoras y Pobladores en Lucha en el 2018, cuando me fui a inscribir para la vivienda como cualquier pobladora que quiere su casa, ya que soy allegada. Actualmente vivo en la casa de un familiar, que es la forma en que muchas y muchos peñalolinos vivimos, de forma hacinada, vivo en una media agua, antes arrendaba y me tuve que venir a vivir a la casa de mi familia. Tal como decimos en el movimiento en el patio trasero parte mi lucha. Y desde la primera vez que me fui a inscribir en el movimiento me hice cargo de varias familias, por que los compas me preguntaron: «Oye, ¿te gustaría ser parte del movimiento como dirigenta» y yo dije ¡Claro, por supuesto!. Ahí empecé a inscribir a varios vecinos que me encontré después, y empecé a hacer la lista y a participar en la reunión de dirigentes. Ahí fui como una hormiguita involucrándome en el trabajo, participando, autoeducandome. Yo salí de cuarto medio y me he dedicado a trabajar solamente. Entonces yo conozco las realidades de mi pueblo, por que las vivo a diario, no como los políticos tradicionales que quieren puro vivir del cargo.
Cuando partí como dirigenta, me fui capacitando, investigando como eran los procesos, y comencé a participar en otros espacios del movimiento, yendo a movilizaciones en la municipalidad, aportando también en la concejalía popular, trabajando con Lautaro, y ahí fui agarrando información y entendimiento de cómo eran los procesos de la vivienda social. En eso te vas dando cuenta de que la lucha es super importante, o sea, que es trascendental en este caso como pobladores, por que sin lucha simplemente te ignoran.
Como pobladoras y pobladores usualmente no tenemos esa educación que viene de estudiar en la universidad, arquitectura, desarrollo urbano, geografía, sociología, muchas cosas que sirven en esta lucha, pero las cuales las he ido aprendiendo en el movimiento. Igual ha sido super satisfactorio, al final tú aprendes desde la base, reconoces cual es la necesidad de la lucha del poblador habitual, o sea, cuál es tu problemática y cómo se puede solucionar. A diferencia de muchas personas que tienen estudios, que tienen que investigar este proceso, yo parto de las bases, de nuestras asambleas, dando y entendiendo lo que las familias necesitan realmente. Entonces es super contradictorio que actualmente en el país todas las personas que legislan o que hacen las políticas, tienen que investigar pero no conocen de raíz los problemas de las personas que constituyen las grandes mayorías, y en mi caso es al revés.
Así empieza mi autoeducación, yo soy super matea, si no sé algo, lo investigo, busco, voy a la raíz, encuentro a quién me puede dar esa respuesta, y eso me ha dado muchos saberes y buenos argumentos para la lucha social, fundamentos para yo poder pelear por la vida digna, no sólo por el derecho a la vivienda. Fue en esta instancia que empecé a ser dirigenta, me hice parte y soy militante del MPL y del Partido Igualdad, que es desde dónde entiendo los procesos de lucha del movimiento que son sin, contra y desde el Estado, que es algo de la raíz, la matriz de todas las luchas que tiene nuestro movimiento. Es así que empiezo a participar en otros espacios, por ejemplo, el Concejo de Vivienda de Peñalolén, el que se crea por la necesidad de organizarse a nivel comunal y saber cuáles son los organismos que ya están organizados en Peñalolén, partiendo en este caso por los comités de vivienda, los movimientos sociales y varios dirigentes que están dentro de esta lucha. Dentro de ese Consejo soy parte de la Comisión de Terrenos, que es la base desde donde sacamos soluciones para las viviendas de las y los vecinos. En el MPL también me hice parte de los procesos de gestión inmobiliaria del movimiento, y yo empiezo ahí a ratificar mi desarrollo en el proceso, por ejemplo, hoy sé con quién tengo que hablar en la Municipalidad, en el SERVIU o el MINVU, en este caso el Ministerio de Vivienda es quien desarrolla las políticas y SERVIU es quién las ejecuta.
Entonces, he ido pasando por todas esas etapas, luchando, investigando, autogestionando, hoy puedo con claridad y fundamentos decirle, por ejemplo, al director del departamento de política habitacional que no nos sirven sus políticas, que no se adecúan a nuestra comuna ya que tenemos problemas que derivan del plan regulador comunal que tenemos actualmente, de los altos valores de suelos de Peñalolén, de la plusvalía, de la densificación, y eso todo yo lo empiezo a estudiar y a investigar para ver cómo podemos ejecutar un mejor plan, o sea, una mejor política habitacional para nuestra comuna. Así empieza este trabajo que hacemos, un trabajo diario en este caso con los entes que entregan los recursos y luego ejecutan para el desarrollo de los procesos de vivienda social
Todo este proceso de lucha, autogestión y educación popular es también gracias a la historia del MPL, el movimiento tiene 14 años y las y los compas tienen una experiencia enorme, así hemos logrado avanzar más rápidamente. Toda la experiencia de los compañeros ha sido central, de Laurato Guanca, Natalia Garrido, Guillermo González, ellos tienen una historia enorme y yo he sido como una esponja, absorbiendo todo lo que ellos y los demás compas. Entonces, como yo me he relacionado con ellos, hoy me puedo relacionar con autoridades y técnicos de SERVIU y MINVU de igual a igual, sin mirar para arriba sino con la dignidad de una pobladora orgullosa de sus raíces y que sabe de que está hablando.
Como decía antes, una persona que no conoce las realidades del mundo popular, la realidades de mi comuna, no puede venir a imponerme algo siendo que él, por encima cree que es lo que yo necesito. Entonces, con fundamentos yo les puedo decir a estos locos: «¡Oye! sabes que estas super mal enfocado en lo que estas haciendo. Lo que nosotros necesitamos es esto, y esto otro, necesitamos este presupuesto y que se formule de esta manera”. En la Municipalidad por ejemplo, he tenido encontrones super fuertes con la alcaldesa, y una de mis apariciones más importantes y que marca un poco este recorrido en el proceso, fue que hicimos un corte de Vespucio, del cinturón de Vespucio en el 2018. Cortamos Vespucio, unos compañeros se colgaron de la pasarela y ahí yo tuve un cara a cara, a través de canal 13, con la Alcaldesa, y tuve todos los argumentos para decirle que lo que ella decía no era correcto, que habíamos tenido situaciones anteriores que ella desconoce, etc. Lo bueno es que hay un trabajo grande detrás, y todo lo que ha se ha hecho ha sido público. Entonces, por ejemplo, en los concejos municipales donde hemos intervenido, también han sido grabados, y ahí vamos y decimos las cosas como son y en beneficio de toda la población. Así que a mí nadie me lo cuenta, yo estuve ahí, yo hablé, lo dije y los locos del mal gobierno no tienen como rebatir nuestros argumentos, nuestro trabajo. Ha sido super duro igual, y bueno, otras intervenciones que he hecho, tienen que ver, por ejemplo, con la discriminación y el autoritarismo cuando desde la Municipalidad quisieron imponer el encierro para los menores de edad de Peñalolén, y varias otras cosas que han pasado. Cuando fue la entrega de las cajas del gobierno fue mucho show mucha propaganda, salieron por los pasajes entregando la caja puro sacándose la foto y todo, pero esas cajas eran completamente insuficientes dada la situación, y muchas veces una para varios arrendatarios, así fue como el pueblo tuvo que organizar sus ollas comunes, las que mas encima eran perseguidas y obstaculizadas por los agentes del Municipio. Entonces, esas luchas yo las voy a seguir yendo a dar ahí mismo si salgo electa concejala, voy a encarar al tiro al mal gobierno municipal, con todo si no pa´qué. En el Municipio no me quieren mucho que digamos, claro, por mi forma de salir a buscar igualdad, a buscar dignidad, la dignidad que necesitamos como pobladoras y pobladores. No digo ciudadanos porque ahí dejo de lado a mi pueblo mapuche, entonces, por eso me refiero más bien a pobladores y no a ciudadanos, por que ahí no soy excluyente.
Desafíos, costos y recompensas de la lucha social
Bueno, igual todo es súper complejo, las luchas sociales tienen sus costos y dificultades, especialmente para las mujeres, por ejemplo, cuando yo empecé con este proceso, en ese tiempo arrendaba, y mi esposo no entendía que yo me uniera a esta lucha, él me decía: «Pucha ¿por qué no te buscas una pega mejor?». Por que además pasa que nuestro trabajo como mujeres es invisibilizado, no se cuenta como trabajo el cuidado de la familia, de la casa, siendo que es un montón de trabajo, muchas veces ellos no entienden que las mamás o las mujeres sí aportamos de muchas maneras a la economía familiar, ya sea yendo a vender a la feria, haciéndonos cargo de los hijos, tantas cosas. Entonces, es sortear eso también y no es fácil, pero el amor a la vida, a nuestros pueblos, a nuestra gente, eso me sostiene. Así es como también es la lucha que damos actualmente para el desarrollo de las mujeres en el movimiento, y de las mamás sobre todo, que es súper complejo, porque nosotras trabajamos y es algo que muchas veces no es reconocido por el par, y esas cegueras tienen que ver con la cultura, nos crían así a hombres y mujeres. Entonces, si tu estás en la casa, es como que si tu no hicieras nada. Al final tienes un trabajo 24/7 que no es remunerado, donde tú pasas a ser profesora, pasas a ser enfermera, pasas a ser psicóloga de tus hijos, y también proveedora, porque al final igual generas lucas. Entonces en esa relación que se crea con los compañeros hay que educarlos, es una responsabilidad de educarlos para que entiendan, no se trata de castigar o competir. Para una no ha sido fácil, y al final yo me enamoré de esta forma de vida, de esta forma de lucha que yo quiero dar por recuperar la dignidad para toda mi gente, las mujeres sobre todo.
Esta vida que nosotros queremos, digna, comunitaria, abundante, requiere un trabajo diario y es 24/7 también. Pero es una convicción de que si tu dedicas ese tiempo a la sociedad, créeme, estamos creando una sociedad mejor, partiendo de que así yo entrego valores fundamentales a mis hijos, porque ellos tienen que aprender a mirar al del lado, no solamente estar en mí metro cuadrado, sino que si yo como persona miro al de al lado, y me interesa que esa persona este bien, con mi actuar puedo contribuir a que juntos mejoremos su vida o la dignifiquemos. Esto es trascendental y eso yo se lo entrego a mis hijos diariamente. Pero cuando te critican diciéndote «Pucha, es que andas puro huebiando, que no trabajas, etc.», entonces, todas esas cosas íntimamente afectan. Pero cuando tu tienes convicciones en la vida, con claridad y fuertemente puedes decir: «Esto es lo que yo quiero para mi pueblo, ¿me acompañas o no me acompañas?». Entonces, yo creo que las parejas tienen que, no quizás compartir tus ideales pero sí respetarte, respetar a una persona que quiere dedicarse a esto.
Además que es por puro amor al arte digamos, o sea, amor a lo que tú sientes por la humanidad, porque en estos momentos -ya llevo casi tres años en este proceso- no tengo un sueldo, pero hay una retribución que no toda la gente entiende. Si tu haces un esfuerzo por ejemplo, una familia puede estar bien por tu trabajo, eso es lo que importa, y sabes que no se compensa con nada en la vida, porque la única cosa que no retrocede es el tiempo. El tiempo es el que tu dedicas a una persona y ese tiempo no se paga ni con plata ni con nada. Pero mis hijos así aprenden valores, aprenden a tener una vida digna y una vida digna también para sus pares y así ese desarrollo que ellos también lo ocupan con sus compañeros de colegio, con su entorno, y eso es algo que es impagable.
La autogestión como modo de vida y lucha sociopolítica
La autogestión es trascendental para poder salir adelante, pero eso no implica que romantizemos la lucha y el tremendo trabajo que implica, ¿por qué digo romantizamos?, porque al final de lo que se trata es que seamos autónomos como personas y comunidades, pero también obligar a que el Estado se haga cargo de sus responsabilidades con la sociedad, y eso implica luchar y trabajar cotidianamente para lograr establecer las políticas que necesitamos, que requerimos como personas, comunidades y pueblos. Entonces, la autoeducación y la autogestión que me enseña a mí el movimiento es lo que yo pongo en práctica diariamente, pero, esa autogestión la trato de también transformar y en los espacios donde yo voy, que se formulen políticas locales y nacionales que le sirva a todos mis vecinos y compatriotas. El Estado es quien se tiene que hacer cargo, pero no lo hace por que está en las manos de los ricos y los poderosos para su propio beneficio. Nosotros autogestionamos la olla común, el jardín infantil popular, etc., y sacamos todo de nuestros bolsillos, sabemos que somos súper solidarios los chilenos. Pero al final le quitamos la responsabilidad al Estado porque la hacemos toda. Al mismo tiempo, yo creo que la autogestión es algo que les sirve a todos las personas y que es un modo de vida. O sea, si aprendemos eso le sirve a un niño, le sirve a una persona mayor, a cualquier persona, la autogestión es para el desarrollo de ellos y sus comunidades, y esto es un trabajo colectivo en que necesitamos del otro. El problema de fondo es que el Estado no sólo no se hace responsable de las soluciones que requiere la sociedad, sino que además muchas veces las hace imposible, persigue y obstruye a los que se organizan para autogestionar las soluciones, desbarata los proyectos populares que con tanto esfuerzo se han logrado, y todo para que los ricos se sigan haciendo más ricos.
Hacia la Concejalía Popular: ¿Desde donde y para qué?
Lo de mi candidatura a concejala partió puntualmente porque las y los vecinos de los círculos de vivienda de los que estoy a cargo me lo proponen, empezaron a ver mi gestión y a decirme: «Dani, yo te veo en el municipio como concejala», en brome me dicen «¿Cómo está mi presidenta?, así partió la cosa, no nace de que yo quisiera postularme. Además, cuando tú ves que en 30 años los partidos políticos tienen intereses creados y que todo gira en torno a sus intereses, y te crías con eso, dices: «Pucha, jamás me voy a meter en eso. Yo prefiero ser dirigente social de verdad, no de cartón». Pero cuando ya vas comprendiendo las reales dificultades de la lucha social, te das cuenta que al final se juntan con la lucha política, por que la sociedad no puede acceder a un buen vivir por que los ricos se adueñan no solo de la riqueza sino también del poder político para que nada cambie. Entonces cuando conocí al MPL y luego a su herramienta política, Igualdad, me doy cuenta de que mi partido si es de verdad, está formado por personas comunes y corrientes pero que tienen trayectoria de lucha y de trabajo social en sus territorios, desean cambiar las cosas en serio, con o sin cargos políticos. Por eso yo creo fielmente que todas las y los compas de Igualdad y sus comunidades a lo largo de Chile, vamos a hacer un cambio para nuestra sociedad. Yo pienso que lo que más me motiva es el desarrollo social o el movimiento social de mi territorio, con de mis vecinos y vecinas, y estar ahí no tanto representándolos sino luchando junto a ellos. Y si tengo que poner el pecho a las balas de quién sea lo voy a hacer, y lo he hecho siempre.
Si voy a salir electa concejala voy a poder fiscalizar los recursos que entran a la comuna de Peñalolén, que vienen siendo 56 mil millones de pesos anuales, para que se ocupen bien, dando soluciones a las personas, a las familias de Peñalolén. Yo veo que en mi pasaje, igual que en muchos sectores, no hay un solo miserable peso de esos 56 mil millones, claro que me da rabia, y claro que me gustaría estar ahí para fiscalizar que las lucas realmente se gasten en los vecinos, y es lo que voy a hacer. Por ejemplo, que no les den propiedades a los pacos – acá pasa mucho- los llenan de armamento, autos y guanacos sacando recursos nuestros, de los impuestos, siendo que mi vecino necesita, por ejemplo, que hayan más colegios, o lugares de trabajo en la comuna. Entonces, si yo puedo ser parte de eso, de fiscalizar realmente los recursos de las y los peñalolinos para que queden en sus territorios, créeme que voy a poner todo mi tiempo a disposición para eso, tal como se lo he puesto a la lucha por la vivienda y a la autogestión social del hábitat, que eso lo seguiré haciendo, voy a darlo todo, como siempre lo he dado, el 100%. Yo soy muy apasionada con lo que hago, muy muy muy apasionada, y yo sé que voy a dar lo mejor de mí. Pero si no es la oportunidad, o si no se da, bien porque yo creo que cada cosa tiene su período, voy a seguir haciendo lo que hago. A mí nadie me corta la lengua para seguir peleando, o las manos para seguir trabajando por mi pueblo.
Yo creo que el desafío más importante y es algo que me gustaría desarrollar porque es la base de todo, es mejorar la educación, pienso que es la inversión más grande que tiene que hacer un Estado y un gobierno local. Las niñas, los niños, cuando pueden hacer lo que los hace felices, aprendiendo lo que necesitan y lo que quieren, y también las realidades de su comuna y de su país, esos valores los va a poner en práctica en cualquier ámbito de la vida y van a ser cabros bacanes, va a surgir un cabro clever, porque el niño y el ser humano en general haciendo lo que los hace felices, si les abres un abanico de oportunidades, podrán desarrollarse y también devolverle la mano a su familia, su comunidad y a su pueblo. Pero para eso se necesitan muchos más recursos que los que hoy se destinan a la tarea educativa, además se necesitan nuevas formas de pensar y hacer la educación. Porque lo que tu ves en la educación pública hoy es que es la única cosa que no ha evolucionado. En otros países sabemos que tienen distintos sistemas educacionales, y que están a años luz de nosotros, pero en la educación pobre, en la municipal, el sentido es que un niño mire hacia arriba y la única cosa que le estoy enseñando al niño es que él asuma reglas, y no que tenga espacios de pensar, de cuestionar lo que está mal. Estamos criando cabros que los manden. Entones, yo por eso te digo que yo creo que lo más importante es invertir en la educación.
El MPL e Igualdad vienen desarrollando formas de trabajo y lucha que hoy día, después de la revuelta popular del 18/O se han empezado a masificar, organización de asambleas territoriales, trabajo autogestionario, movilización, protesta y formas de luchas callejeras basadas en la acción directa, y sobre todo, la demanda y trabajo en torno a una asamblea constituyente, que el MPL e Igualdad vienen levantando hace once años ya desde lo que es La Vía Popular y de los Pueblos a la Constituyente, que también se da a través de la estrategia de lucha, sin, contra y desde el Estado.
Con la revuelta popular se abrió la posibilidad de cosas que era impensadas, por ejemplo, un plebiscito, uno que cambie la constitución de nuestro país, que es algo extraordinario, aún cuando la convención constituyente sea un invento manipulado por el duopolio. Justamente por que se trata de un enorme proceso pedagógico de la sociedad en su conjunto, un retomar la conversación política, involucrarse en lo común. Para nosotras es un paso más en el camino, no es poca cosa, pero tampoco vamos a poder cambiarlo todo.
Yo me siento super agradecida de las y los estudiantes, porque de verdad sin ellos nada de esto hubiese sido posible. Entonces, a eso voy cuando retomo un poco lo que decía anteriormente de que la mayor inversión en educación, porque los chiquillos me dan la razón porque se autoeducaron a pesar que les quitaron la educación cívica, la historia. Entonces, sin los medios, estos ellos le dieron vuelta la mano al destino de lo que iba a ser Chile. Tuvimos plebiscito, se ha vuelto a discutir el fin de las AFP y que nos devolvieran el 10%, etc.
Yo soy súper optimista porque hay que serlo, si al final es lo que le queremos dejar a nuestros hijos e hijas. No queremos que vivan más en la desigualdad, la injusticia, la discriminación. Entonces, yo creo que lo fundamental es que tenemos que educarnos y organizarnos con autogestión y lucha para cambiar este sistema decadente que privilegia la muerte por sobre la vida, esto es algo que la pandemia vino a hacer evidente, y la vida tiene que ser lo primero.
María Angélica Castro Hernandez
Mujer valiente mujer luchadora hay muchas mujeres así en la pobla con ellas tendremos un buen vivir y una comunidad más igualitaria y digna