Finalizando el conteo de votos, los resultados evidencian el triunfo contundente del PSOE que, con su líder Pedro Sánchez a la cabeza, conseguiría 122 escaños, 37 más que en el 2016. De esta manera, el actual mandatario podría apuntar a un pacto con la izquierda para mantenerse en el poder.

El Partido Popular se derrumba, al pasar de 137 a 66 escaños. En esto incidieron mucho los numerosos casos de corrupción en los cuales se vieron involucrados. Ciudadanos, derecha liberal comandada por Albert Rivera, obtuvo un resultado que les satisface (suben de 32 a 58 escaños), pero no consiguen ser el partido que lidere a la derecha. Por su parte, la novedad del ultraderechista VOX no cumplió los auspiciosos pronósticos de las encuestas y sólo consigue 24 escaños, denotando que no existía el fantasma del «voto oculto» a la tienda nacionalista.

Unidas Podemos baja en su votación, de los 71 a los 42 escaños. Según las declaraciones de sus líderes –Alberto Garzón y Pablo Iglesias– no era lo que esperaban, pero no se puede entender como una derrota, ya que el «bloque progresista» vence a las 3 derechas. Iglesias sostuvo que están dispuestos a conversar con Pedro Sánchez, apuntando a un «pacto de izquierdas». Para ello deberán convencer a numerosos independientes para conseguir los 176 votos que requiere la mayoría absoluta.