
El sospechoso silencio de las encuestadoras hacia las elecciones de la Convención Constitucional: ¿indicio de la posibilidad de un «sorpasso» electoral este fin de semana?
A menos de una semana de las elecciones, la cosa es un hecho: Ninguna de las grandes encuestadoras del país se atrevió a realizar, y/o publicar estudios o datos acerca de las preferencias electorales para las próximas elecciones a la Convención Constitucional.
Algo inédito, y por cierto, por lo menos, «sorprendente», atendida la importancia de las elecciones. Lo cierto es que en todos los estudios publicados, la pregunta acerca de las preferencias de las personas hacia las distintas listas y candidaturas, simplemente no fue medido, o bien, para ser mal pensado, las preguntas relativas a ello, no fueron publicadas.
El hecho es que en unas elecciones que para muchas y muchos es considerada como de las más importantes de toda la historia republicana del país, las encuestadoras han decidido hacer un apagón informativo total. Es más, la encuesta del Centro de Estudios Públicos, la antes tan prestigiada Encuesta CEP, esta vez ni siquiera preguntó por las preferencias presidenciales, desde donde se puede hacer ciertas derivaciones hacia las preferencias electorales de las personas de cara a las votaciones de este fin de semana.
Dado este silencio de información, no queda más que recurrir a otros datos disponibles. Partamos por un atisbo: a inicios de abril, desde el comando electoral de la derecha se hizo filtrar a la prensa un estudio que llamaba a prender las alarmas, en el sentido de que el conocido «tercio del bloqueo» (dadas la regla del quórum de los dos tercios impuesto en el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución del 15 noviembre de 2019), estaba puesto en riesgo para la coalición gobernante y máximos defensores de la Constitución de 1980 y el orden neoliberal (Ver «Estudio interno de Chile Vamos para en seco el triunfalismo de la derecha y advierte que podría conseguir un “tercio frágil” en la Convención Constitucional», El Mostrador, 4 de abril de 2021).
Un mes antes, a inicios de marzo y en la otra vereda del esquema binominal, el diputado Pepe Auth, cuyos análisis electorales son seguidos en el mundo de la ex Concertación, presagiaba un escenario más favorable para la derecha, atendida la alta fragmentación del campo de las distintas oposiciones: Le daba a la lista de Chile Vamos + Partido Republicano un 31% del voto popular, pero con eso le bastaba, según el cálculo de Auth, para obtener el 41% de los escaños de la Convención Constitucional. En segundo lugar, Auth ponía a la «Lista del Apruebo», integrada básicamente por los partidos y referencias de la ex Concertación:

Proyección electoral de Pepe Auth
El análisis de Pepe Auth, como él mismo reconoció en las entrevistas y notas de prensa dadas en el momento, se basa fundamentalmente en las preferencias en las votaciones pasadas, en particular, de las parlamentarias del 2017. Parte de la base de ello está en que rige el mismo sistema electoral (bajo la fórmula D’Hondt de cierta complejidad pero que se resume en la suma de votos de las distintas candidaturas en la lista que integran y reparte escaños en relación a esas sumas). Pero todo el país sabe lo mucho que ha cambiado la escena política y social desde el 2017. Y de hecho, en las propias entrevistas reconocía el posible «cambio de circunstancias» que podía alterar sus presagios: «Si me equivoco en algo es por la cantidad de votos hacia listas independientes» (Entrevista con Fernando Paulsen, 2 de marzo).
Una seña de tal cambio puede rastrearse, en términos de estudios de opinión pública, en las preferencias que las personas están señalando como sus posibles votos en la elección presidencial de fin de año. Es cierto que no es una derivación mecánica y absoluta la que puede hacerse de allí hacia la elección de la Convención, pero sí es un indicio significativo de cómo están leyendo las personas el cuadro político del país. Y todo el país sabe, también, lo excepcional que es el cuadro que hoy muestran tales preferencias presidenciales.
Todas las encuestas -y lo que puede extraerse de ellas- muestran un escenario inédito, claramente inclinado hacia ese sector difuso que puede calificarse como «octubrismo», esto es, aquellas franjas de la sociedad y corrientes de opinión favorables a un cambio profundo y de características refundacionales en el país. Ante ello, se ve una derecha que mantiene cierto espacio político duro y de difícil retroceso (a pesar del paupérrimo apoyo al gobierno de Sebastián Piñera y la figura presidencial), y, quizá el sector con mayores problemas de orden electoral, la ex Concertación o ex Nueva Mayoría.
Partamos por el estudio de CELAG, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, Panorama Político y Social de Chile, abril de 2021. Este estudio tiene un interés particular para los sectores de izquierdas y populares: proviene de un centro de estudios extranjero cuyos perfil e integrantes son del campo progresista y de izquierdas del continente. Es decir, no es una encuesta frente a la que uno pueda sospechar de sesgo derechista, y además, ha tenido bastantes buenos resultados en predecir a grandes rasgos las elecciones en distintos países de América Latina.
En este estudio, ante la pregunta acerca de en qué primarias se votará entre los 3 más probables escenarios de primarias presidenciales, llama la atención la inclinación clara hacia la del campo del antes mencionado «octubrismo»:
En las preferencias presidenciales, el escenario seguía el mismo patrón:
Es, más menos, un escenario coincidente con el que muestran las encuestas de empresas chilenas que han preguntado acerca de las preferencias presidenciales.
Así, el último estudio de Criteria Research:
Es más, en este estudio, Criteria hizo el ensayo de incluir a una figura altamente popular pero no perteneciente al circuito de dirigencias políticas, como el periodista y animador de televisión Julio César Rodríguez, quien obtuvo una significativa adhesión:
Y el de la última CADEM, encuestadora conocida por sus cercanías con Piñera y la derecha más dura (condición compartida con la de las otras, salvo Mori, más vinculada a la DC y la ex Concertación), en la última entrega que preguntó sobre el tema:
Por su parte, Mori, dirigida por Marta Lagos, alineada con la ex Concertación y ex Nueva Mayoría, sin entregar estudios en este período, reconoció en entrevista ante Fernando Paulsen que según los datos que tenían disponibles habría una alta proporción del electorado anunciando un voto por las candidaturas independientes y referencias ajenas a la elite política tradicional (Ver entrevista en CNN Chile, «Marta Lagos analiza los resultados de la encuesta CEP»).
En otro estudio realizado a partir de los datos entregados por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (y con aún pendiente la entrega del Servicio Electoral de los datos del plebiscito de octubre pasado), se señala algo que apunta también en el sentido de una probabilidad significativa de una sorpresa electoral a favor de las candidaturas populares e independientes. Sergio Toro, académico de la Universidad de Concepción, señala: “La dinámica en zonas populares con listas poco mediáticas podría traer una sorpresa”.
Atendiendo a la suma de esos datos e indicios, no sorprende el intencionado silencio de las encuestadoras frente a la elección del próximo fin de semana, en especial, en lo referido a la Convención Constitucional. De que habrá un cambio de las preferencias electorales hacia las candidaturas y listas independientes, quizá no haya duda, aunque sí sobre el tamaño o magnitud de esa transformación electoral.
La cuestión, además, está relacionada con cómo esos cambios en cantidades de votos, se traducirán o no en la composición de la Convención, cuestión en la que las reglas electorales y la unidad de la derecha versus la fragmentación de las oposiciones y fuerzas del «octubrismo», pueden jugar un rol central.
Es sabido, además, que las derechas cuentan con una importante ventaja de antemano: Debido a la regla de los dos tercios, les basta con 1/3+1 de la Convención, para poder condicionar en buena medida la trayectoria y el resultado de los debates y elaboración constitucional.
El resultado del juego de todos estos factores, más lo que pueda suceder en estos días en los climas y ánimos populares, lo conoceremos en la noche del próximo domingo.