El Frente Amplio despertó entre cocinas
Imagen: Cooperativa.cl
Por Marcos Muñoz
#chiledesperto expresa en el centro de su actuar sociopolítico una batalla total en contra de las llamadas «cocinas», es decir, los acuerdos orquestados entre cuatro paredes de cúpulas de partido, y que nuestra conciencia histórica recuerda con indignación, tras la traición de esta casta política al movimiento pingüino.
El chico Zaldívar representa ese personaje oscuro del poder tras los muros del parlamento, que la política elitaria naturalizó como uno de sus espacios fundamentales.
La mal llamada “política de los acuerdos” siempre se hizo a espaldas del pueblo chileno. En general, la transición a la democracia puede leerse como una «Gran Cocina», pues en ella se postuló como natural que los políticos se encargaran de la política, mientras que las organizaciones sociales de base debían ocuparse de otras cosas: ser sujetos individuales, consumidores, deudores, trabajadores aspiracionales y dóciles estudiantes.
Con el nacimiento del Frente Amplio, la llamada disputa institucional que postuló la tesis de la articulación de la calle con el parlamento, que fue crítica de las malas prácticas de la clase política en tono moral, también reprodujo las lógicas de las cocinas, con cuoteos, compadrazgos y redes de amiguismos a la hora de repartir «poder». Pero… ¡No hay de qué preocuparse, si son los hijos dé! – recordó Bachelet…, en plena fundación del conglomerado.
Ahora, el Frente Amplio, en el centro de los “grandes acuerdos” que traicionan a la multitud movilizada, también despierta entre cocinas, en lo más profundo de la crisis de legitimidad de la casta política partidista.
En el presente y futuro, el FA será recordado celebrando “grandes acuerdos” con los políticos de siempre, usualmente tomados de las manos y en portada de El Mercurio.
Mientras tanto, sus esmirriadas bases militantes miran en el tacho de la basura su aventura político-institucional.
germain riquelme
Hay un error en tu reportaje Marcos,solo una parte del Frente Amplio firmó el acuerdo: el Partido Comunes, el Partido Liberal y Revolución Democrática. No lo firmaron: Convergencia Social, el Partido Humanista y el Partido Ecologista Verde.
Camilo
Comparto totalmente. Esa noche terminó ese experimento político llamado «Frente Amplio». Los egos de Giorgio Jackson (que al menos fue amparado por su partido) y el de Gabriel Boric (lejos el q quedó más en evidencia) serán un peligro para la protesta social de la segunda decada del siglo XXI.