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«El eco del Futuro» Miguel Silva

El eco del futuro

Miguel Silva

Estamos en la época post-primarias, en que Gabriel Boric es candidato presidencial de una alianza parlamentaria – presidencial FA/PC.

Voy a repetir acá unas líneas del análisis que hizo Iván Carrasco de Igualdad, sobre lo que podemos decir de las elecciones primarias, porque bien describe parte – parte- de la verdad.

 

“La votación de Daniel es un voto muy claro, en el sentido que es votación muy definida políticamente, de sectores populares ganados políticamente para las causas transformadoras, para un programa claro, sin dobleces. Es una votación ganada para la lucha, pero que no logró sumar a otros sectores del campo popular que miran con desconfianza a los partidos políticos.

(La votación de Boric)… es de sectores importantes de la ciudadanía que ven en el FA y su candidato lo más cercano a sus aspiraciones, que votaban por la Nueva Mayoría.

(Y también y más importante)… de un sector de la sociedad, franjas de distintas clases sociales, que solidarizan con las luchas, que quieren los cambios, pero los quieren moderadamente, sin profundización ni ampliación de la lucha y las movilizaciones, compuesto fundamentalmente por capas medias.

Estos se reflejan con más fuerza cuando está en momentos de reflujo del sector más avanzado y combativo del pueblo.”

 

Podemos probar, de las cifras de la votación y de los ingresos promedios por comuna, un par de hechos.

Los gráficos muestran el ingreso promedio por comuna vs porcentaje obtenido en primaria, para G. Boric y D. Jadue en todas las comunas urbanas (todos los distritos excepto el 14) de la Región Metropolitana. La correlación lineal es muy significativa para estas comunas urbanas.

¿Que muestran los gráficos?

Primero, que si vives en una comuna donde vive gente con ingresos más altos, es más probable que votaste por Boric en vez de Jadue. ¡Ninguna sorpresa!

Pero los gráficos también muestran que Boric ganó más o menos la mitad de los votos en las comunas de menos ingresos. Es decir, que parte importante de los trabajadores de esas comunas también votó por él. ¿Cuántos son “parte importante”?… no sabemos.

Por ende, no solamente la clase media votó por Boric, sino también parte importante de la clase trabajadora.

Un par de palabras sobre la “correlación lineal” entre el ingreso promedio por comuna y el porcentaje de votos obtenido por Boric en primaria. Significa que cuando sube el ingreso, sube como consecuencia el porcentaje que gana Boric, y cuando baja el ingreso, como consecuencia baja el porcentaje de Boric.

La correlación es un tema importante, porque Alberto Mayol ha analizado la “correlación lineal” entre la votación de apoyo a Beatriz Sánchez en las elecciones presidenciales de 2017 y la votación de Boric en las primarias. Encontró que, en casi todas las comunas del país, la votación de Boric tenía mucho que ver con la votación de Beatriz Sánchez y saca la conclusión que lo que pasó en las elecciones primarias, es que Boric logró movilizar casi toda la base electoral de 2017 (un millón en 2021 de 1,3 millones en 2017) del  Frente Amplio.

Es decir, fue la movilización de las fuerzas del FA que se refleja en su alto nivel de votación y no el anticomunismo ni el apoyo de la derecha.

 

Bueno, según el análisis que hace Iván, ¿qué tienen que hacer los activistas y partidos que forman parte de esa agrupación de 700 mil votantes que optaron por Jadue?

Repito lo que opina Iván, que es parte – parte- de la verdad.

“La política del sector del FA que representa Boric, intentará por todos los medios rehuir la disputa política abierta.

¿Cuál es la tarea central que debemos impulsar?… la principal tarea ahora es mantener viva la alternativa transformadora. Y no entregarle al reformismo del FA la conducción del campo popular,… se requerirá de las fuerza revolucionarias y de la clase trabajadora para seguir empujando por los cambios.”

Entonces, nuestro trabajo estaría centrado en blindar a las organizaciones sociales porque hay un peligro, que los de Boric lleven la base social con ellos. Y, de hecho, es cierto que existe un peligro real que un gobierno de Boric cree un nuevo pacto social que marginará a los activistas más radicalizados en el mundo popular.

Es probable que la alta votación de Boric, consecuencia del ·”renacimiento” de la base electoral organizada por Beatriz Sánchez, va a dar más fuerza y confianza al FA en su historia y capacidades, entonces será una fuerza con más empuje. El FA es una fuerza multiclasista, pero eso no es decir una fuerza de la pura “clase media”; ya vimos en los gráficos que ha logrado un sector importante de los trabajadores.

 

La nueva película.

Bueno, el cuadro que pinta Iván es solamente parte de la verdad, porque deja afuera el gran impacto que ha tenido la emergencia de los independientes y la Lista del Pueblo.

Ahora bien, la mayoría de los independientes están pasando por un período muy intenso de aprendizaje y maduración política. Desde su  experiencia como dirigentes de base, ahora tienen que enfrentar los múltiples desafíos de la construcción de una nueva Constitución y la creación de leyes que puedan habilitar esa nueva Constitución. En fin, desde el mundo social, muchos están entrando al mundo de la política parlamentaria.

Para ver cómo la “izquierda” ha enfrentado este proceso de aprendizaje, sería mejor escuchar (o leer)  la experiencia que recién nos contó Víctor Orellana sobre los años – ya décadas- que pasó en la formación de la Surda y luego del mismo Frente Amplio.

Víctor cuenta sobre la contribución del autonomismo, de la militancia en la autonomía popular, a la “emergencia” del pueblo en la política.

“Había un afán de convocar más allá de los convencidos de siempre. De poder hablar a la gente tal como era, de organizar a quienes no estaban organizados, de no quedarnos en la nostalgia del pasado.” Todo bien… los activistas aprenden de las bases.

Sigue el cuento…”La Surda emana una lectura política que reconocía que, para que pudiéramos emerger, había que agudizar las contradicciones en la Concertación. Sólo de su descomposición -que entonces leíamos como un quiebre de su ala izquierda- podríamos emerger… pero terminamos sometiendo todo lo importante a ella, poniendo en segundo plano el lento proceso de maduración de los actores sociales.”

Es decir, la Concertación era un obstáculo en el camino del desarrollo y crecimiento de una nueva alternativa, pero en el intento de romper esa muralla, se olvidó que el propósito central era abrir un nuevo espacio donde la base social podía crecer.

Es decir… “Luego, la única política posible se fue concibiendo como la pugna al interior de la Concertación. Varios desfilaron por MEO, por Bachelet incluso, y otros se quedaron en lo social, pero ya sin un ánimo tan político, sino más sectorial, local. Lo que originalmente fue una grieta para que pudiera emerger algo nuevo (los actores sociales y políticos populares) se fue transformando, lentamente, en la emergencia política en sí. Este creo que ha sido nuestro principal error.”

En la realidad, la Concertación nunca se quebró en un ala izquierda. Tampoco leímos bien la génesis del estallido social: el proceso social tenía su maduración propia. Las asambleas y las coordinadoras -como oposición a las organizaciones tradicionales- crecieron como patrón, y fueron asumidas por nuevos sectores… Y nunca construimos decididamente movimiento político, de cara a la gente que sí tenía interés de protagonizarlo.”

Esta historia tiene mucho que ver con el presente porque… “La cultura concertacionista y su influencia ideológica colonizó buena parte del FA. Mucha gente siguió la línea más cercana a la ex Concertación no porque estuviera de acuerdo con ella, sino simplemente porque la que ofrecíamos nosotros no les daba espacio. Terminamos mirando al movimiento social como un constructo teórico, no práctico. En el centro de nuestro error está la idea que lo social no puede auto-politizarse.

… de otro lado, la Lista del Pueblo y de los movimientos sociales son actores políticos, pero no son partidos. Y también, con esa idea de democracia, emerge la idea de dignidad, que es más que el bienestar. Aprendamos del pueblo, de su inteligencia, de su lento proceso de maduración.”

 

Aquí estamos entonces, de vuelta al presente, en una nueva – pero no tan nueva – situación en que unas organizaciones sociales y sus dirigentes están tomado el camino… ¿pero el camino hacia dónde?

¿Sería un avance seguir ese viejo camino de la política parlamentaria donde hay que lograr una mayoría parlamentaria a través de negociaciones entre sectores, para avanzar?

Después de todo, el maldito renombre que han ganado los políticos y los partidos es consecuencia de la política parlamentaria. No hay que imaginar que esa política puede ser otra… es lo que es. En otras palabras, no hay otra política parlamentaria distinta a la que conocemos y rechazamos.

 

Espero que esa sabiduría no vaya a ser consecuencia de otro período largo de experiencia, intentando crear la rueda, porque ya hemos pasado por ese camino muchas veces.

 

El camino nuevo.

La experiencia de muches de los nueves activistes dentro y fuera de la Lista del Pueblo, es que los partidos no son organizaciones sociales, son organizaciones político-jurídico, por eso hay un rechazo a la concepción del partido por ser instancias cupulares más susceptibles a la corrupción y no se ve en el horizonte cercano que tomen ese camino.

Puede ser, pero el mero hecho que es una organización social – y no un partido – que toma el camino de la política parlamentaria, no elimina sus nefastas consecuencias. ¿Por si acaso no conocemos dirigentes sociales de base que terminan perdidos, corruptos o vendidos?

Alcaldes, concejales o diputados todos enfrentan los mismos peligros cuando salen del ambiente “cómodo” de la base social y entran al gran mundo de la “política”.

Muches de los nueves activistes dentro y fuera de la Lista del Pueblo tampoco se consideran anticapitalistas… están pasando por un proceso no muy corto de aprendizaje y maduración y no hay definiciones políticas duras aún, como declararse anti neoliberal o anticapitalistas; son organizaciones en plena creación.

¿En qué quedamos con las actividades que “nos competen” como activistas o dirigentes entonces?

 

Iván dice que hay que blindar a la base social, pero también “concentrar esfuerzos en levantar una lista parlamentaria compuesta por fuerzas de izquierda, en donde ojalá participe el partido comunista, y se pueda convocar en ella los movimientos sociales, los independientes…, organizaciones políticas anticapitalistas.”

Claro, difícilmente puedes construir trabajo mancomunado de ese tipo con organizaciones que están en plena creación.

Sin embargo, dentro del proceso de creación brotan las semillas de políticas de otras épocas. Nuevos dirigentes toman el mismo camino conocido por otras generaciones durante su proceso de crecimiento. Es durante ese proceso que sirven discusiones sobre historia, organización, ideologías del capitalismo y anti capitalismo, de partidos de varios tipos. Creo que son indispensables… ¿o es que la historia y el conocimiento no nos sirven para nada?

Uno de los desafíos es y será aprender cómo hacer para usar puestos “políticos”, ya sean de las alcaldías, concejales, diputados o senadores, para ayudar en la construcción de una base social donde la democracia directa es la forma de organizarse. ¿Cómo un diputado puede usar su puesto para mejorar la conciencia, capacidades y confianza de las bases?

Creo que en esta obra de construcción los activistes van encontrar, en un gobierno del FA, tanto un aliado como un opositor, porque no sería la primera vez que un nuevo gobierno provoque cambios que no cabían en sus planes originales. El gobierno de Frei de 1964, el gobierno de la “revolución en libertad”, por ejemplo, quería crear una nueva clase media en el campo y así dar impulso a la economía nacional. Sin embargo, al romper  las cadenas del poder en el campo con su reforma agraria,  abrió las puertas para la sindicalización en el campo y comenzó una ola de tomas y huelgas en el campo y en la ciudad.

Bueno, el afán que tiene el FA de hablar de la democracia y el derecho de organizarse, si se escuchara en las voces de un nuevo gobierno, podría dar más confianza y ganas a los millones que tomaron parte en el gran Octubre. Podrían brotar nuevas semillas de organización base que dan más fuerza al trabajo de los nuevos activistas “parlamentarios” independientes. Podría ser. Y también podría ser que ese gobierno nuevo del FA intentara  calmar las aguas para avanzar “dentro de lo posible”, “tomando todo en cuenta”.

La lucha misma nos va a enseñar el sentido real, o sentidos reales, de un gobierno del FA y el mismo FA renacido. Los nuevos activistas deben, creo, escuchar y mirar con mucho cuidado, a lo que –de verdad– pasa en las discusiones y actividades de la generación de Octubre.

 

En fin, como dijo Víctor, hay que ayudar en el lento (y a veces vertiginoso) proceso de maduración de los actores sociales, en todas las formas que podamos. Con respeto, pero con el orgullo de traspasar la sabiduría de los que han aprendido de la lucha.

En fin, como dijo Víctor, hay que ayudar en el lento (y a veces vertiginoso) proceso de maduración de los actores sociales, en todas las formas que podamos. Con respeto, pero con el orgullo de traspasar la sabiduría de los que han aprendido de la lucha.

Podemos traspasar la experiencia de las varias formas de organización y democracia directa y no-parlamentaria que han nacido de las luchas en el pasado, del Poder Popular, del socialismo revolucionario y muchas otras. Podemos mostrar, también en la práctica, cómo funciona la organización política y social “digna”.

¿O es que la historia y las luchas de esta y otras generaciones no nos sirven para nada?

Saludos

 

 

Comentarios (1)

  • Natacha

    Muy buen y claro comentario.

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