
«El Debate de las Listas» Miguel Silva
Por Miguel Silva
Un proyecto llamado «La Lista del Pueblo» quiere darles propaganda/publicidad gratis a las y los independientes del Pueblo que no pertenezcan a ningún partido. Cuenta con el apoyo y trabajo de varias organizaciones sociales – como la Coordinadora Feminista 8M, la Alternativa Feminista PAF, lxs compañerxs de No al Alto Maipo y el apoyo de asambleas territoriales en La Pintana, La Florida, San Bernardo.
Por su parte, un dirigente del partido Igualdad ha opinado que, “Cuando nuestro pueblo dijo mil veces en las calles que la revuelta era por los 30 años y no por 30 pesos, estaba diciendo que partidos como el Socialista, la DC, el PPD o los radicales, son las fuerzas políticas que sostuvieron el modelo contra el cual nos levantamos. Pese a ello, su pericia política se mantiene intacta, tanto así, que en estos días se presentan ante la gente como los articuladores de la “unidad opositora”.
¿Qué unidad reclaman ellos, que gobernaron con la derecha y para el modelo?… en verdad es la unidad para tener el poder, mientras la unidad de verdad es la unidad contra el modelo.”
Son dos voces que se oponen a los partidos tradicionales.
Por el otro lado, Luis Messina, Mario Aguilar y otros dirigentes conocidos, dicen en su “Propuesta de Unidad a la Ciudadanía de Chile”, que “proponemos la conformación de UNA LISTA ÚNICA de quienes hemos representado la mayoría de ese 78.3% del Apruebo y esa lista debe incluir candidaturas ciudadanas, del movimiento social y de los partidos de oposición. Dichas candidaturas deben ser elegidas por el pueblo a través de PRIMARIAS CIUDADANAS donde participen todos los candidatos y candidatas y quienes obtengan las primeras mayorías en cada distrito conformen estas listas únicas.
De esta manera se saca esa decisión de las negociaciones a puertas cerradas y permite una gestación genuinamente democrática de las y los representantes constituyentes. Debe ser la ciudadanía directamente quien decida sus candidatos y candidatas, no las cúpulas dirigentes.
Para los pueblos originarios debiera regir el mecanismo que estos mismos establezcan para la elección de sus candidatos constituyentes, de acuerdo al principio de autodeterminación que los
rige y dado el carácter plurinacional que la convención debiera tener.
Adicionalmente, hacemos un llamado amplio, en especial al movimiento social, a las organizaciones territoriales, a los y las independientes a activarse y organizarse por todo el territorio nacional en cabildos y asambleas constituyentes territoriales para permitir la participación desde abajo del pueblo chileno».
Por su parte, Felipe Ramírez de Convergencia Social destaca que “… son innumerables los distritos en distintas regiones del país en que organizaciones de base o de masas se están reuniendo para levantar listas alternativas, “independientes”, escudados tanto en la clara ambigüedad, oportunismo y falta de generosidad de los partidos, como en un discurso “anti-político” muy peligroso, ya que alienta prejuicios que cuesta mucho desactivar después y que son históricamente aprovechados por la extrema derecha.
Dado ese escenario cabe preguntarse ¿debemos ceder ante los cantos de sirena de la unidad transicional? La tentación de transformarse en la renovación de los viejos cuadros concertacionistas bajo el manto de la épica del estallido es grande: hay cargos en el aparato estatal y de representación disponibles, con las prebendas asociadas, al alcance de la mano.
Más que revivir la antigua política de los acuerdos, los partidos de la izquierda deben cumplir el rol de dar expresión institucional a las luchas de masas que han estallado en el país desde los primeros 2000 debido a las consecuencias del neoliberalismo, sistematizando sus demandas históricas en un programa político transformador.
Contra todo lo que el sentido común de la transición indica, lo cierto es que contar con dos listas: una de la izquierda -Unidad por el Cambio + Frente Amplio- y organizaciones sociales, y otra de la centro-izquierda que aglutine a la antigua Concertación, al PRO y a Ciudadanos -lo que hoy es “Unidad Constituyente”-, entrega mayores condiciones para aislar a la derecha y obtener una mayoría proclive a los cambios en la Convención Constitucional que una incoherente lista única de la “oposición”.
Y un dirigente de la Convergencia Social de Aysén escribe que “… la falta de claridad política y unidad entre las fuerzas transformadoras es un peligro para el proceso constituyente. Desde el FA y Chile Digno debemos impulsar primarias ciudadanas junto a las organizaciones sociales y populares. No es hora de negociar cupos, es hora de abrir nuestros partidos a las organizaciones y movimientos sociales.
Queremos construir unidad de la clase trabajadora para tener incidencia real en la elaboración de la Nueva Constitución. La unidad estratégica (⅓) debe apuntar a superar el modelo actual para lograr un Chile más digno y justo. La unidad táctica (⅔+1) se debe lograr con la ex-concertación para evitar posibles retrocesos impulsados por la derecha pinochetista-conservador que quiere que todo sigue igual. La derecha va a tratar de defender el modelo de Jaime Guzmán y José Piñera y nosotrxs debemos lograr consenso de no retroceder en los temas centrales. Por eso es clave lograr ⅔ de lxs delegadxs entre dos listas; una lista de centroizquierda y otra lista con horizonte antineoliberal. Si no logramos eso, habrá que evaluar y volver a discutir cómo seguimos participando en el proceso constituyente. ”
Es decir, ¿dos listas o una lista para ganar los dos tercios que necesitamos?
Si hay dos, cada lista va a llevar su propia lista de demandas, es decir su propio programa.
Pero si hay una sola lista, como proponen Luis Messina y otros, cada candidato va a llevar sus demandas o programa a las Primarias para esa lista única. Y si es así…¿Las integrantes de esa lista final única van a confeccionar la demandas o programa final?… me pregunto. Porque no todos los candidatos para las Primarias van a esa elección con la misma lista de demandas. Unxs serán más radicales, otrxs menos radicales.
Bueno, está claro que hay mucho por conversar y que es un Gran Debate.
The patriotest
Usted lo ha dicho, hay mucho que conversar. Pero hay ciertos sectores que se niegan a conversar alegando una pureza política insuperable. Ejemplo el famoso video d e una mujer en lo Hermida gritándole con un megáfono en la cara a un pobre tipo de RD que no era bienvenido apenas esté se había presentado. No sólo feo, y sino que ridículo y estúpido.
Miguel silva
Sobre las listas: camilo brodsky comenta que
«que una lista única es inviable, en términos políticos y concretos. que habrá bastante dispersión por el tema de las listas de «independientes». que todo esto puede salir bastante mal,»
Natacha
Me encantó la aclaración !!!!GRACIAS.