
Diputado destituido acusa a la DC de recibir órdenes del gobierno
#DeFrente
Luego de que se rechazará la idea de legislar en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, se desató una serie de desencuentros a la interna del partido bisagra de la política chilena. La Democracia Cristiana con domicilio –al parecer- en la “Centro Derecha”, terminó por remover de la presidencia de la Comisión de Trabajo al Diputado Raúl Soto. El voto de Soto fue clave en el rechazo en primera instancia a la “idea de legislar”. Posteriormente avanzó en segunda instancia con los votos de la Democracia Cristiana y del Partido Radical, eternos compañeros en la traición y un viejo conocido, Pepe Auth.
Gabriel Ascencio empoderado de su cargo como Jefe de Bancada, avanzó como patrón de fundo hacia el “discolo” Diputado que trabó la reforma y lo destituyó argumentando que la Bancada de la DC necesita un Diputado que represente al partido y no a sí mismo.
“Lo que nosotros necesitamos es tener en esa comisión a alguien que represente a la mayoría de los Diputados”
El Presidente de la DC, Fuad Chahin, celebró la medida de Ascencio y de los diputados que según él, pusieron el «bien común por delante».
Por su parte el destituido Raúl Soto descargó sus palabras contra Ascencio y le espetó:
“Me gustaría saber si la decisión la tomo el Jefe de la Bancada o un Ministro, porque la bancada recibe órdenes del gobierno”
Soto ayer en la votación en sala se refirió con duras palabras e ironizando con el proyecto del gobierno, sacó un billete de 10 mil pesos comentó:
“Acá están las 10 lucas, ya es tiempo de que empecemos a romper la burbuja, queremos un nuevo sistema previsional más justo y solidario. No les sigamos negando una vida digna a nuestros viejos y viejas”
Hace algunas horas se desató un descalabro en las comunicaciones de Palacio, el gobierno tuvo que salir a rectificar al Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, luego que aseguró que “no necesariamente sería el Estado el que administraría ese 4% extra”. El punto ya había sido un desencuentro entre el mundo empresarial y el “ejecutivo”, sin embargo las negociaciones que realizaron con la DC obligaron al Ministro Nicolás Monckeberg a rectificar a su par y asegurando que el gobierno cumpliría los acuerdos tomados y que hicieron que pasara la votación en sala.
A penas Larraín salió con la carta ambigua respecto de la administración del recurso extra, se acusó que el acuerdo tendría letra chica y todas las miradas apuntaron a la DC y su rol en esa negociación que finalmente hizo que la reforma avanzara en sala.
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