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Conversando sobre el III Encuentro regional sudamericano “La economía de lxs trabajadorxs” (parte I)

Por Nicolás Romero

#DeFrente

 

Estuvimos junto a Rayen Alday de la cooperativa Centro Alerta y con Fernanda Sepúlveda de la cooperativa Cooenergía, ambas pertenecientes a la Federación de Cooperativas de Trabajo Trasol, quienes convocan al III Encuentro regional Sudamericano “La economía de lxs trabajadorxs”. Como parte del comité organizador, quisimos profundizar con las compañeras sobre el origen y objetivos del encuentro de este año.

 

¿Cómo la Federación Trasol llega a participar en esta red internacional y a convocar a este encuentro?  

 

Fernanda (F): Nosotres, como Coenergía, siempre hemos tenido harta relación con los movimientos argentinos y también hemos participado en encuentros anteriores de la misma red realizados en otros países. Como federación venimos a potenciar un trabajo que se viene desarrollando en distintas latitudes del continente y más allá de éste. Cuando nos formamos como cooperativa, delegados viajaron al B.A.U.E.N., un hotel ubicado al centro de Buenos Aires, recuperado por sus trabajadores y trabajadoras desde el 2001, año del corralito. En esos años muchas empresas quebraron y los trabajadores y trabajadoras decidieron recuperarlas para generar trabajo, muy escaso en esos años. Una de estas experiencias, es el B.A.U.E.N (Cooperativa Hotel Buenos Aires Una Empresa Nacional). que bajo el alero de las cooperativas funcionan como dueños y gestores de las empresas recuperadas. El B.A.U.E.N, igual es un estandarte potente dentro de las fábricas recuperadas en Argentina. Fue una de las primeras experiencias que tuvo harto apoyo internacional, en un periodo donde comienza a surgir un movimiento de empresas recuperadas en Argentina.

Esta red de encuentros primero partió a nivel local, sólo en Argentina. Luego, se fue extendiendo a Latinoamérica, y ahora a nivel internacional abarcando la mayoría de continentes.

El encuentro se encuentra relacionado a la experiencia de la Facultad Abierta de la Universidad de Argentina, en Buenos Aires, en donde ellos y ellas, como grupo de estudio –la mayoría sociólogos/as y relacionados con la investigación-, empiezan a estudiar estas experiencias de las fábricas recuperadas. Las apoyan, con logística, formación y otros, así comienzan a documentar estas experiencias.

Facultad Abierta nace el 2002, en un contexto  post-corralito. Y a partir de esa experiencia, el 2002 se arma y empiezan a trabajar en conjunto. El 2007, se hace el primer encuentro que es en Argentina. Los siguientes se realizaron en Argentina (Buenos Aires, 2009), México (México D.F., 2011), Brasil (Joao Pessoa, 2013) y Venezuela (Punto Fijo, 2015). En 2014 comenzaron los Encuentros Regionales en Sudamérica, Europa y América del Norte, Central y el Caribe. Entonces, este encuentro, más allá del cooperativismo, tiene que ver con la autogestión en varios aspectos, porque sí, hay hartas cooperativas, pero también hay otras experiencias productivas, como las fábricas recuperadas. En Venezuela por ejemplo, existen las Empresas de Propiedad Social Directa Comunal (EPSDC), las que nacen del proceso de formación del Estado Comunal, donde se fomenta que la economía de los y las trabajadores se desarrolle a escala local.

 

Rayen (R): Algo que posibilita este encuentro, es que parte de una necesidad, de una crisis, una crisis del sistema financiero, una crisis del sistema capitalista en Argentina que afecta a gravemente a sectores populares y a amplios sectores de las capas medias. Es la necesidad que llevar a decir “oye, hay que tomarse las fábricas, hay que darles vida”. Porque lo que hicieron los dueños, fue decir “chao”, se fueron y dejaron tiradas las fábricas con enormes deudas hacia la clase trabajadora.

 

¿Cómo se ha dado la relación entre grupos académicos y experiencias de autogestión?

 

F: Se ha ido forjando una relación entre lo teórico y las experiencias autogestionadas en la que se ha ido acompañando este proceso con  formación, sistematización de experiencias y muchas otras actividades. Entonces, por ejemplo, hay varias empresas que comienzan a construir otros espacios, fuera de lo productivo, por ejemplo empiezan a tener radios, escuelas, talleres y bachilleratos populares en donde experiencias más académicas hacen sus aportes de trabajo y conocimientos. Es desde esa experiencia que se ven en la necesidad de transmitir aprendizajes y conocer a otros y otras que están un poco en lo mismo.

 

¿Cómo al movimiento cooperativista le influye este cambio de ciclo, esta reconstitución de las derechas a nivel del continente y este desplazamiento en algunos países como Argentina y Brasil de los gobiernos progresistas?

 

F: En el caso argentino, los dueños de empresa que se declaran en quiebra, quedaban debiendo dinero a los trabajadores y trabajadoras. Y en Argentina se aprobó una ley que permite que esa deuda de los trabajadores se podía pagar compensando y recuperando empresas y haciéndolas trabajar. Y así, es como van recuperando fábricas, y pasan a ser propiedad de los trabajadores y trabajadoras. Bueno, ahora cambió un poco la situación con la llegada de Macri. Los argentinos están en una situación contraria, porque están empezando a quitarle las fábricas, están empezando a tener nuevamente la pelea anterior de que se les deje producir. Sin embargo, y mucho más grave aún, se han visto golpeadas por la crisis económica, la pérdidas de beneficios sociales y altas tarifas de servicios básicos.

 

R: En esa línea, no es que antes de la llegada de Macri no hubiese problemas, pero con su llegada se agrava la situación. Un poco también, con el guiño de las políticas que ha ido empleando Piñera; no está muy lejos de eso. Entonces, también ha sido un desafío para les compañeres de Argentina, verse en un escenario muy distinto al que fue el ciclo peronista. También han vivido el aumento de la represión policial.

 

F: Una de las razones de por qué quieren hacer este año el encuentro acá en Chile, tiene que ver con la pregunta. En Brasil, en Argentina, entre otros, han existido posibilidades de desarrollo del cooperativismo y en la autogestión utilizando recursos y desplegando cierto nivel de alianzas con el Estado. No es que haya un apoyo total, pero algunos fondos, algunas leyes que les permiten, por ejemplo, recuperar las fábricas. En Bolivia, las cooperativas y formas de gestión comunitarias tienen preferencia sobre otras empresas, en términos de competencia y mercado. Tienen algunas facilidades, que les permiten desarrollarse de forma más estable, con acceso a recursos públicos, etc. En Chile no, ya que el movimiento de cooperativas que empezó a resurgir, porque es un movimiento antiguo, que empieza como a renacer siempre separado del Estado. De hecho, cuando comenzamos las primeras cooperativas que somos de TRASOL, era como ¿qué son las cooperativas? No cachábamos mucho. Y ahí, hemos partido y nos hemos desarrollado por fuera del Estado. Los otros países ven eso como una posibilidad de aprendizaje, porque finalmente es lo que les está pasando ahora, que el Estado les está empezando a dar más la espalda. Entonces la pregunta que surge, ¿cómo desarrollarse sin estos apoyos estatales?

 

R: En nuestro país existe un antecedente de experiencias asociativas, las mutuales del siglo XIX y una serie de procesos durante el siglo XX. Con la llegada de la dictadura y el giro en la economía, el escenario cambia radicalmente. Hoy, el mismo Estado intenta tomar este impulso, lo moldea a su forma, lo maquilla y lo homologa a lo que es una empresa B. Así, como todo el sector buena onda, capitalista verde. Y hace unos años atrás existían departamentos de cooperativas, que era el DECOOP, pero eso no existe. Hoy en día está el Departamento de Economía Solidaria.

La figura de cooperativa, y cómo lo toma el Estado neoliberal, carece de los principios del cooperativismo. Son cooperativas neoliberales. Y puedes encontrar muchas acá en Chile. O sea, no por ser cooperativa eres cooperativista.

 

¿Qué diferencia a las cooperativas de las empresas B?

 

F: Una cooperativa autogestionada parte de la base de que todos los trabajadores, trabajadoras, socios y socias son iguales, cuestión que se traduce en la gestión y en la repartición de excedentes. Las empresas B, que las juntan con las ONGs y fundaciones, tienen otras características. Por ejemplo, una empresa B, es una empresa normal donde hay uno o varios dueños, donde ellos ganan según su capital y no necesariamente según su trabajo. A diferencia de una cooperativa, que se gana según el trabajo realizado. Las empresas B o algunas cooperativas, pueden adherir a ciertos principios sociales, donde quizás les pagan un poco mejor a los trabajadores, tienen algunos beneficios, etc., pero siguen siendo una empresa donde unos pocos o pocas, son los que toman las decisiones y quienes se llevan las ganancias.

Chile es uno de los pocos países en que la Ley de Cooperativas permite tener trabajadores contratados, indefinidamente. A nivel mundial, eso no se permite ya que al tener empleados se pierde el principio de control democrático. Después de un periodo, tú sí o sí deberías pasar a ser socio. Colún o Capel, por ejemplo, solo es un grupo asociados de la cooperativa, los dueños de los predios, de las vacas, etc. Y funcionan como una empresa, en la que tienen trabajadores en condiciones de mercado. Aquí, no necesariamente al ser cooperativa cumples los valores que se rigen a nivel mundial.

Este encuentro que organizamos nos reúne más a las experiencias autogestionarias que aspiran a una nueva economía. Finalmente, nos reunimos ahí porque todos y todas tenemos una visión más cercana a lo que es el cooperativismo y a lo que es la autogestión.

 

“Una cooperativa autogestionada parte de la base de que todos los trabajadores, socios y socias son iguales. O sea, en términos de decisión y de repartición de excedentes”.

 

¿Cómo han abordado el debate y la experiencia práctica de la autogestión?

 

R: Si bien la cooperativa es una alternativa que evidentemente no le hace cosquillas en la actualidad al capitalismo en Chile, sí lo comprendemos como una práctica de transformación y como un horizonte que no está exento de contradicciones. Incluso, la experiencia de Argentina también es cierta, en mayor o menor medida, apuntan a sacar recursos del Estado. Entonces, teniéndolos como nuestros, es pertinente pensar que esos recursos al interior, los tomamos y tratamos de trabajarlos en la línea que entendemos el cooperativismo.

Las cooperativas vivimos, en mayor o en menor medida, desde privados y el Estado. Y también, experiencias que surgen más como autogestión, como la línea “más pura”.

 

F: Cada experiencia mundial tiene visiones que aportar. En Latinoamérica hay mucha en el tema a nivel histórico. Damos el debate político y práctico, considerando las contradicciones de ser una empresa autogestionada en un mercado capitalista. Evidentemente, esto nos pone en resistencia, sin embargo, compartir nuestros saberes no hace más que fortalecernos mutuamente.

 

El encuentro, ¿de qué se va a tratar?

 

F: Estos encuentros han seguido una línea que finalmente es hablar del trabajo desde la perspectiva de los y las trabajadoras. Eso es uno de sus ejes principales. El trabajo autogestionado y el trabajo precarizado. Como nace en Argentina, también se han trabajado las experiencias del movimiento de las empresas recuperadas, y del trabajo informal o economía popular. Estos trabajadores, que se ven obligados a autogestionar su trabajo, ya que se cerró su fuente de ingresos.

La autogestión y el trabajo informal, siempre han sido ejes importantes, que también se vinculan mucho con políticas del Estado. Y ahora en los últimos encuentros, se ha puesto también el énfasis en tratar el tema feminista y de género, el tema del desarrollo campesino, territorial y de consumo.

 

F: Se ha agregado también lo que es educación popular, que siempre está vinculada. Hay muchas empresas recuperadas que tienen sus bachilleratos populares. La formación, es un eje importante también dentro de lo que es la autogestión.

 

¿Esos son ejes comunes de los encuentros anteriores?.

 

R: Sí. A medida que han ido transcurriendo los años, se han ido agregando temáticas, lo cual es muy interesante. Un encuentro también dota de nuevas reflexiones, va de la mano con lo que es la contingencia. Lo que es el trabajo reproductivo no era tema hace años atrás, era algo súper normalizado. Para que las compañeras, también como trabajadoras, miembros de estas experiencias, también pudiesen ir compartiendo experiencias en diferentes lugares.

 

Aquí los ejes:

Eje 1: El capitalismo y la situación geopolítica actual de Nuestra América: Impactos en el mundo del trabajo y el movimiento popular.

Eje 2: Educación popular y economía de los trabajadores y trabajadoras: Aprendizajes desde (y para) la práctica.

Eje 3: La economía de los trabajadores y trabajadoras desde una perspectiva feminista.

Eje 4: Formas de organización, lucha económica y política de los trabajadores y trabajadoras: la autogestión y la construcción de alternativas al capitalismo.

  • Economía Popular, experiencias desde la precarización y el trabajo informal.
  • Experiencias de Autogestión en el trabajo; cooperativas y empresas recuperadas.
  • Autogestión y Sindicalismo: Desafíos actuales de la organización sindical frente al capitalismo global.
  • Tecnologías, saberes y prácticas profesionales al servicio de la autogestión.

Eje 5: Estado y autogestión: rol del Estado y políticas públicas en la economía de los trabajadores y trabajadoras.

Eje 6: Autogestión Territorial, construcción de cadenas y redes socioeconómicas territoriales de trabajadores y trabajadoras, organizaciones sociales populares y comunidades organizadas.

  • Luchas por la vivienda y la producción del hábitat
  • Redes de Abastecimiento solidarias
  • Formas de articulación de lo urbano y lo rural

Eje 7: Articulación regional de la economía de los trabajadores y trabajadoras: aportes y propuestas para construir redes, vínculos, horizontes y ejes de lucha comunes.

 

“Las empresas B o incluso algunas cooperativas, pueden adherir a ciertos principios sociales, donde quizás les pagan mejor a los trabajadores, tienen algunos beneficios, participación etc., pero siguen siendo una empresa donde unos pocos son los que toman las decisiones y quienes se llevan las ganancias”.

 

¿Cuáles son los avances que como Federación Trasol rescatan de estos años construyendo experiencias de autogestión?

 

F: A los extranjeros les llamaba la atención cuando participamos en el primer encuentro, fue como “¿Qué hay en Chile?” “¿Existen las cooperativas en Chile?” “¿En un mundo tan neoliberal como es Chile?” Y fue como, “sí, existimos”. Y desde ese punto, que fue el encuentro que participamos en Venezuela, acá en Chile ha aumentado un montón la cantidad de cooperativas. La organización, el vínculo con otras redes territoriales, de consumo, etc., ha ido en potencia, en aumento.

Los encuentros nos han fortalecido y permitido, por ejemplo, firmar acuerdos de colaboración con organizaciones hermanas de Argentina, como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) o la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra), entre otras, que son organizaciones de cientos de miles de personas.

Acá estamos partiendo, pero vamos a paso firme. Ahora esperamos que hacer el encuentro acá sirva para que muchas experiencias, quizás más nuevas, puedan empaparse de esto y aprender. Sabemos que viajar para mucha gente siempre es complicado.

 

¿Cómo llegan a decir que aumentaron? ¿Hay redes? ¿O son las mismas redes que ustedes han ido construyendo?

 

F: Sí, son las mismas redes que nosotros hemos ido construyendo a nivel de Trasol. Con la Canasta, que es esta red de abastecimiento, el vínculo con las organizaciones territoriales, etc. ¿Y cómo eso aumentó tanto? Participamos del encuentro del año pasado, como delegación chilena. Eso les llamó mucho la atención, porque en el encuentro anterior que habíamos ido dos personas. La siguiente, tres personas, aparecimos después 50 chilenos, 20 y tantos de la federación. De un año a otro, esto aumentó mucho.

 

R: Sí. Como lo mencionábamos, la imagen de las cooperativas todavía es lejana, o hacia lo que nosotros apuntábamos o creemos realmente que optamos. Porque creo que también tratamos de pensar el cooperativismo, en formas mucho más cercanas a experiencias que no están tanto acá en Chile, sino que el trabajo sin patrón. O mucho más, como antecedente latinoamericano. Por eso, yo creo que también se vuelve un hito en decir que en Chile también hay cooperativas, también hay experiencias.

 

 

¿Quieres saber más sobre el Tercer Encuentro Sudamericano de Economía de los Trabajadores y Trabajadoras?

 

Se encuentra abierta la convocatoria a participar del Tercer Encuentro Sudamericano de Economía de los Trabajadores y Trabajadoras a realizarse el próximo 1, 2 y 3 de noviembre en Santiago de Chile. La invitación se extiende a trabajadores y trabajadoras pertenecientes a organizaciones autogestionadas, cooperativas, sindicatos, federaciones y confederaciones, organizaciones sociales y populares del campo y la ciudad, además de académicos/as y centros de estudios interesados y comprometidos con las prácticas autogestionarias y el proyecto de una nueva economía desde las y los trabajadores a nivel sudamericano.

Desde la organización se enfatiza que el principal objetivo de la iniciativa es dar a conocer las experiencias y aprendizajes de autogestión y construcción de organización de trabajadores y trabajadoras y, por lo tanto, se está abierto a una amplia gama de formatos de presentación, según la comodidad y capacidad de quienes quieran participar. El contacto para consultas o envío de propuestas es encuentroregionalchile@gmail.com, además de contar con una página de Facebook /IIIencuentroregionalsudamericano, donde se puede encontrar más información.

El Encuentro es impulsado por una delegación internacional en conjunto con organizaciones chilenas asistentes al VI Encuentro Internacional realizado el año 2017 en Pigüe, Argentina, que reunió a más de 500 personas de experiencias de todo el mundo. Se espera que la venida de todas estas organizaciones y experiencias nacionales y latinoamericanas genere un espacio de aprendizaje y conocimiento mutuo entre todas las organizaciones de la región, además de construir lazos y fortalecer las redes del territorio nacional y sudamericano. El encuentro se realizará en paralelo a otros dos regionales agrupados en norteamérica, centroamérica y el caribe, además de uno euromediterráneo, que luego se encontrarán en el Encuentro Internacional a realizarse durante el año 2019.

 

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