Por: Nicolás Romero

El domingo 30 de junio se realizó una cuestionada consulta en las comunas de Las Condes, Lo Barnechea, Colina, La Florida, La Reina, Peñalolén, Antofagasta y Quilpué. Esta buscaba regular horarios de cierre de botillerias y validar un toque de queda en contra de niños y adolescentes, vulnerando así según expertos la libertad de tránsito y los derechos de la infancia. Así las derechas más que seguir subiéndose a regañadientes a las políticas municipales democráticas desarrolladas por los Alcaldes de Recoleta Daniel Jadue y el de Valparaíso Jorge Sharp, impulsaron una iniciativa orientada a criminalizar a la juventud. No por nada el demente de José Antonio Kast celebró la medida en twitter: «Nuestro desafío es que el #ToqueDeQuedaJuvenil sea para todos los chilenos». Y bueno, el sueño fascista se hizo realidad.

En consonancia con el apoyo de la DC al gobierno de Piñera la alcaldesa Carolina Leitao (DC) de Peñalolén se sumó a dicha iniciativa no logrando convocar a los peñalolinos, quienes fueron los que menos votaron junto a los vecinos de Colina. Del total de 120.772 votos en 8 comunas en Peñalolén votaron 11.375 personas que corresponde al 9,4% de los habilitados para participar. Leitao lidera uno de los sectores más reaccionarios de la Democracia Cristiana y expresa que el «fascismo con rostro humano» se incubó también en los municipios liderados por las derechas.

Según declaraciones de apoderados de colegios públicos de la comuna, quienes no quisieron señalar su nombre para evitar represalias, previo a la consulta el Municipio de Peñalolén sin consulta de los padres, intervino en las salas de clases para inducir el apoyo de la juventud a esta triste medida. Otro antecedente de vulneración a los derechos de niños y adolescentes perpetuado por Leitao.

Dicha iniciativa fue resistido en su momento por estudiantes secundarios de Peñalolén, los mismos que recientemente han liderado las masivas evasiones que encendieron la chispa del despertar del pueblo chileno. También por el Movimiento de Pobladores en Lucha (MPL), quienes cuestionaron la asociación entre juventud y «vandalismo», apuntando a la necesidad de atender las necesidades de vivienda para afrontar los problemas de la comuna.