
«¿Cómo entendemos la geopolítica en la izquierda? Pluripolaridad vs Unipolaridad» por Rodrigo Viveros
Por Rodrigo Viveros Vicepresidente de la JJVV de Villa Olímpica
La situación de Ucrania y Rusia pone de relieve la manera de comprender la geopolítica.
Hay planteamientos que expresan una simple proyección de la política interna en otros países. Ejemplo: Si acá impulsamos la medida X, los gobiernos de Tailandia, México, Camerún u otro, deben también hacerlo para considerarlos como aliados estratégicos.
Lo anterior es sólo una parte y ni de cerca la más importante de la geopolítica, que se asienta en correlaciones de fuerzas a nivel global. Cuando se pretende disputar el poder, se consideran estas últimas y se parte de la base que los aliados no son necesariamente homólogos en planteamientos políticos. Ejemplos hay muchos.
La situación al oeste de Rusia y el reconocimiento de las R.P. De Lugansk y Donestk por parte del gobierno de Putin es un golpe al tablero en la disputa estratégica a nivel geopolítico de la «Unipolaridad», con una hegemonía total de 🇺🇲 y aliados (expresado en OTAN, AUKUS, BM) vs una «Pluripolaridad», en la cual podrían coexistir (con tensiones, obvio) diversos polos donde se concentre poder económico, político y militar a nivel global, con una UE independiente de EE.UU., China como potencia, Rusia y su Unión Euroasiática, India y su esfera de influencia, entre otros, quizás.
La izquierda internacional que debate y tiene posición sobre la geopolítica, cosa que lamentablemente la nuestra tiene poco desarrollado, tiene una posición muy clara.
La Pluripolaridad es el camino para abrir una posibilidad real de llevar adelate proyectos de liberación económica e, incluso, revolucionarios. Esto último implicaría, necesariamente, reactivar instancias de integración Latinoamericana (destruidas por los gobiernos de Derecha, como UNASUR y CELAC) para actuar como bloque, necesariamente encabezados por Brasil, que como potencia regional ya está incluida en el BRICS (de ahí la importancia del triunfo de Lula y pq lo bajaron el 2017).
Más aún, considerando que somos Latinoamericanos, donde política, militar y económicamente dominados por la potencia unipolar de la actualidad, desde el siglo XX, se hace aún más urgente, el debilitamiento de éstos para ver emerger una nueva etapa en nuestra historia como chilenos y latinoamericanos.
De lo anterior, se desprende que en un conflicto un país que enfrente en el terreno geopolítico y ponga incluso en jaque o enfrente la integridad de la alianza militar de 🇺🇲 y 🇪🇺, en general, que debilite la posición de los primeros, está en la misma línea que la izquierda internacional a nivel GEOPOLÍTICO. Esos países pueden ser teocráticos (🇮🇷), conservadores y capitalistas (🇷🇺), capitalistas de estado, más o menos liberalizados, como 🇨🇳, 🇸🇾, 🇰🇵, 🇻🇳 o🇨🇺, economías mixtas con perspectiva socialista, como 🇧🇴 o proyectos más estancados, como 🇻🇪 o 🇳🇮, pero todos tienen en común que empujan hacia un mundo pluripolar; es decir, tienen el mismo objetivo estratégico a nivel geopolítico, que la izquierda anticapitalista.
¿Implica lo anterior que debamos imitar alguno de esos modelos? No, nadie querría (extremando el argumento) una teocracia chiita, pero a nivel mundial, compartimos no sólo enemigos, sino que proyecto de orden mundial. No debería ser necesario explicarlo, pero para despejar dudas, el gobierno iraní no pretende imponer la visión chiita del Corán en occidente, pero si quiere desarrollar su proyecto, sin intervención de EE.UU.,lo mismo que nosotros.
Es por esto, que no se puede ser «neutral» en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Ucrania no sólo es un gobierno abiertamente filo fascista, sino que se sitúa internacionalmente como el peón útil de EE.UU. para intentar mantener un equilibrio favorable a la potencia unipolar actual, en Europa y expandir su influencia hacia el este de dicho continente, amenazando la seguridad de otra potencia que promueve la Pluripolaridad.
En la política interna de Rusia, la disputa de Putin es con la izquierda nacional, lo cual no extrapola a las relaciones internacionales, ya que tienen otra dinámica.
Como izquierda, más allá de las valoraciones negativas que tiene cualquier conflicto bélico entre potencias por cuotas de mercados y posiciones geopolíticas, debemos comprender que el camino hacia la Pluripolaridad es la puerta que abre las posibilidades del surgimiento de nuestra región Latinoamericana como un actor soberano en el mundo y de nuestro país, como una economía integrada en un bloque regional, con perspectivas a desarrollar un proyecto soberano económica y políticamente.