La apertura de un proceso constituyente en octubre del año pasado y la reciete aprobación en el congreso del retiro del 10% de los fondos previsionales tiene a la oligarquía y a la derecha con ataque.

A las penosas editoriales de El Mercurio y La Tercera, las cartas firmadas por renombrados empresarios, ahora se suma el ex timonel de Renovación Nacional, Carlos Larraín, quien en una entrevista con Radio Pauta señaló que «El Gobierno está arrinconado por una porción amplia de la izquierda que está montando un golpe de Estado». Estas declaraciones fueron dadas en el marco del cambio de gabinete que su sector le demanda a La Monda para defender a ultranza el modelo.

La estrategia  desesperada que han emprendido en el últimpo tiempo es clara: tratar de instalar la idea de que existe una crisis generalizada, un caos y, como a ellos tantos le gusta decir, anarquía, con el objeto de que, como el mismo lo declara, «la porción de la izquierda chilena que actuó sensatamente durante 20 años recapacite y no deje pautear por la franja izquierdoza que los tiene completamente hipnotizados“, y en paralelo ir azuzando a los sectores más retardatarios de la derecha.

Sin embargo, la idea de que hay un golpe de estado en curso por parte del Frente Amplio y el Partido Cuminista (?) es tan ridícula e irrisoria que antes que colaborar con su estrategia de terror, evidencia la decandencia  de la derecha y la demencia senil del ex presidente de RN.