
Balance Constituyente «El pueblo castiga la demagogia del gobierno votando por republicanos» Eduardo Artés
«El pueblo castiga al gobierno votando por los republicanos debido a su demagogia. Sin embargo, esto también refleja la falta de organización, ideología y política en el movimiento popular.»
Por: Nicolás Romero
Los resultados de la reciente elección de representantes constitucionales han generado un debate acerca de los resultados obtenidos por la mayoría republicana, la caída del gobierno y el alto porcentaje de votos nulos y en blanco. Hemos solicitado a Eduardo Artés, profesor y dirigente del PC (AP), que nos brinde un análisis equilibrado.
¿Qué explica el triunfo del Partido Republicano?
El triunfo del Partido Republicano se explica por su habilidad para abordar demagógicamente y de manera descarada los problemas que afectan a la gente, como la cesantía, el alza de precios y la delincuencia. Estos fenómenos son en gran medida responsabilidad de la política llevada a cabo por el propio Partido Republicano y otros partidos neoliberales. Sin embargo, han logrado presentarse como la solución a estos problemas, tergiversando los hechos. Por otro lado, el autodeclarado gobierno progresista mantiene una línea pobre, indefinida, confusa y cobarde, cediendo ante la derecha sin llevar adelante ni siquiera propuestas de programa moderadas. Además, el gobierno no ha fortalecido el movimiento social estudiantil ni las direcciones sindicales, sino que ha permitido su debilitamiento. La ultraderecha, y en particular el PR, ha sabido aprovechar esta situación y ha logrado trabajar hábilmente el temor al movimiento social. La gente castiga al gobierno votando por los republicanos debido a su demagogia. Sin embargo, esto también refleja la falta de organización, ideología y política en el movimiento popular.
¿Cómo interpreta el voto nulo?
Más de un tercio de los votantes optaron por el voto nulo, en blanco o se abstuvieron. La abstención ha sido significativa, llegando casi al 17%. En general, el porcentaje de votos nulos, blancos y abstenciones supera el 35%, lo cual indica una pérdida para el conjunto de la institucionalidad. Observamos un incremento notable en los votos nulos, por ejemplo, alcanzando el 16,74%, mientras que en elecciones anteriores solía oscilar entre el 1,5% y el 2%. Este salto evidencia una postura política en el voto nulo, los votos en blanco y la abstención. Es importante considerar que hubo una campaña del terror en relación al pago de multas, lo cual refleja la fuerza del pueblo y su desacuerdo con la situación actual. Sin embargo, no está claro cómo superar esta realidad, lo cual es un desafío para las organizaciones sociales y populares, que deben ser capaces de sintetizar los deseos de la gente para lograr cambios significativos. En resumen, el voto nulo ha sido un importante triunfo y una clara expresión de descontento.
¿Cómo enfocar el proceso de constitución en curso?
En mi opinión, este proceso ya está en marcha. La constitución ya ha sido redactada o está a punto de serlo en los próximos días o meses. La comisión encargada ha despertado y luego entregará su trabajo a la Comisión Constitucional. Dadas las circunstancias actuales, es muy probable que la Comisión no pueda llevar a cabo cambios significativos.
Por lo tanto, no se trata de otro problema, sino más bien de asegurar la continuidad de la constitución del 80, conocida como la constitución pinochetista, impuesta con violencia y sangre. Esta nueva redacción busca actualizar y fortalecer aún más el modelo neoliberal y las políticas liberales en su conjunto, así como mantener un estado con características policiales.
Ante este proceso actual, consideramos que es necesario retomar la demanda de una Asamblea Constituyente. No es algo que podamos dejar para más adelante. No hay duda de que, sin importar quién asuma, incluso si son los republicanos hasta el próximo gobierno, no resolverán los problemas sociales planteados, sino que los profundizarán, ya que esa es su naturaleza. Su lealtad está en servir a los intereses del gran capital, tanto nacional como imperialista. Por lo tanto, la respuesta de la gente será una gran movilización, similar a la que vivimos en 2019, pero esperamos que, esta vez, tengamos un liderazgo popular a la altura.