
«Allamand y la máquina del tiempo: Ministro de Relaciones exteriores chileno trabaja para España» Por Nicolás Valenzuela
Andrés Allamand -ministro de relaciones exteriores de Chile- trabaja para España. Si, tal cual. Así lo informó el propio ministro de asuntos exteriores José Manuel Albares en su cuenta de Twitter:
¿El cargo? Secretario general iberoamericano. Es decir, como subordinado de Albares y, como lo dice el ministro español, parte de un organismo clave para España.
Insólito. Que existan políticos chilenos al servicio de potencias extranjeras no es una novedad. Que lo hagan estando en gobierno tampoco. Pero tan caradura como para aceptar un cargo oficial en un país extanjero mientras es nuestro ministro de relaciones exteriores es realmente una proeza del colonialismo y el oportunismo. Habría que buscar con detalle, pero resultaría difícil encontrar algo similar en la diplomacia chilena. Habría que remontarse hasta la época de la independencia de España para encontrar algo así. Ni Emmett Brown fue tan lejos.
Así con la derecha y los patriotas. Por su puesto, callaitos. Como calladita está la prensa oficial que sabe que Allamand, desde noviembre del año pasado, se encuentra en España.
Desde la bancada del PS indican que evalúan la acusación constitucional. El diputado Flores ofició a la contraloría y al Ministrio de Relaciones Exteriores pidiendo explicaciones.
Este numerito, sumado al apoyo a los golpes de estado en Venezuela en 2002 y 2019, la anuencia al ALCA en 2005 y la banderita de Chile dentro de la EEUU -protagonizado por Piñera- están dentro de los episodios -del último tiempo- más horripilantes de la diplomacia chilena. Por un lado, muestra que seguimos siendo un país altamente colonizado por ideas e intereses ajenos a los propios y que la visión neoliberal de la política exterior ha vuelto el ministerio de relaciones exteriores en un ministerio de comercio, donde los oportunistas de turno buscan la mejor ocasión para hacer negocios o ofrecer sus servicios como puente para la inversión extranjera. No lo olvidaremos.
¿Qué ha dicho Antonia Urrejola -futura ministra de relaciones exteriores del gobierno de Gabriel Boric-? Nada. Por ahora. El episodio es tan triste que estará obligada a pronunciarse, aunque parezca más preocupada de seguir hablando de Nicaragua.