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Aline Gandolfo (Colectiva Feminista Comandanta Ramona): «El feminismo debe ser interseccional, de clase, anticolonialista»

Aline ha participado activamente en la toma feminista de la Universidad de Valparaíso, en su sede de San Miguel. Allí prosigue con la lucha que ya meses atrás ha impulsado junto a sus compañeras de la Colectiva Feminista Comandanta Ramona: feminismo como eje central de la práctica política antipatriarcal y de clase. Tiene 22 años y estudia Administración Pública. Hoy conversa con #DeFrente en la primera entrevista del ciclo #VOCES_FEMINISTAS. 

#DeFrente

 

 

-¿Qué les llevó a formar la Colectiva Feminista Comandanta Ramona? ¿Qué ideales reivindican? ¿Qué actividades han hecho y proyectan realizar?

 

La Colectiva Feminista Comandanta Ramona (CFCR) nace de la necesidad de hacerse cargo de las violencias patriarcales dentro de nuestra universidad, desde el activismo feminista y de forma independiente de una institucionalidad que muchas veces rapta a las organizaciones estudiantiles formales como los Centros de Estudiantes o las Federaciones de Estudiantes. La situación de machismo y misoginia, tanto a nivel cultural como a nivel académico e institucional, es evidente para cualquier persona que tenga conciencia de estas problemáticas, desde compañeros que abusan sexualmente de sus mismas compañeras de clase, profesores que acosan sexualmente a sus estudiantes o que expresan todo su machismo en la sala de clases con comentarios sexistas, así como también la institucionalidad cuando muestra una resistencia a algo tan básico como un protocolo para abordar el acoso sexual universitario, o incluso para hacerse cargo de este protocolo.

El movimiento feminista en nuestro campus no tiene mucha antigüedad. El año 2017 se creó la Secretaría de Sexualidad y Género (SESEGEN) con Karen Viviani a la cabeza, dependiente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso, Campus Santiago (FEUV Stgo) del mismo año. Esta fue la primera instancia en nuestro campus de carácter públicamente feminista, en el cual yo colaboré junto a otras compañeras. Intentamos -y creo que lo logramos exitosamente- irrumpir en un campus en el cual les estudiantes no se caracterizan por su conciencia social.

 

 

Sin embargo, una vez finalizado el periodo de la Federación, como SESEGEN dejamos de funcionar y consideramos de suma importancia generar un espacio feminista autónomo de la institucionalidad, que irrumpiera y generara incomodidades para las autoridades, debido a que ya habíamos tenido malas experiencias con ellas, especialmente con el proceso de creación del Protocolo de Acoso Sexual. Así, busqué a compañeras con las cuales ya había trabajado los temas de género para que fundáramos una colectiva feminista en la universidad, y nació la Colectiva Feminista Comandanta Ramona. El nombre nace por la necesidad de reivindicar la imagen de mujeres latinoamericanas alejadas del feminismo elitista y meramente academicista, y que además representara la lucha indigenista y de clase. Por lo mismo escogimos a la Comandanta Ramona, como una representante del feminismo no burgués, por su lucha indigenista y feminista en el EZLN.

 

El feminismo que nos representa es un feminismo interseccional. No nos encasillamos en una sola corriente feminista debido a que eso es una decisión personal de cada une de les integrantes, aunque tenemos ciertas limitaciones con feministas que intenten menoscabar la lucha de otros campos de acción (por ejemplo, cualquier persona que se diga feminista pero que sea transfóbica, no tendrá espacio en nuestra Colectiva). Pero sí consideramos que el feminismo debe ser interseccional, de clase, anticolonialista, indigenista, antirracista, etc., porque entendemos que las violencias patriarcales (y hetero/cis patriarcales) se potencian con las violencias capitalistas, ecogenocidas y especistas, por lo que nuestra visión no es crítica sólo desde la mirada de género, sino de todas las violencias en la que existe una jerarquización y la dominación hegemónica de un grupo. Evidentemente nuestro enfoque principal es el antipatriarcal. Además, intentamos no caer en un feminismo excesivamente academicista, lo que no quiere decir que despreciamos el producto teórico feminista, sino que no avalamos los espacios intelectuales como el único método principal de lucha, sino más bien como un complemento sumamente necesario, por lo que nuestro método siempre ha sido y será el activismo que sale a agitar e incomodar en los espacios adueñados por el patriarcado.

Nuestras primeras acciones fueron denunciar a acosadores, abusadores y encubridores dentro del campus, teniendo que enfrentarnos incluso ante nuestres mismes compañeres que cuestionaban el relato de las compañeras que hicieron denuncias a través de la Colectiva hacia miembros de la base estudiantil, y también a un miembro de la Federación de Estudiantes 2018 y al presidente del Centro de Estudiantes de Administración Pública (CEEAPU) 2018, que habiendo tenido cargos de representación estudiantil durante el año 2017, aún enterados de casos de abuso sexual y deliberadamente no hicieron nada al respecto.  El nivel de cuestionamiento a los que se tuvieron que enfrentar las compañeras fue sumamente angustiante, pero en ningún momento fue motivo para dejar de seguir buscando justicia. No tenemos ningún problema en llegar a irrumpir e incomodar a la comunidad por hacer lo éticamente correcto para nosotres como colectividad.

Ahora nuestro plan de acción es seguir con el activismo, pero no solo dentro del campus, sino que seguir con el método de romper la burbuja universitaria e insertarnos en el territorio, especialmente en la comuna de San Miguel que es donde está ubicado nuestro campus. Tenemos en un proyecto de una Escuela de Formación Feminista pensada para toda la comunidad de San Miguel, que hasta el momento no ha podido concretarse por falta de coordinación de las autoridades del campus, así como también hacer talleres de otro tipo, pero siempre pensando en abrirlos para toda la comunidad. A veces, se nos va de las manos todas las ideas que tenemos, pero intentamos buscar lo que nos parece más urgente que hay que solucionar a nivel cultural, social, e institucional.

 

 

-¿Cómo se gestó la toma feminista de la UV? ¿Qué casos de acoso y/o abuso se produjeron en esa universidad y cómo reaccionaron las autoridades frente a esas denuncias?

 

La toma feminista de la UV Stgo. nació en una primera instancia gracias a que desde la CFCR hicimos un llamado de carácter urgente a una Asamblea de Mujeres, considerando el estallido de las tomas feministas iniciado por la Universidad Austral. En esta Asamblea conseguimos reunir a alrededor de 80 compañeras, de diversas carreras del campus. Así, generamos un espacio de confianza en el que empezamos a conversar de las violencias patriarcales sufridas, haciendo también un análisis de carácter internacional y nacional sobre las violencias patriarcales (Entendamos la violencia patriarcal no sólo como la violencia hacia la mujer, sino que hacia todo lo que no sea la masculinidad hegemónica).

 

Sin embargo, en este espacio también surgieron situaciones graves que estaban pasando en el campus y del cual nosotras desde la CFCR teníamos conocimiento, empezando por los acosadores y abusadores sexuales que a pesar de haber sido funados públicamente por la misma decisión de las denunciantes, siguen yendo a clases como si nada pasara, restregándonos su impunidad todos los días y haciendo que las mismas compañeras eviten ir a clases porque no quieren ver a sus abusadores. Así mismo, unos días antes de que se llevara a cabo la Asamblea de Mujeres, a la Colectiva nos llega la información de que la persona que debía hacerse cargo de las denuncias a través de protocolo (en nuestro caso son los Decanos de cada Facultad de la UV), ni siquiera había visto la denuncia a pesar de que se estipula que tiene 5 días hábiles desde la recepción de la denuncia para acusar su recibo, y 20 días hábiles para notificar la validez de la denuncia, y no tenía idea de cómo proceder con el protocolo, o al menos esa fue su excusa. Además, faltó al principio de confidencialidad al dar información que no le correspondía a otro funcionario público, exponiendo a una de las compañeras denunciantes y haciéndola enfrentarse a situaciones que precisamente el protocolo evita que sucedan.

 

Por otro lado, desde la SESEGEN 2017 ya teníamos antecedentes de profesores con denuncias de acoso sexual, y que aún están haciendo clases, como Mauricio Silva, quien tiene una denuncia en la universidad por una compañera por acosarla en la sala de clases, y sigue impartiendo clases porque es un profesor “apernado” en la universidad y tiene los contactos suficientes para que no lo expulsen. Todo esto fue expuesto en la Asamblea de Mujeres, y desde la Colectiva ya íbamos con ánimos de llamar a la movilización, por lo que la Asamblea decidió por una mayoría de 77 compañeras la toma del campus. Ese mismo día 8 de mayo, nos tomamos el campus e iniciamos las movilizaciones.

 

 

Durante el transcurso de la toma, recibimos más denuncias por abuso sexual debido a que las compañeras sintieron la confianza de denunciar por el contexto de la movilización, lo que nos permite interpretar que gracias a estos espacios las personas se sienten seguras para denunciar una situación tan difícil como lo es un acoso o un abuso sexual, que es un proceso lleno de dificultades puestas por las mismas instituciones y el Poder Judicial, así como también lleno de cuestionamientos que violentan a las personas denunciantes.

 

También hemos estado delineando los ejes centrales de nuestro petitorio que, a grandes rasgos, demanda un sumario administrativo al Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas; el mejoramiento del protocolo; paridad de género en las bibliografías y en los cargos administrativos; flexibilidades para madres, padres, y personas que tengan a su cargo el cuidado de personas; una política de corresponsabilidad; un protocolo para el reconocimiento del nombre social de personas trans; una cuota mínima de contratación de mujeres y personas trans/no binarias en el campus (especialmente en el cuerpo docente); un protocolo de reparación para víctimas de la violencia patriarcal en el campus, entre otras demandas como la Educación No Sexista, que tiene carácter nacional.

 

 

-¿Cómo ha sido el proceso de organizarse de forma separatista? ¿Cuáles han sido sus aspectos positivos y negativos? ¿Cómo ha sido la reacción de los varones de la U, algunos colaboran de alguna manera?

 

El proceso de la toma separatista nos ha traído más beneficios que desventajas. Decidimos por asamblea que queríamos cuidar el espacio de cualquier violencia machista. Fue una decisión que se zanjó en la primera Asamblea de Mujeres que se hizo al día siguiente de la toma, y se decidió debido a que muchas compañeras se sienten violentadas por la presencia de hombres por situaciones de abuso y violación que han vivido en su vida, y nosotras preferimos privilegiar la comodidad de las compañeras que la participación de los hombres, que si realmente tienen ganas de pasar por un proceso de conocimiento y deconstrucción, buscarán la forma de hacerlo sin tener que quedarse en la toma. Sin embargo, si bien la toma es separatista, los hombres pueden ir a la toma siempre y cuando tengan una actividad organizada por ellos mismos en el que trabajen temas de género, y siempre y cuando respeten las reglas de la toma. Esto con la función de motivar a que ellos mismos se hagan cargo de las discusiones sobre la masculinidad hegemónica, y no esperen a que nosotras seamos sus educadoras, porque no es nuestra obligación.

 

En cuanto a la reacción de los hombres, debemos considerar que nuestro campus se compone de carreras en el que la crítica social no abunda, como son las ingenierías. En la primera media hora de publicada la página oficial de Facebook de la Toma, nos llegaron amenazas de violencia física y sexual. A muchos no les importa nuestra movilización porque son personas que no conocen el feminismo, pero están en contra de él. Incluso hemos recibido comentarios de que algunos quieren hacernos una contratoma porque “no los dejamos participar”, lo que evidencia su necesidad de protagonismo en una lucha que lideramos nosotras porque las violencias del sistema patriarcal la vivimos principalmente las mujeres en todas nuestras diversidades, así como también todo lo que no entra en la masculinidad hegemónica que ellos mismos reproducen acríticamente. Sin embargo, también tenemos compañeros que apoyan sin ninguna duda nuestra toma, que han colaborado con actividades, que se han reunido para hacer sus asambleas de hombres para hablar sobre sus masculinidades. Sin embargo, queremos ver más voluntad para hacer actividades y para hacer el llamado entre sus propios compañeros para tomar conciencia de nuestras demandas y que tomen en cuenta que esta es la oportunidad para poder pasar colectivamente por un proceso de deconstrucción.

 

 

-¿Cómo vives tú este movimiento social feminista que ha cobrado fuerza las últimas semanas? ¿Cuáles serían los logros concretos que deberían tener las tomas a corto, mediano y largo plazo? ¿Volverá a ser igual la vida universitaria después de esta movilización?

 

Creo que es necesario recordar que esto no es una movilización nacional por un par de protocolos que se quedan en una solución legalista parche (en nuestro campus quedó evidenciado que un protocolo es fácilmente ignorable), tal como lo intenta poner la derecha oficialista del gobierno de Piñera, y especialmente la Ministra Plá, como si los problemas de violencia patriarcal en el sistema educativo se acabaran con un protocolo. Evidentemente quieren desviar la mirada hacia los aspectos legales en vez de orientarla hacia la lucha en el cambio estructural, porque eso le afecta al gobierno y a la elite chilena.

 

Si bien esta movilización surgió por algunas problemáticas locales, también su principal bandera de lucha es la Educación No Sexista. Pero también creo que es necesario que este slogan de “Educación No Sexista” no se entienda sólo desde la institucionalidad académica como son los liceos, colegios, universidades, IP o CFT, sino que se entienda la educación No Sexista en absolutamente todos los ámbitos de nuestras vidas tanto públicas o privadas. Que esta demanda no sea responsabilidad sólo de los establecimientos educativos, sino que también de los sindicatos, los movimientos políticos, las agrupaciones sociales, en los hogares, en los lugares de trabajo, en todos lados. Es cierto que se está reactivando una lucha feminista que por décadas estuvo silenciada, y que está siendo activada por organizaciones como NiUnaMenos y organizaciones de feministas autoconvocadas, y en estas últimas semanas principalmente por las universidades. Pero esto es sólo el primer cambio de transformación social y no podemos reducir la lucha feminista al ámbito universitario, que querámoslo o no, es un espacio elitista.

 

 

La Educación No Sexista tiene que llegar a los sindicatos, a las juntas de vecinos, a las organizaciones sociales, al hogar, y eso se hace a través de la lucha colectiva e individual, irrumpiendo en todos los espacios posibles. Por lo mismo, las tomas feministas marcan un hito histórico en la lucha feminista en Chile en este siglo, pero no debemos quedarnos sólo en esto. No podemos permitir que una vez que se bajen las tomas, el movimiento decaiga. Debemos buscar la forma de seguir movilizadas, de seguir agitando e incomodando en una sociedad sumamente hetero cis patriarcal, tal como lo estamos haciendo en este momento. El feminismo ha llegado comunicacionalmente a espacios en los que nunca ha tenido tanta tribuna como hoy, y eso nos beneficia porque ya está empezando a hacer ruido las temáticas de acoso y abuso en las universidades, que antes tan normalizadas estaban. Esto mismo debemos hacer, pero ahora con otros tipos de violencias patriarcales que pasan desapercibidas o que no son tan evidentes, como las brechas salariales, como relegar a la mujer a los espacios privados y del hogar, los roles de género, la dominación del género masculino en los puestos de toma de decisiones, la jerarquización en los espacios políticos partidistas, los estereotipos de género, y muchos más. Lo principal de esta lucha es que tengamos conciencia que el feminismo que practicamos debe ser antipatriarcal, anticapitalista, y ojalá, en algún momento antiespecista, porque para que la eliminación del patriarcado sea una realidad, debemos converger con otras luchas que también critican violencias que nos afecta como grupos fuera de la masculinidad hegemónica, blanca, de clase alta, y antropocéntrica.

 

La lucha feminista siempre será una lucha a largo plazo, debido a que las violencias no se acabarán de un día para otro y en la medida que vamos solucionando problemas, siempre nos damos cuenta de otros, por lo que es un proceso constante de lucha. En cuanto a las tomas, las medidas a corto plazo debería ser las mejoras o creación de protocolos que no sólo ataquen el acoso una vez haya sucedido, sino que también sea de carácter preventivo en todos los establecimientos educacionales. Así, también todas las demandas que incluyan la paridad de género en las bibliografías, en los cargos directivos de los establecimientos, y todas aquellas demandas que puedan lograrse en menos de un año. Evidentemente la demanda de Educación No Sexista es de largo plazo porque implica el desmantelamiento de todo el sistema educativo tal como funciona hasta hoy, pero podemos exigir que desde este instante se tomen medidas para poder comenzar este proceso.

 

Evidentemente, la vida universitaria no volverá a ser la misma desde estas movilizaciones, en parte porque de a poco una parte de la sociedad se está dando cuenta de que nuestras demandas son justas; por otro lado, por el miedo que se tendrá de realizar acciones que incurran en prácticas machistas, y, por otro lado, porque la organización feminista está tomando mayor peso a nivel organizacional dentro de las universidades, como a nivel comunicacional.  Gracias a esta lucha y a las movilizaciones feministas dentro de las universidades, se está dejando en claro que las feministas organizadas no permitiremos más las prácticas patriarcales, y mucho menos permitiremos la impunidad de aquellos que nos violentan día a día, desde prácticas que pasan desapercibidas, hasta el femicidio o crímenes de odio hacia la comunidad LGBTIQ+.

 

 

 

 

Link de la Colectiva: https://www.facebook.com/coletacomandantaramona/

Link de la Toma Feminista: https://www.facebook.com/Toma-Feminista-Uv-Stgo-1997666597219862/

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