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2020 y el canto de sirena de la producción

Por: Miguel Silva

En el canal CNN hay un programa que se llama “Agenda Económica” en que se habla de la economía mundial. Bueno, en la semana de Navidad, el canal transmitió en  una larga conversión con el Ministro de Hacienda Ignacio Briones. Él habló que las personas con ingresos “medio-altos” tienen que acostumbrarse a un nuevo país donde no pueden vivir de la pura explotación de los recursos de éste, sino que tendrían que ayudar a aumentar la productividad,  que sería el gran recurso para el país después de los cambios constitucionales durante los próximos treinta o cuarenta años.

Briones no tenía problemas de  hablar de un aumento en los impuestos que tendrían que pagar los ricos, pero sí, al final de la conversión, destacó con bastante fuerza que ninguno de los planes sociales del gobierno puede funcionar sin una economía que crece. ¡¡Sin el ganso no hay huevos de oro!!

Es sobre este tema del modelo económico que quiero hablar un poco. Es un tema que no sale en la lista de demandas del #despertar. Mejoras en la Salud, en las Pensiones, en los Sueldos están en la mente de millones y aunque hoy no se habla del sistema económico de donde nacen estos cambios, creo que el tema va a ser parte importante del nuevo año veinte veinte que se nos viene encima.

La nueva normalidad, la nueva base del pacto social, nos dicen, será una economía moderna. Es decir,  va a hacer uso de la flamante generación de universitarios que quieren trabajar en lo que saben en vez de pasar tiempo en McDonald’s o llevando pizas en una moto.

Claro está que la nueva base de producción no va a ser de exportación en el mismo sentido que es la minería de cobre o la celulosa, porque no puede hacer competencia directa con el capitalismo chino y sus gigantescos centros de producción de alta tecnología. Será una producción de mediana escala que busca “nichos” de ventas acá y fuera del país.

¿Ejemplos? Desarrollar fábricas de baterías de litio para la nueva ola de vehículos eléctricos. 

La producción nacional no tiene como evadir la competencia internacional, entonces,  va a tener que importar e integrar los elementos competitivos al producto final que se arma dentro del país. Es decir, los acuerdos de libre comercio han bajado los aranceles a casi cero  y así la producción chilensis podría armar componentes importados en el mismo sentido que fábricas en Asia arman componentes de múltiples centros de elaboración global.

El futuro, entonces, pertenece a un país “en vías de desarrollo”… por lo menos ese es el cuento que nos va a contar el Gobierno. Y va a ganar apoyo de los que miran con ojos llenos de lágrimas a las economías de bienestar del capitalismo del Estado del Frente Popular.

Un sector de los empresarios también va a exigir recursos estatales para la creación de la nueva generación de producción. Y de hecho, el Estado ya forma parte de negocios nuevos, del litio por ejemplo, porque impone una tasa de 40% a cada tonelada del químico que se saca de las salares del norte. Esos recursos llegan al Estado a través de Corfo y podrían formar la base de un desarrollo de producción de baterías, por ejemplo.

Bueno, algunos van a decir que el capitalismo ya llegó al fin de sus días  y no tiene salida.

Respondo que, si eso sea cierto o no, el gobierno va a plantear una nueva economía, un nuevo país, independiente de que si sus planes son factibles o no. Y esos planes van a entrar en la mente de millones de personas, muchas de ellas que han tomado parte en el #depertar.

Pero bueno, Briones contaba que los ricos tienen que acostumbrarse a pensar en términos de la producción “avanzada”…a trabajar más para ganar sus millones, por así decirlo.

Claro que con este discurso, si nos llega la recesión encima, van a exigir más “dedicación” a todos porque “el país necesita más recursos” y los que creen en la economía de bienestar van a exigir que los empresarios posterguen sus beneficios tanto como los trabajadores.

Ahora bien, todo esto va a pasar durante el año veinte veinte, durante el período de las discusiones sobre los cambios en la Constitución.

Es probable que el Gobierno reaccionará de la siguiente manera durante el año… “queremos mejorar la vida de todos. Nos equivocamos antes y lo reconocemos. Pero para eliminar aquella desigualdad exagerada, necesitamos que el país trabaje. Con los nuevos recursos que el Estado recupere del gran trabajo productivo, podemos mejorar la vida de todos. La nueva Constitución nos da la garantía de esa nueva vida y es de todos y de todas”. O algo así. Ellos no se equivocan cuando piensan que los cambios en la Constitución y los cambios en la economía son dos caras del mismo sistema.

¿Cómo podemos reaccionar nosotros a esa política? Sin olvidar que algunos de nuestro lado dicen que la gente que ha marchado habla de la salud, las pensiones y los sueldos, pero ni tocan el tema de la economía.

Primero que nada, tenemos que reconocer que para los ricos y poderosos, todo lo que afecta su capacidad de vivir muy bien y seguir viviendo muy bien gracias, todo es UN SISTEMA. Desde la Constitución, la economía hasta las leyes, la tele y la Iglesia.

Ellos manejan todo en su beneficio como parte de UN SISTEMA. Por lo tanto nosotros debemos entender todo en el mismo sentido, pero desde nuestro punto de vista, según nuestros intereses.

Por ejemplo, entender que la Salud es mala y las pensiones pésimas porque los millonarios llevan las riquezas del país en sus bolsillos. Y cuando la Constitución nos garantice el derecho de la Salud y Pensiones dignas, debe formalizar nuestro derecho de meter nuestras manos en sus bolsillos. ¡¡Es todo UN SISTEMA!!

Ahora bien, esa es mi opinión pero muchos no entienden las cosas así. ¿Cómo convencerlos?

Creo que la respuesta nace de la experiencia de vida de ese 90% del país que vive en condiciones tan distintas a los millonarios que son nuestros dueños.

Creo que tenemos que repetir hasta el cansancio que nuestra salud es mala, nuestras pensiones son pésimas, nuestros sueldos bajos,  porque después de repartir tanto de la riqueza del país a los millonarios, queda poco para nosotros.

Incluso, cuando el gobierno exige más productividad (que sería mejor para todos según ellos), podemos responder…”saca la riqueza de los bolsillos de los millonarios para financiar la Salud y las Pensiones”. 

Es decir,  que en nuestras mentes vamos a necesitar una alternativa a lo que nos exigen. Una ideología, una respuesta, un sistema distinto a lo que transmiten ellos.

Obvio que nuestra respuesta va más allá, porque los ricos son millonarios porque son los dueños de los “medios de producción”, es decir, que son capitalistas que compran nuestras capacidades de trabajar. Son ricos y son PATRONES.

Nosotros somos los que hacen el trabajo para ellos. O estudiamos para hacer ese trabajo para ellos en el futuro.

Ellos nos necesitan a nosotros.

Pero nosotros no los necesitamos a ellos.

 

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